TMB hará controles de alcohol y drogas obligatorios a los conductores de autobús de Barcelona
Los sindicatos se oponen al nuevo protocolo de “prevención de consumo”, que será voluntario durante el mes de enero. En el Metro ya se realizan test
La empresa municipal Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) hará controles de alcohol y drogas a los conductores autobús de la ciudad. La medida, que forma parte de un “protocolo de prevención del consumo de alcohol y drogas” es voluntaria durante el mes de enero y será obligatoria a partir de febrero. Los controles comenzarán este martes. Presentado en un comité de ...
La empresa municipal Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) hará controles de alcohol y drogas a los conductores autobús de la ciudad. La medida, que forma parte de un “protocolo de prevención del consumo de alcohol y drogas” es voluntaria durante el mes de enero y será obligatoria a partir de febrero. Los controles comenzarán este martes. Presentado en un comité de salud laboral del pasado mes de diciembre, la mayoría de sindicatos lo rechazan (SIT, CGT, CC OO y ACTUB; mientras UGT es partidario de negociar) y alertan de que los controles los realizaría una empresa externa. TMB argumenta que los controles forman parte de “la política de prevención” y señala ya se hacen a los conductores de metro, como prevé la Ley Ferroviaria; que con los controles a los conductores de autobús la empresa se adelanta a la normativa de la Ley de Tráfico que entrará en vigor en 2024, indican fuentes de la empresa.
El protocolo fue presentado a la plantilla en una comunicación general el 16 de diciembre y posteriormente todos los empleados recibieron una carta. Por ahora no se ha producido ningún control en ninguna de las cuatro cocheras, indican fuentes sindicales este lunes, pero la empresa asegura que comenzarán este martes. Las mismas fuentes relacionan la nueva norma a un accidente que se produjo en mayo pasado, cuando un pasajero de avanzada edad falleció días después de viajar en un autobús que frenó en seco al cruzarle una moto y la frenada le provocó un golpe. El conductor de ese vehículo dio positivo en drogas. La empresa desvincula este accidente de la puesta en marcha del protocolo.
Las pruebas serán “aleatorias y en los centros de trabajo” y las realizará una empresa especializada, ha explicado el director de bus de TMB, Jacobo Kalitovics, y se analizarán en un laboratorio especializado y autorizado. Kalitovics ha rechazado las críticas de los empleados y ha defendido “un ejercicio de responsabilidad y de prevención hacia la ciudadanía para que nunca lleguen a suceder cosas”. El director de bus ha añadido, además, que los controles se realizarán a conductores y cualquier trabajador del servicio, como los de mantenimiento y talleres. “En otros sectores profesionales del transporte ya se realiza desde hace mucho”, ha dicho y ha puesto el ejemplo del metro o los pilotos de aviación.
El presidente del comité de empresa, Jesús Llinares, del Sindicato Independiente de Transportes (SIT) rechaza el protocolo “porque ha sido impuesto y no ha sido consensuado” y porque, afirma, “los conductores de bus ya están sometidos a controles policiales, como cualquier otro conductor”. “Estamos pendientes de que la Ley que entre en vigor en 2024 fije hasta qué punto los controles de alcohol y drogas se pueden imponer”, destaca. Los sindicatos y la empresa firmaron en octubre del año pasado un nuevo convenio después de días de paros parciales en el servicio.
Desde CGT, su delegado en el comité y en el Comité de Seguridad y Salud, Joaquin Gil, considera el protocolo “un disparate” y alude también a la modificación de la Ley de Tráfico que debe entrar en vigor en 2024: “Ya tenemos un reglamento de tráfico de obligatorio cumplimiento para todos los conductores, mientras somos mayores como para saber como hemos de conducir”, apunta. Y entiende que el reglamento tiene un carácter “punitivo”, porque, explica, si cualquier trabajador tiene un problema de consumo de alcohol o drogas puede acudir a la empresa para solicitar tratamiento. Roman Montorio, responsable de tráfico de la UGT en TMB, explica que su sindicato es partidario de “negociar” el protocolo.
“Podemos entender las quejas, todo el mundo es partícipe en un protocolo de esta magnitud, estamos hablando desde mayo, ellos son partidarios de un marco normativo para hacerlo obligatorio y creemos que no, que con la ley de riesgos laborales ya se puede ejecutar”, ha respondido el director de bus.
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