Laura Borràs ataca a Esquerra por no validar el voto delegado del diputado huído Lluís Puig

Pese a estar formalmente suspendida como presidenta del Parlament, Laura Borràs sigue tratando de imponer su criterio al frente de la institución. Este lunes ha arremetido contra Esquerra Republicana, acusando al diputado Ruben Wagensberg de bloquear la validación del voto delegado del diputado huido ...

Pese a estar formalmente suspendida como presidenta del Parlament, Laura Borràs sigue tratando de imponer su criterio al frente de la institución. Este lunes ha arremetido contra Esquerra Republicana, acusando al diputado Ruben Wagensberg de bloquear la validación del voto delegado del diputado huido Lluís Puig. El propio Wagensberg, que es secretario de la Mesa del Parlament, ha respondido negando que no tiene ninguna intención de bloqueo, pero ha revelado que para que el voto de Lluís Puig tenga valor se hace precisa “la reforma del reglamento” del Parlament. El episodio rompe la aparente unidad del independentismo que se trató de mostrar en relación con el caso Lluís Puig, y da otra vuelta de tuerca al enfrentamiento que mantiene ERC con Junts y, en concreto, con la ya expresidenta de la cámara autonómica. Los republicanos, junto con la CUP y el PSC, votaron a favor de suspenderla del cargo por su presunta vinculación con un caso de corrupción cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes.

En junio, el Tribunal Constitucional declaró nula la delegación de voto en el Parlament del diputado de Junts per Catalunya Lluís Puig Gordi, exconsejero de Cultura de la Generalitat que huyó a Bélgica en 2017 tras el referéndum del 1-O. En el primer pleno de julio, la Mesa del Parlament supuestamente acordó desobedecer el mandato del TC y Laura Borràs se encargó de escenificar el desacato. Pese a que, para proteger al personal de la institución, el voto de Puig no aparecía en la pantalla digital que muestra el recuento de cada votación, Borràs optó por sumar, de palabra, un voto extra a cada pronunciamiento que hacía el grupo parlamentario de Junts. Entonces, se dijo que ese voto extra aparecería en el acta del pleno, lo que formalizaba la desobediencia y abría la puerta a una probable causa judicial.

El acta la tenía que firmar Borràs, en calidad de presidenta, y pese a que ya está suspendida desde el pasado jueves, ella misma ha manifestado este lunes que, en cumplimiento de tareas atrasadas, se ha desplazado al Parlament. Sobre el acta donde debe quedar formalizada la validación del voto de Lluís Puig, Borràs ha alegado estar a la espera de que la firme primero Wagensberg, que es secretario de la Mesa. “Sabes perfectamente que los trabajadores pidieron que no se reflejara el voto en el Pleno pero yo lo contaba verbalmente y por escrito”, le ha espetado al republicano. “Existía el compromiso con Esquerra y con la CUP de que el voto de Lluís Puig iba a constar en el acta”, han insistido fuentes del entorno de la líder de Junts. “Una cosa es decir cosas de palabra, pero lo que cuenta es lo que se firma”, han insistido las mismas fuentes.

“Hoy he estado en el Parlament firmando las reconsideraciones en relación al voto de Puig Gordi. Por tanto, cuando el secretario que bloquea las actas las firme, yo también lo haré. Yo contaba el voto y lo firmaré como hice con la admisión de Pau Juvillà”, ha dicho sobre su controvertida actuación en el caso del diputado anticapitalista a quien al final se le retiró el escaño. Ruben Wagensberg ha puesto de manifiesto en Twitter que no se va negar a firmar las actas del pleno del 6 y 7 de julio, pero ha advertido respecto al caso de Puig: “Para que el voto vuelva a ser contabilizado y se puedan garantizar los derechos del diputado, hace falta la reforma del reglamento, que es lo que proponemos”.

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