El ruidoso aterrizaje de Gabriel Rufián en la política municipal
El portavoz de Esquerra en el Congreso acumula ya varias polémicas en su nuevo papel como cabeza de cartel en Santa Coloma de Gramenet
“Tengo 41, nací en Santa Coloma de Gramenet, todo el mundo lo sabe. Allí empezó la inmersión lingüística. ¿Le parece que a mí me cuesta hablar castellano?”, le espetó el pasado martes el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, al candidato Ramón Tamames en el debate de la moción de censura promovido por Vox. Desde sus escaños, va...
“Tengo 41, nací en Santa Coloma de Gramenet, todo el mundo lo sabe. Allí empezó la inmersión lingüística. ¿Le parece que a mí me cuesta hablar castellano?”, le espetó el pasado martes el portavoz de Esquerra, Gabriel Rufián, al candidato Ramón Tamames en el debate de la moción de censura promovido por Vox. Desde sus escaños, varios diputados gritaron que sí. “Ah, ¿sí? Esa es nueva. ¿Me está costando?”, respondió, sarcástico. Rufianismo en estado puro. Defensa de la España plurilingüe, hecha. Espot electoral para las elecciones municipales en las que él debuta, también.
Pero no todo ha salido tan redondo en el debut de la política local de Rufián. El aterrizaje del republicano en la carrera por la vara de Santa Coloma, con mayoría absoluta del PSC desde 1992 y donde ERC solo tiene 3 de 27 concejales, ya ha tenido varios episodios polémicos e incluso alguno se ha venido en contra del Govern. Junts registró el pasado jueves en el Parlament una moción para reprobar al consejero de Derechos Sociales, Carles Campuzano, al que acusan de promocionar el acuerdo con Rufián para la construcción de una residencia de ancianos en el municipio barcelonés si Esquerra “era decisiva en el próximo mandato”.
La idea de ese mercadeo electoral se desprende de un tuit publicado el 13 de marzo en la cuenta de ERC Gramenet. Desde el departamento que ahora lidera el exconvergente insisten en que en el vídeo queda claro que la construcción del edificio depende del Consistorio y que, una vez terminado, el Govern estudiaría la concertación de plazas o el convenio pertinente. El PSC aprovechó la situación para denunciar que Campuzano asistiera al acto de ERC en Santa Colomna habiendo cancelado hasta en dos ocasiones una reunión con su alcaldesa Núria Parlon.
Para más inri, durante la negociación presupuestaria en la Generalitat, el Govern rechazó una enmienda del PSC que pedía garantizar los recursos para dicho equipamiento. Toda la oposición ve un uso partidista del Govern y, en la sesión de control del pasado martes, el president Pere Aragonès (también coordinador nacional de ERC) rechazó desautorizar a Campuzano como pedía Junts, al considerar que “no se había hecho ningún acuerdo con candidatos”.
“No todo vale en la campaña. No bajaremos al fango”, aseguró Parlon tras la polémica. La reprobación se votará en el pleno del 18 de abril, calentará la precampaña electoral y pondrá el foco sobre el municipio de casi 118.000 habitantes, con la renta bruta disponible más baja dentro del Área Metropolitana (14.800 euros) y con solo el 19% de la población con estudios superiores. Buscado o no, ERC consigue así dar protagonismo a una contienda electoral vital para su hoja de ruta.
Fue el propio Oriol Junqueras, presidente de ERC, el que le pidió que presentara su nombre. El portavoz no escondió cierto malestar: sus oportunidades de ganar son pocas (en 2019, el partido obtuvo el 9,9% de los votos frente al 50.9% del PSC) y no son pocas las voces dentro y fuera del partido que le ven amortizado. Junqueras cree que el éxito del independentismo pasa por que sus tesis aniden en la Gran Barcelona, donde aún la población proveniente de otras partes del Estado y mayoritariamente castellanoparlante es más reacia. Rufián aterrizó en 2015 en las listas a las elecciones generales de ERC precisamente por representar a ese colectivo y el partido aspira a que su gran tirón mediático le permita poner una pica en Flandes en uno de los feudos más fuertes del socialismo.
El estilo particular de Rufián de comunicar se ha ido refinando con su cambio de rol en Madrid y en alguna ocasión se le ha ido en contra. En junio de 2022, el partido le obligó a rectificar tras llamar “tarado” al expresident Carles Puigdemont en directo en TV-3. A cierto sector más tradicional de ERC le incomoda que vaya por libre en muchos aspectos y que, por ejemplo, mostrara en público su descontento por la tarea que se le encomendaba en Santa Coloma, dando la sensación de “apoltronado”, dice una dirigente, en su rol en Madrid.
Sin embargo, nadie niega que su perfil sirve de altavoz para una campaña que de otra manera pasaría desapercibida. La apuesta del partido es tal que incluso una de las inversiones territorializadas más importantes que ERC pactó en los Presupuestos Generales es precisamente en Santa Coloma: cinco millones para equipamientos en el parque de Can Zam. Es práctica tradicional de los partidos políticos de aprovechar las enmiendas en las cuentas para regar sus feudos y desde la formación independentista defendieron que mostraba el compromiso de Rufián con municipio donde ERC no había logrado representación hasta 2015.
Rufián siempre ha hecho referencia a su origen, si bien después se mudó a Sabadell y posteriormente a Madrid. Estar empadronado en un municipio no es condición para poder ser candidato pero su principal problema es la imagen de paracaidista. Acostumbrado a los grandes discursos de la política nacional, la gran duda es cómo abordará el pequeño gran mundo del municipalismo. Por lo pronto, Parlon centra sus ataques y deja entrever que explotará el filón de que su antecesor, Bartomeu Muñoz, esté en la cárcel tras la condena por el caso Petroria de corrupción urbanística. Le culpa de cosas como la responsabilidad última de una guerra de carteles de la semana pasada (sobre los de la precampaña republicana se pegaron carteles con agenda de actividades municipales) hasta de no prestarle espacios para actos políticos, algo que denunció desde la sala de prensa del Congreso en febrero pasado. El Ayuntamiento le desmintió, asegurando que solo le constaba una consulta informal para grabar un programa de televisión que produce y presenta el diputado.
La consigna socialista es no darle cancha al “ruido”. Responderle, consideran, es ayudarle. Pero la potencia de los altavoces del republicano dificulta seguir con esa idea. En el entorno de Parlon creen que será en la campaña donde Rufián se vea como un paracaidista y eso reduzca sus expectativas de mejorar el resultado. No hay nervios, aseguran, e inscriben dentro de la actividad propia de la precampaña la visita de los ministros del PSC. El 28 de mayo se conocerá el desenlace.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal