Guimerà sigue agitando la pasión por el musical con ‘La filla del mar’
La intimista adaptación del drama, con texto y letras de Jaume Viñas y música de Marc Sambola, muestra su energía en el Teatro Condal
Pasan los años y cambian las modas, pero en el mundo del teatro musical, los dramas de Ángel Guimerà siguen inspirando nuevas óperas y musicales. Y en su quinto espectáculo, La Barni Teatre da una vuelta de tuerca al género con un musical de impecable factura a partir de La filla del mar, uno de los clásicos del dramaturgo catalán. Estrenado en el Grec Festival Barcelona en junio de 2021, el espectáculo, con música de Marc Sam...
Pasan los años y cambian las modas, pero en el mundo del teatro musical, los dramas de Ángel Guimerà siguen inspirando nuevas óperas y musicales. Y en su quinto espectáculo, La Barni Teatre da una vuelta de tuerca al género con un musical de impecable factura a partir de La filla del mar, uno de los clásicos del dramaturgo catalán. Estrenado en el Grec Festival Barcelona en junio de 2021, el espectáculo, con música de Marc Sambola, texto y letras de Jaume Viñas y dirección de Marc Vilavella, llena ahora de energía el Teatro Condal con una agenda de funciones hasta el 27 de marzo.
La filla del mar coincide en la cartelera con la emblemática Terra baixa -el Lliure de Gràcia recupera, treinta años después de su estreno, el histórico montaje de Fabià Puigserver, ahora bajo la dirección de Roger Bernat- drama que, entre otras adaptaciones, inspiró al compositor Eugen d´Albert una magnífica ópera, Tiefland, que el Liceo ofreció por última vez en 2008.
Muy lejos de la estética de gran musical clásico que aseguró el éxito al célebre montaje de Dagoll Dagom de Mar i cel, con música de Albert Guinovart y adaptación de Xavier Bru de Sala, La Barni Teatre explora un estilo musical más intimista y novedoso que integra a los instrumentistas en la acción dramática con naturalidad. De hecho las canciones de Sambola, que tejen un hilo narrativo impulsado por la música, acompañan la acción teatral, un poco a la manera del singspiel clásico, con transiciones entre los diálogos y las canciones que otorgan fluidez al relato con naturalidad.
Sambola, a la guitarra, actúa como guía inspirador de un encomiable trabajo musical de equipo. Hay actores que también cantan y tocan instrumentos en directo -teclados, acordeón, violín y percusión- dando vitalidad a la banda sonora. El caudal melódico, con esencias tradicionales, marca el tono intimista del musical, que huye del tremendismo melodramático incluso en las escenas de mayor tensión.
La dramaturgia y la escenografía -una estructura de madera móvil, con dos pisos-, apuestan por la sencillez visual y narrativa para reivindicar la obra de Guimerà con una mirada actual que, tras una notoria poda del texto -y un extraño parón musical en el segundo acto-, pone el foco en la diferencia y la denuncia del rechazo al diferente.
Afloran así los anhelos de Àgata, rescatada de un naufragio cuando tenía cinco años y acogida con recelos miserables por la familia más rica de un pueblo de pescadores que no la considera de los suyos. Su tragedia llega a los espectadores más jóvenes con códigos más cercanos y reconocibles.
Gran trabajo de Clara Solé en la piel de una Àgata magnética, de poderosos matices vocales, desde la ingenuidad a la rabia, desde la aparente resignación y las dudas a la fuerza salvaje de su instinto. Completan el triángulo amoroso Toni Viñals, dando vida con potente voz un chulesco Pere Màrtir que acaba mostrando su propio drama interior, y una sensacional Mariona Castillo como una posesiva y manipuladora Mariona que destila furor sexual.