Una joven acusada de arrojar un bebé al contenedor en Tarragona alega pánico a su padre “maltratador”
El fiscal mantiene que ella y su madre se compincharon para desprenderse de la criatura recién nacida
Una vecina de Tarragona que está acusada de haber abandonado en un contenedor de basura a su hija recién nacida, tras haberla parido en secreto en la habitación de su casa, alega que actuó condicionada por el pánico que sentía hacia su padre. “Era un maltratador que nos pegaba siempre”, afirmó la acusada, este lunes, en su declaración ante un jurado popular. También refirió haber sido víctima de abusos sexuales, por parte del padre. Tenía 18 años en el momento en que parió y abandonó a su bebé, y el fiscal pide que se la condene a prisión permanente revisable.
A la misma pena se enfrent...
Una vecina de Tarragona que está acusada de haber abandonado en un contenedor de basura a su hija recién nacida, tras haberla parido en secreto en la habitación de su casa, alega que actuó condicionada por el pánico que sentía hacia su padre. “Era un maltratador que nos pegaba siempre”, afirmó la acusada, este lunes, en su declaración ante un jurado popular. También refirió haber sido víctima de abusos sexuales, por parte del padre. Tenía 18 años en el momento en que parió y abandonó a su bebé, y el fiscal pide que se la condene a prisión permanente revisable.
A la misma pena se enfrenta la madre de la procesada, porque, según la fiscalía, colaboró en el plan para hacer desaparecer a la criatura. La mujer también declaró este lunes e insistió en la idea de que el hogar familiar vivía bajo un estado de amenaza por la actitud violenta de su marido. “He sido maltratada durante 27 años y tenía miedo de que nos hiciese daño”, manifestó. Ese temor habría propiciado que madre e hija se compincharan para ocultar el parto y, luego, para abandonar la criatura, una niña, en un contenedor del barrio de Torreforta, cerca del piso donde vivían. “Estaba tapada con una manta dentro de una caja de cartón”, declaró la abuela. Ambas niegan que la criatura estuviera muerta cuando la abandonaron, y el cuerpo del bebé no se ha encontrado nunca. El fiscal califica los hechos como constitutivos de un delito de asesinato.
Del relato de la chica se desprende que el nacimiento ocurrió la madrugada del 24 de marzo del 2020. Ante el jurado señaló que había tratado de abortar acudiendo al CAP pero que la derivaron a una clínica especializada porque se encontraba en un avanzado estado de gestación. No siguió las indicaciones, y afirma que nunca nadie la contactó desde el centro sanitario para interesarse por la evolución del caso. La noche del parto la chica compartía habitación con dos hermanos menores y, al dar a luz, trató de evitar ser descubierta.
Admite haber tapado “la boca y la nariz” de la recién nacida, antes de esconderla. “Vi que salía una mano pequeñita del armario y pensé tierra trágame”, relató la abuela del bebé, en su declaración judicial, recordando cómo se enteró del nacimiento de su nieta. Supuestamente, hasta ese momento desconocía el embarazo de su hija. Ambas discutieron sobre la conveniencia de acudir al hospital, pero la abuela se negó en redondo. “No podía ser”, alega. Supuestamente, el temor a la reacción del marido condicionó todos sus actos.
A la mañana siguiente, y aprovechando que el marido “había salido de compras”, la abuela metió al bebé en una caja y lo dejó en un contenedor cercano. Ambas acusadas defienden que la criatura “estaba viva” cuando la abandonaron en la calle.