El Govern irrita a entidades de derechos humanos por un nuevo protocolo sobre contención de presos
La Generalitat reformará una circular que dificulta inmovilizar a internos tras las críticas de los sindicatos de prisiones
Una reforma legal sobre cómo mantener bajo control a los presos en situaciones de tensión ha desatado una guerra a tres bandas entre el Govern, las entidades de derechos humanos y los sindicatos de prisiones. En mayo entró en vigor una circular que casi imposibilita la contención mecánica y la inmovilización de los internos. Fue una de las últimas medidas aprobadas por Ester Capella (ERC) antes de dejar el cargo de consejera de Justicia. Pero su sustituta, Lourdes Ciuró (Junts) ha anunciado que modificará el texto tras las pr...
Una reforma legal sobre cómo mantener bajo control a los presos en situaciones de tensión ha desatado una guerra a tres bandas entre el Govern, las entidades de derechos humanos y los sindicatos de prisiones. En mayo entró en vigor una circular que casi imposibilita la contención mecánica y la inmovilización de los internos. Fue una de las últimas medidas aprobadas por Ester Capella (ERC) antes de dejar el cargo de consejera de Justicia. Pero su sustituta, Lourdes Ciuró (Junts) ha anunciado que modificará el texto tras las presiones de los sindicatos, que denuncian que es en parte responsable del aumento de las agresiones a funcionarios. Un total de 18 entidades han exigido este jueves a Ciuró que no modifique una circular por la que llevaban años peleando.
La contención mecánica es la supresión de la capacidad de movimiento del interno mediante el uso de esposas, pero también de vetas adherentes y correas de sujeción (menos lesivas). Esos mecanismos estaban previstos en circulares anteriores, de 2004 y 2007, solo en casos excepcionales: situaciones de agresividad súbita, intentos de fuga, resistencia a los funcionarios. Pero las contenciones habían dado lugar a abusos (se utilizaban, por ejemplo, como castigo a los presos que se excedían) y diversos organismos internacionales, como el Comité para la Prevención de la Tortura del Consejo de Europa, habían solicitado expresamente a la Generalitat “cambios”.
Después de 14 años, el Govern atendió las peticiones de los colectivos pro derechos humanos y firmó una circular cuyo objetivo final es que no se produzcan las inmovilizaciones. El texto plantea “minimizar” la contención mecánica, que queda solo como última opción y se debe llevar a cabo “con las máximas garantías”. En su lugar, dice la circular, deben prevalecer las “técnicas de contención verbal”. El texto, firmado por el exresponsable de Prisiones Armand Calderó, prevé formar a los funcionarios en esas técnicas y habilitar celdas acolchadas en todas las prisiones como “alternativa a la contención mecánica en la cama”.
Tras las elecciones autonómicas que dieron la presidencia a Pere Aragonès y provocaron un cambio de carteras entre ERC y Junts, Lourdes Ciuró asumió Justicia. Los sindicatos de prisiones llevaban tiempo alertando de un aumento de las agresiones. Y esgrimen que parte de la culpa la tiene la circular, porque los funcionarios, más allá de la palabra, se han quedado sin herramientas para afrontar, con garantías para su integridad, situaciones de violencia. Los sindicatos reclamaron la modificación del texto.
Ciuró recogió el guante. A principios de diciembre, anunció en el Parlament su intención de modificar la circular con el argumento de que “no es operativa”. “De puertas afuera es una circular que se ve bien, pero de puertas adentro nadie se la cree, por lo tanto no es operativa”. Y afirmó que el nuevo texto entraría en vigor el 1 de enero de 2022.
El anuncio no ha gustado a las entidades a favor de los derechos de los presos. 18 de ellas, incluidos Irídia y el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la UB, han pedido este jueves que se mantenga la directiva porque fue fruto de un “trabajo colectivo”. Han criticado a Ciuró por anunciar la modificación “sin contar con ninguna evaluación sobre el funcionamiento” de la circular y han arremetido contra los sindicatos: “No tienen legitimidad para orientar la política penitenciaria de Cataluña en línea contraria a los organismos internacionales”. Alejandro Forero, del Observatorio, ha dicho que “es importante que haya seguridad para el personal penitenciario”, pero ha negado que haya una relación de causa-efecto entre la circular y un aumento de las agresiones. Forero ha pedido no volver atrás ni aprobar un texto que “no sea totalmente garantista con el respeto a los derechos humanos”.
Borrador en marcha
Las entidades piden que se las escuche, pero el Departamento de Justicia afirma que, en una reunión con las entidades, ya les ha avanzado que “podrán hacer las aportaciones que consideren” al texto. Según una portavoz, ya se ha elaborado el “borrador” de la nueva circular en el que por ahora han participado los equipos directivos de los centros y los mandos.
Justicia asegura que su objetivo es “tender a la contención cero” y añade que “cualquier actuación estará dirigida a obtener las máximas garantías para los internos y los profesionales, acompañada de criterio médico”. La directiva “estará totalmente alineada con la guía de nuevas prácticas en contenciones mecánicas” elaborada por los organismos internacionales de derechos humanos, señala una portavoz.