La Bisbal se convierte en un taller improvisado de coches, con más de 2.000 lunas destrozadas por la tormenta de granizo
El Ayuntamiento cede el pabellón ferial del municipio a las empresas para reparar los vehículos afectados
Los 10 minutos de tormenta de granizo que azotó este martes La Bisbal d’Empordà (Baix Empordà) y los pueblos vecinos han dejado al menos unos 2.000 vehículos con lunas rotas o gravemente dañadas. Desde este jueves, el ayuntamiento ha cedido el pabellón ferial de la localidad para que Ralarsa, empresa de reparación y sustitución de lunas, repare los desperfectos causados en el parque móvil local por los pedriscos que alcanz...
Los 10 minutos de tormenta de granizo que azotó este martes La Bisbal d’Empordà (Baix Empordà) y los pueblos vecinos han dejado al menos unos 2.000 vehículos con lunas rotas o gravemente dañadas. Desde este jueves, el ayuntamiento ha cedido el pabellón ferial de la localidad para que Ralarsa, empresa de reparación y sustitución de lunas, repare los desperfectos causados en el parque móvil local por los pedriscos que alcanzaron hasta 11centímetros de diámetro y velocidades superiores a los 100 km/h, según los meteorólogos. El alcalde del municipio, Enric Marquès (ERC), ha ofrecido a otras compañías, como Carglass, que se sumen también a la iniciativa.
Las aseguradoras, desbordadas, están derivando a sus clientes a cambiar las lunas de coches y todo tipo de vehículos al pabellón, adonde se han desplazado 10 técnicos de Ralarsa, part of Cary Group y varias furgonetas entre ellas una especializada en calibrado de cámaras para dar servicio a todos los afectados. La compañía con sede en Rubí, ha recibido más de 2.000 contactos pidiendo reparar las lunas de vecinos de la zona, tanto con llamadas a la central de contacto como con citas cogidas a través de la web. Solo durante el jueves, se programaron unas 700 citas y contaban con llegar al millar. Los técnicos desplazados para hacer los cambios in situ, prevén hacer entre 60 y 70 cambios al día y la intención es permanecer en la capital del Baix Empordà ofreciendo este servicio hasta el 10 de septiembre.
Desde primera hora de la mañana, además, varios vecinos de la zona que tuvieron conocimiento de la posibilidad de tener este servicio, llamaron a sus aseguradoras y estas les recomendaron que acudieran directamente al pabellón porque por teléfono estaba colapsado. Una vez allí, hicieron cola para dar sus datos a los encargados de la empresa y dejaron sus vehículos para que les cambien una –los más afortunados- o ambas lunas, dependiendo de los daños sufridos.
Poco después de las siete y media de la tarde del pasado 30 de agosto el cielo se ennegreció y una violenta tormenta de pedrisco cayó sobre La Bisbal d’Empordà “afectó a prácticamente todos los vehículos que estaban estacionados en las calles”, aseguró la alcaldesa accidental de esta localidad de algo más de 11.000 habitantes, Carme Vall. La tormenta de granizo provocó además la muerte de una bebé de 20 meses e hirió a medio centenar de personas.
Entre los vehículos afectados por el temporal constan dos coches patrulla de la Policía Local, y nueve vehículos de la comisaría de los Mossos d’Esquadra de La Bisbal, cinco coches (tres logotipados y dos de patrullas de paisano) y cuatro motos. Los agentes han tenido que estar especialmente alerta por esta rotura masiva de lunas porque varias personas quisieron aprovechar el fácil acceso al interior de los vehículos para robar. Diversos vecinos que detectaron a estos vándalos alertaron a los Mossos y a la Policía Local.
El granizo que cayó en la capital del Baix Empordà y alrededores dejó un escenario inédito. Un sinfín de lunas rotas o seriamente dañadas por impactos violentos, cristales rotos dentro y fuera de los coches, y lonas sujetas con cinta aislante cubriendo los espacios donde debía haber cristal para prevenir robos y también ante las previsiones de nuevos episodios de lluvias.
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