La Generalitat desembarca en el mar
El Govern invertirá 20 millones de euros para desplegar sus competencias en oceanografía con radares de alta frecuencia, boyas y una barca
La Generalitat se echa a la mar con una inversión de más de 20 millones de euros para poner en marcha servicios oceanográficos clave para el desarrollo de sus competencias en esta materia. La red catalana de radares de alta frecuencia (Radar HF), valorada en 5,5 millones, estará formada por siete antenas que detectan la dirección de la corriente marina superficial hasta 80 kilómetros mar adentro y se complementará con el despliegue de un...
La Generalitat se echa a la mar con una inversión de más de 20 millones de euros para poner en marcha servicios oceanográficos clave para el desarrollo de sus competencias en esta materia. La red catalana de radares de alta frecuencia (Radar HF), valorada en 5,5 millones, estará formada por siete antenas que detectan la dirección de la corriente marina superficial hasta 80 kilómetros mar adentro y se complementará con el despliegue de una red de boyas oceanográficas. Los datos generados por la red de radares sobre corrientes superficiales y oleaje del mar —actualizados cada media hora— servirán para avanzar en el desarrollo sostenible de los sectores pesqueros y actividades marítimas recreativas y también para optimizar las respuestas frente a situaciones de emergencia como naufragios o vertido de contaminantes. Además con el análisis y la modelización de datos, se podrá mejorar en la búsqueda y predicción oceanográfica para hacer frente a episodios climáticos extremos. Toda la información se podrá consultar.
En su conjunto, la red catalana (será realidad en 2024) generará información en tiempo real sobre un área de unos 4.200 kilómetros cuadrados convertirá Cataluña, ha destacado la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà en su presentación en el Port de la Selva, “en la región europea con una mayor cobertura continua del litoral”. La primera de las siete antenas de la red ha sido cofinanciada con el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca y entró en funcionamiento a finales de 2022 en Cadaqués; la segunda se instaló en febrero en Begur; este año se pondrán tres en los puertos de Arenys de Mar, Barcelona y Ginesta (Sitges); las dos últimas estarán en el puerto de Segur de Calafell y en el Faro de Tossa de Mar.
En la práctica, la información obtenida por la red permitirá un amplio abanico de posibilidades, como optimizar las rutas de navegación y minimizar los consumos de combustible. En gestión pesquera, permitirá avanzar en el desarrollo de sistemas de predicción de dispersión de organismos marinos (transporte superficial de nutrientes, plancton, mareas rojas o larvas de especies de interés comercial). En actividades marítimas recreativas, desarrollar sistemas de modelización y alerta de dispersión de contaminantes u organismos que puedan provocar problemas de salud y además optimizar la respuesta de la Administración ante situaciones de riesgo o de emergencia como contaminación marina, naufragios, etcétera.
Información en alta resolución
Por otra parte, la red proporcionará información con una resolución y alcance inexistente hasta ahora, para hacer un seguimiento del cambio climático y una mejor gestión de la costa, ya que el aumento del nivel del mar, el oleaje y las corrientes juegan un papel clave en el transporte de arena en la costa, la erosión y las posibles inundaciones de zonas de menor altura. Entre los datos que ofrecerá a administraciones, sectores económicos y a sociedad en general están, según Jordà, “las mediciones, análisis y predicciones de variables como el nivel del mar, la temperatura, la salinidad, las corrientes marinas y el oleaje de todo el litoral”. “Tendremos el máximo conocimiento del medio para los retos ambientales de emergencia climática y de seguridad en la mar”, ha destacado.
La información proporcionada será, asegura, “de primordial importancia para mejorar la gestión de los recursos pesqueros y el medio marino, la Economía Azul y la transición energética”. En el ámbito marino, los sectores que más pueden beneficiarse de los datos y predicciones del Instituto Catalán de Investigación para la Gobernanza del Mar (ICATMAR) son el pesquero y la acuícola, las actividades marítimas recreativas y el transporte, los servicios de emergencia, salvamento y seguridad en el mar y los centros de investigación. Actualmente en Cataluña ya operan boyas y radares, pero con las nuevas antenas, las boyas fijas y a la deriva y el refuerzo de ICATMAR en materia oceanográfica, “se avanza hacia un sistema propio de recopilación, modelización y predicción en el ámbito marítimo”, apunta. En cuanto al diseño y la planificación de la red de boyas oceanográficas que deben complementar a los radares, están trabajando en el marco de la Comisión de Oceanografía Operacional del ICATMAR.
Jordà también ha inaugurado la Mar de Ponent, la nueva patrullera de control e inspección de pesca y actividades marítimas que, con 13 metros de eslora y una capacidad de 33 nudos, gracias a su polivalencia, permitirá obtener datos relativos a la biodiversidad y la calidad del agua y variables oceanográficas. Con esta barca, con base en Vilanova i la Geltrú, la Dirección General de Política Marítima y Pesca Sostenible inicia la renovación y consolidación de la flota, que aumentará más adelante con otra embarcación. La Mar de Ponent es la única dotada con equipos para el control de actividades pesqueras con un virador para comisar redes y otros utensilios usados de forma ilegal y furtiva, así como visores nocturnos y térmicos para posibilitar la vigilancia y navegación nocturna segura y el auxilio en tareas de rescate e búsqueda.
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