Superación escolar
En tercero de primaria, nueve años, la diferencia en conocimientos entre un estudiante de nivel socioeconómico bajo y uno de nivel alto equivale casi a dos años de escolarización
Las dificultades económicas de las familias influyen, y mucho, en el rendimiento escolar. Lo evidencian estudios como la reciente investigación del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol), que estima que en tercero de primaria (nueve años) la diferencia en conocimientos entre un estudiante de nivel socioeconómico bajo y uno de nivel alto equivale a casi dos años de escolarización. La situación de vulnerabilidad de muchos hogares también puede servir para explicar la elevada tasa de abandono escolar en España...
Las dificultades económicas de las familias influyen, y mucho, en el rendimiento escolar. Lo evidencian estudios como la reciente investigación del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol), que estima que en tercero de primaria (nueve años) la diferencia en conocimientos entre un estudiante de nivel socioeconómico bajo y uno de nivel alto equivale a casi dos años de escolarización. La situación de vulnerabilidad de muchos hogares también puede servir para explicar la elevada tasa de abandono escolar en España, la segunda más alta de la Unión Europea.
¿Cómo adquirir nuevos aprendizajes cuando no se goza de una alimentación saludable? ¿cómo estudiar o estar atento cuando se ven afectados por los insuficientes ingresos familiares y por ello no pueden participar en actividades deportivas, de ocio educativo, culturales o disfrutar del gadget que muestran todos los compañeros?¿cómo seguir el ritmo del curso cuando las condiciones de la vivienda no son las más adecuadas? Pensemos en la carencia o insuficiencia de la conexión a internet, en los límites de vivir en una pensión, en un piso ocupado o minúsculo, cuando tienes que hacer los deberes en una cama compartida con un hermano o cuando una orden de desalojo inminente pende sobre la familia.
Por ello, nos preocupan las consecuencias de la innovación educativa sobre la infancia vulnerable. No cuestionamos la necesidad del progreso en la didáctica escolar y entendemos la bondad de los aprendizajes competenciales, así como la superación de la memoria como única capacidad a evaluar. Solo queremos llamar la atención sobre aquellos aprendizajes básicos para muchos incorporados desde la familia, pero de los que puede carecer la población más vulnerable. En los centros socioeducativos donde ofrecemos refuerzo escolar, la merienda y un seguimiento socioeducativo, en los que cada tarde participan niños de contextos familiares muy complejos nos encontramos con carencias estructurales en disciplinas como matemáticas o lengua e incluso una falta importante de lo que podríamos llamar “cultura general”.
La escuela debe garantizar, de manera especial en los niños y niñas en situación de riesgo social, la lectura comprensiva, las matemáticas y ciertos conocimientos concretos básicos sobre los que estructurar aprendizajes futuros. Si ello no es posible se estará perdiendo una oportunidad excepcional para que muchos escolares puedan crecer culturalmente y fundamentar sus capacidades profesionales posteriores.
El filósofo Gregorio Luri argumenta la conveniencia de las tareas escolares, especialmente para los hijos de familias en situación de vulnerabilidad, por la mayor dedicación horaria al aprendizaje que otros ya obtienen de la relación cotidiana en sus entornos habituales y por los hábitos y autodisciplina que las tareas ayudan a incorporar. Dicho acompañamiento educativo favorecerá la inclusión social y mejores oportunidades para la infancia y el conjunto de la sociedad. Aseguremos aprendizajes básicos que puedan motivar inquietudes haciéndolos compatibles con la incorporación de la innovación educativa.
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