Campamentos en alerta ante la quinta ola de la pandemia
Los contagios de covid obligan a confinar grupos de ‘casals’ escolares e incluso a suspender colonias de ‘esplais’
La quinta ola de contagios de coronavirus ha llegado también al ocio infantil y juvenil. Casals y campus de verano se están viendo obligados a confinar grupos de edad por positivos entre ...
La quinta ola de contagios de coronavirus ha llegado también al ocio infantil y juvenil. Casals y campus de verano se están viendo obligados a confinar grupos de edad por positivos entre monitores o contactos de los niños. Y en el caso de las colonias o campamentos que organizan entidades, esplais o caus, además de confinar grupos, se han llegado a suspender colonias, y los padres han tenido que recoger a los niños.
Es el caso de un esplai del distrito de Sant Martí, que el domingo canceló las colonias que había empezado el martes 29 en una granja escuela del Solsonès con un centenar de niños en cuatro grupos de edad en actividades por separado. Otras colonias con niños de toda Cataluña que se celebraban en una casa de Osona se cancelaron también el domingo pasado.
Oficialmente, los casos son pocos. Los datos “provisionales reportados en actividades de ocio son de 42 positivos y 416 contactos estrechos de un total de 250.000 jóvenes y 30.000 monitores” de las actividades previstas en toda Cataluña hasta el 17 de julio, informó ayer el departamento de Derechos Sociales del Govern. En la misma comunicación, insistían en que los datos son “provisionales y que se actualizarán periódicamente”.
Desde la Fundació Pere Tarrés reportan 13 casos positivos de 32.000 jóvenes y monitores. Y desde Fundesplai, “unos 30” de los 68.000 participantes en 1.300 turnos durante todo el verano. Pero solo el esplai de Sant Martí citado ya acumula una docena de positivos, entre monitores y jóvenes a partir de 12 años. Una de las monitoras contagiadas tenía, además, la pauta entera de dos dosis de vacuna, porque durante el curso trabaja en un comedor escolar, explican fuentes de la organización.
Ante la situación general de los contagios en Cataluña y los casos reportados (oficialmente o de manera informal) otros centros de ocio juvenil están cambiando de planes. En el barrio del Poblenou de Barcelona hay dos ejemplos.
En uno, los monitores, entre los que hubo un caso positivo, han decido aislarse los diez días previos a las colonias y saldrán cuatro días después de lo previsto. Un atraso que les supone volver a comunicar al Ayuntamiento qué actividades realizarán para homologarlas, una gestión que habitualmente se hace en enero o febrero, explica Lluís, responsable del esplai. En otra entidad, la idea es salir esta semana, pero han pedido a las familias que realicen pruebas rápidas antes de subir al autocar.
Desde la Asociación de Casas de colonias y albergues de Cataluña(que tiene asociadas un tercio de las de Cataluña), su gerente, Pedro de Haro, apunta que vista la evolución epidémica tienen “más miedo que casos reales”. Explica que han tenido pocos casos de grupos confinados, pero que “preocupa mucho la situación porque acabará afectando a todas las actividades” de un sector que, dice, ha sufrido mucho en 2020 y lo que va de 2021. De Haro pide al departamento de Juventud que “si quieren garantizar el derecho al ocio, consideren a los monitores como esenciales”.
En los casals, el impacto de la covid está siendo mucho más duro que el verano pasado, explica Iván Casar, director de Valors, una entidad con 20 años de experiencia. Tienen una quincena de casales activos en Barcelona, pero cinco grupos han tenido que confinarse: en total, medio centenar de niños de entre tres y 12 años y cinco monitores han tenido que cuarentenarse preventivamente tras detectar un positivo en su grupo. “Está siendo peor que durante el curso. Nosotros hemos decidido devolver el dinero a las familias y eso es un palo económico también para nosotros. Parecía que ahora cogíamos aire y al final, nada”, lamenta Casar. Coincide en pedir “una vacunación masiva de monitores” e incluso de “niños o ayudas a las empresas”.