Ofensiva del sector económico para reclamar la ampliación del aeropuerto de El Prat
Un manifiesto consensuado por más de 200 entidades contraataca la negativa liderada por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona
No está todo dicho sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Cuando Aena parecía haberse quedado sola en la defensa del proyecto para alargar el campo de vuelo y poder aumentar, así, el tráfico de aviones y el volumen de pasajeros, ha sumado de golpe más de 200 aliados. Entidades y asociaciones vinculadas al sector económico y empresarial han firmado un manifiesto para reivindicar el agrandamiento del aeropuerto. Como ar...
No está todo dicho sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Cuando Aena parecía haberse quedado sola en la defensa del proyecto para alargar el campo de vuelo y poder aumentar, así, el tráfico de aviones y el volumen de pasajeros, ha sumado de golpe más de 200 aliados. Entidades y asociaciones vinculadas al sector económico y empresarial han firmado un manifiesto para reivindicar el agrandamiento del aeropuerto. Como argumento a favor esgrimen el impacto económico que genera, “contribuye al 7% del PIB de Cataluña”, y destacan la inversión de 1.700 millones de euros a la que se ha comprometido Aena si no se bloquea la ampliación. “Con la situación actual y el déficit histórico de infraestructuras denunciado por la sociedad civil catalana, no se puede renunciar”, sostiene el manifiesto. Está firmado por el Círculo de Economía, la Cámara de Comercio de Barcelona, Fomento del Trabajo, el RACC, Pimec, el gremio de restauradores, Barcelona Tech City, Mobile World Capital, Esade y la Ufec, entre otros. La presentación del documento es el preámbulo de un acto conjunto que se ha programado para el próximo miércoles en Barcelona.
El proyecto de ampliación, hasta ahora, ha levantado más voces críticas que apoyos. Los municipios más cercanos a las pistas, asociaciones de vecinos, entidades ecologistas y, más recientemente, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat se han posicionado en contra de ampliar las instalaciones aeroportuarias de El Prat, alegando que el impacto medioambiental no es sostenible. Aena ha tratado de mostrar en público una actitud conciliadora, optando por buscar una negociación con todas las partes contrarias. La empresa, cotizada y participada por el Estado, ha insistido en que para afrontar la intervención en El Prat es menester contar con una posición de consenso. Sin embargo, ante las reiteradas negativas, su presidente, Maurici Lucena, elevó el tono el pasado jueves advirtiendo que Barcelona puede pagar un precio “altísimo” si no se da luz verde para intervenir en el aeropuerto. “En Madrid nadie discute ampliar Barajas”, manifestó Lucena en un acto donde compartió protagonismo con el catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, y exconsejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell.
El aeropuerto Josep Tarradellas “es uno de los principales motores de competitividad, ocupación y futuro de Barcelona, Cataluña, España y la Región Euro Mediterránea”, defienden los firmantes del manifiesto. Alertan que, con su actual configuración, con la capacidad de las tres pistas limitada para aminorar el impacto acústico en las áreas residenciales que lo rodean, el tope de capacidad queda fijado en los 55 millones de pasajeros al año. En 2019, antes de que la pandemia frenara en seco el tráfico aéreo, por las terminales de El Prat desfilaron casi 53 millones de viajeros. “Hay que construir la terminal satélite ya prevista y el alargamiento de una de las pistas”, exige el escrito. Renunciar a una obra que Aena ya tiene presupuestada sería “inaceptable”, señalan los firmantes.
La dirección del aeropuerto de Barcelona ha oficializado su interés por convertir la infraestructura en un hub internacional, una base de operaciones para las aerolíneas que operan vuelos desde Europa a América y Asia, básicamente. Sin darle más capacidad a la instalación, esa apuesta podría caer en saco roto, pronostican los partidarios de la ampliación. Los opositores, en cambio, sostienen que se pueden aprovechar los aeropuertos de Girona y Reus para no poner al límite las terminales de Barcelona. Aena mantiene que el interés de las aerolíneas cae en picado cuando, a falta de franjas horarias libres en Barcelona, se les da como alternativa pistas secundarias que están a 100 kilómetros de distancia. Defender el crecimiento de El Prat no debe suponer condenar al abandono a Reus y Girona, mantiene el manifiesto de las entidades económicas. “Aena tiene que mantener su compromiso con los planes de futuro de los Aeropuertos de Girona-Costa Brava y Reus”, se señala. “Sin creación de riqueza el Estado del Bienestar será insostenible”, sentencia el escrito.