El alcalde de Lleida no supera la cuestión de confianza
Miquel Pueyo la planteó para aprobar los presupuestos y ahora la oposición tiene en su mano encontrar candidato alternativo
El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, no superó este lunes la cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos que había planteado al pleno del ayuntamiento, y ahora se abre un periodo de un mes para que la oposición nombre a un candidato alternativo para que le releve. En caso de que no haya un nombre de consenso, los presupuestos quedarán aprobados automáticamente, y Pueyo saldrá reforzado.
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El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, no superó este lunes la cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos que había planteado al pleno del ayuntamiento, y ahora se abre un periodo de un mes para que la oposición nombre a un candidato alternativo para que le releve. En caso de que no haya un nombre de consenso, los presupuestos quedarán aprobados automáticamente, y Pueyo saldrá reforzado.
El alcalde de ERC decidió plantear la cuestión de confianza después de que la oposición rechazara en un pleno anterior la propuesta para aprobar las cuentas para el 2022. Este lunes, Pueyo contó con el apoyo de ERC y Junts, mientras que los comunes se abstuvieron. El PSC, el PP y los cuatro regidores no adscritos votaron en contra. El siguiente paso será ver si la oposición se pone de acuerdo para hacer prosperar una moción de censura, en el plazo de un mes. Si no es así, los presupuestos quedarán aprobados de manera automática.
Pueyo manifestó que bloquear los presupuestos supone una “temeridad”, porque pone freno a la recuperación económica y social de la ciudad. Alegó que “los derechos no se negocian”. El teniente de alcalde y portavoz de Junts, Antoni Postius, defendió su apoyo a la aprobación de las cuentas y considera que se han perdido unas semanas vitales para abordar proyectos de ciudad. Los vecinos de Lleida “no entienden qué pasa”, criticó Postius.
Mientras, el socialista, Fèlix Larrosa lamentó la situación de tensión en la ciudad y Xavi Palau, del PP, manifestó que el ayuntamiento se ha convertido en una “chirigota” de los carnavales.