Los aparcamientos de pago logran desmasificar el Pirineo catalán
Las medidas evitan la saturación en lugares como el Cap de Creus y la Pica d’Estats
La viral imagen de septiembre de 2020 en la que decenas de excursionistas guardan cola para hacerse una foto en la cima más alta de Cataluña, la Pica d’Estats (3.143 metros), no se ha vuelto a repetir este verano. O al menos con el mismo volumen ni frecuencia. La polémica masificación tras el fin de las restricciones forzó a que la Generalitat se apresurara a impulsar un plan para regular los accesos con los ayuntamientos de la zona (los verdaderos competentes). ...
La viral imagen de septiembre de 2020 en la que decenas de excursionistas guardan cola para hacerse una foto en la cima más alta de Cataluña, la Pica d’Estats (3.143 metros), no se ha vuelto a repetir este verano. O al menos con el mismo volumen ni frecuencia. La polémica masificación tras el fin de las restricciones forzó a que la Generalitat se apresurara a impulsar un plan para regular los accesos con los ayuntamientos de la zona (los verdaderos competentes). Entre las medidas: cobrar el acceso e implantar la reserva previa. El Govern reforzó asimismo la presencia de los Mossos y Agents Rurals para evitar el aparcamiento en cunetas.
Directores de parques ya pedían desde hacía meses medidas así en zonas concurridas y todavía desprovistas. Para desmasificar el ascenso a la Pica d’Estats, el Consistorio de Alins implantó el aparcamiento de pago (cinco euros por coche y dos por moto, diarios) en La Molinassa (Lleida). Este lunes, el Govern publicó los primeros datos del plan y estos dicen que durante el periodo de regulación (entre el 31 de julio y el 5 de septiembre, y los días 11 y 12 de septiembre) la media diaria fue de 136 personas, muy por debajo de la cifra de “máxima capacidad”, de 198 personas. “Es un éxito teniendo en cuenta que el objetivo era evitar la masificación”, dice Marc Garriga, director del Parque Natural del Alt Pirineu. Pero Garriga alerta de que los “incívicos” siguen en la zona y pide extender las medidas, como a la cercana valle de Bonabé.
El plan en el Alt Pirineu fue una prueba piloto, pero Garriga ya da por hecho que ha venido para quedarse. “Sería necesario extenderlo a junio y julio, aunque solo fuera los fines de semana”, dice. En el Cap de Creus, la regulación también ha logrado desmasificar hasta reducir los vehículos un 65% respecto al 2020.