La pandemia agrava los casos de autolesiones en jóvenes
Los hospitales Vall d’Hebron y San Joan de Déu reportan una subida en la atención de urgencias
Uno de los lados más crudos del efecto de la pandemia sobre la salud mental de los jóvenes es el aumento en la atención de casos de autolesiones. Estudios publicados en los últimos diez años indican que, en Cataluña, un 11,4% de los menores de 18 años se ha hecho daño así mismo al menos una vez en la vida, en un intento de encontrar una vía de escape para ...
Uno de los lados más crudos del efecto de la pandemia sobre la salud mental de los jóvenes es el aumento en la atención de casos de autolesiones. Estudios publicados en los últimos diez años indican que, en Cataluña, un 11,4% de los menores de 18 años se ha hecho daño así mismo al menos una vez en la vida, en un intento de encontrar una vía de escape para su situación de desbordamiento emocional.
El porcentaje es bajo si se compara con la prevalencia del 27,6% en Europa. Sin embargo, los expertos alertan sobre cómo la crisis del coronavirus ha propulsado la tendencia al alza que ya notaban los centros especializados en psiquiatría infantil como los hospitales de Vall d’Hebron en Barcelona o Sant Joan de Déu en Esplugues de Llobregat.
En el periodo de 2014 al 2017 ya se produjo un aumento del 21% de las consultas en urgencias pediátricas por este motivo y entre 2019 y 2021, el incremento pasó a ser de “casi el doble”, explica Marc Ferrer, jefe del servicio de hospitalización de psiquiatra del Vall d’Hebron. El primer trimestre de este año, en Sant Joan de Déu, se han atendido un 47% más de pacientes con problemas de salud mental —que incluye las autolesiones— que en el mismo periodo de 2020.
Otro perfil de pacientes
”Un corte tiene un efecto desbloqueador, los libera de esta tensión interna y tienen los pies en el suelo”, agrega el facultativo. El confinamiento pandémico le llegó a muchos adolescentes en un momento clave del “proceso madurativo” en que las relaciones de amistad. El bloqueo emocional resultante se suma a otras variables como entornos familiares complicados, bullying, la presión de las redes sociales o la sensación de falta de oportunidades.
Ferrer compara el infligirse daño con el consumo de drogas: “Es eficaz para liberarse de forma rápida, pero a largo plazo comporta problemas”, ya que la reiteración incrementa el riesgo de pasar a un intento de suicidio, agrega.
La preocupación de los expertos radica no solo en el aumento en el número de casos sino también en el cambio del perfil de los pacientes. Anteriormente las autolesiones estaban asociadas a trastornos mentales graves ahora se dan también en jóvenes sin patologías establecidas. Mientras que las mujeres son más propensas a cortarse, rascarse o aplicar otros métodos que implican sangrado, los chicos tienden más a golpearse y quemarse.