Mirando al futuro
Se tiene que decir que el papel que está jugando el Tribunal de Cuentas reclamando de forma desorbitada responsabilidades patrimoniales a responsables políticos son piedras en el camino de la agenda de diálogo
El acierto político de los indultos a los nueve líderes de los hechos de otoño de 2017 va a impactar en la dinámica social y política de futuro. Se tiene que dar por descontado que una parte de la población preservará en la retórica que la independencia ya ha estado votada y proclamada y que solo falta su “implementación”. Este sector irredento va viendo como la realidad de los hechos es tozuda. Muchas veces es más cómodo mantenerse en las posiciones oníricas en un puro ejercicio de sublimación del presente. Solo así se puede explicar que el carlismo se prolongara durante tantos años entre sec...
El acierto político de los indultos a los nueve líderes de los hechos de otoño de 2017 va a impactar en la dinámica social y política de futuro. Se tiene que dar por descontado que una parte de la población preservará en la retórica que la independencia ya ha estado votada y proclamada y que solo falta su “implementación”. Este sector irredento va viendo como la realidad de los hechos es tozuda. Muchas veces es más cómodo mantenerse en las posiciones oníricas en un puro ejercicio de sublimación del presente. Solo así se puede explicar que el carlismo se prolongara durante tantos años entre sectores que vivían mejor en su mundo al baño maría. Una vez más defiendo evitar poner el dedo en la llaga de los que están transitando y recordar que a todos nos cuesta reconocer errores del pasado. Únicamente la política con sentido histórico encontrará vías para solucionar el conflicto.
Una alternativa que se pueda someter a votación puede suponer el desatascador de la situación actualUna alternativa que se pueda someter a votación puede suponer el desatascador de la situación actual
Lo que es relevante es que otro sector del independentismo sí haya hecho un diagnóstico crítico del pasado reciente y se disponga al diálogo político y la transacción. La opción que mantiene ERC tendrá un aliado en la voluntad del Gobierno de arriesgar y solucionar el conflicto y tendrá su espada de Damocles en el hecho de que en dos años se ha comprometido a someterse a una cuestión de confianza que puede suponer el final precipitado de la legislatura o un cambio de socios parlamentarios. Dos años en política es una eternidad. El Ejecutivo socialista —que hoy más que ayer tiene mayoría parlamentaria para completar la legislatura— tendrá prisa en llegar a acuerdos y demostrar la utilidad de sus apuestas. ¿A quién van destinadas estos frutos? Directamente a la sociedad catalana. La suma de indultos más mesa del diálogo puede suponer un punto de inflexión en el comportamiento de parte del electorado catalán. Porque miles y miles de ciudadanos apoyaron el independentismo en versión polarizada por falta de alternativas. El ritornelo desde 2012 a 2017 fue la reivindicación genérica de votar. No se dio ninguna salida, no se presentó ninguna alternativa. En la mesa del presidente Rajoy llegaron ideas articuladas para votar propuestas en el marco de la ley. Desestimó activar esta válvula de escape que seguramente habría evitado que algunos llegaran a romper el espejo en octubre de 2017. Prefirió el inmovilismo culposo influido por los malos consejos de su vicepresidenta. No todos en su partido pensaban igual.
La presentación de una alternativa que se pueda someter a votación puede suponer el desatascador de la situación actual. Y quizás los que se hayan puesto de acuerdo en la conveniencia de votar pueden defender sentidos de voto contrarios sobre lo que se vote. El Estatuto de 2006 refrendado por la ciudadanía y previo a los recortes sufridos en el Constitucional es un buen punto de partida. Máxime sabiendo que en aquellos años posteriores a la sentencia ya se habían redactado propuestas de modificación de leyes estatales para hacer posible el acomodo legal de gran parte de lo que fue refrendado. A la vez se tiene que decir que el papel que está jugando el Tribunal de Cuentas imputando de forma desorbitada responsabilidades patrimoniales a responsables políticos son piedras en el camino de la agenda del diálogo.
Algunos entraron en el callejón del independentismo porque se encontraron en una calle sin salidaAlgunos entraron en el callejón del independentismo porque se encontraron en una calle sin salida
La decisión política de los indultos y la predisposición al diálogo interpela directamente a la ciudadanía. Cataluña es este país que lleva votando mayorías independentistas en varias elecciones consecutivas pero que en 2008 dio la mayoría más grande que nunca haya cosechado el socialismo en unas generales: 25 de 47 escaños, más de los que consiguió la super mayoría de González en 1982. ¿Cuál fue la fuerza tractora de aquella victoria? Mostrar una actitud diametralmente opuesta a la del PP, por aquellos años enfrascado en la recogida de firmas contra el Estatut y en sacar réditos electorales de hablar mal de lo que eran las posiciones de consenso en Cataluña. No se debe descuidar este dato porque la estrategia del socialismo puede ir por aquí. Los votantes valoran las actitudes, la predisposición y el mover ficha. Algunos entraron en el callejón del independentismo porque se encontraron en una calle sin salida. Las salidas convienen a una sociedad que debe superar la política de bloques pero también a los que lideran los dos gobiernos. Continuaremos viendo a empresarios y curas aplaudiendo esta estrategia porque les parece más inteligente que ser abroncados por Aznar y fustigados por las dos derechas y media que han decidido ser residuales en esta parte de España.
Liderar es arriesgar que lo que hoy puede ser incomprendido mañana sea valorado como un movimiento de ficha pensado y benefactor. Espero que estemos en este momento.