La reducción de la contaminación por el confinamiento evitó 28 muertes en Barcelona

Un estudio revela que se evitaron 170 defunciones en toda España

La Via Laietana de Barcelona, completamente vacía durante el confinamiento.Albert Garcia Gallego

El confinamiento domiciliario impuesto durante la primera ola de la pandemia, en marzo de 2020, evitó alrededor de 170 muertes prematuras en España — 32 de las cuales en Cataluña—, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) —centro impulsado por la Fundación La Caixa— junto con el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS). ...

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El confinamiento domiciliario impuesto durante la primera ola de la pandemia, en marzo de 2020, evitó alrededor de 170 muertes prematuras en España — 32 de las cuales en Cataluña—, según un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) —centro impulsado por la Fundación La Caixa— junto con el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS). El estudio analiza los cambios en los niveles de contaminación atmosférica durante los 57 días de confinamiento y los 42 de desconfinamiento, entre marzo y junio de 2020.

El estudio, publicado ayer por la revista Enviromental Pollution, demuestra que los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), procedentes mayoritariamente por los vehículos, se redujeron un 51% durante el confinamiento y un 36% durante el desconfinamiento.

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Los investigadores estiman que la reducción de los niveles de NO2 evitaron 120 muertes durante el confinamiento y 50 durante el desconfinamiento en toda España. De estas 170 muertes, en Barcelona se evitaron 28 fallecimientos, en Girona dos, en Lleida una y en Tarragona una.

Hicham Achebak, primer autor del estudio e investigador de ISGlobal y del Centro de Estudios Demográficos (CED), explica, según recoge la agencia EFE, que han tenido en cuenta la influencia de factores meteorológicos al cuantificar el efecto del confinamiento en la calidad del aire a través de técnicas de aprendizaje automático. “Nos hemos basado en un modelo epidemiológico ajustado específicamente en cada una de las capitales con datos históricos de salud y contaminación atmosférica”, detalla Achebak.

Durante el mismo periodo de tiempo, el ozono se redujo mucho menos, en un 1,1% durante el confinamiento y en un 0,6% durante el desconfinamiento, aunque aumentó en algunas de las provincias más pobladas. Precisamente, en el caso del ozono, la mortalidad prematura se incrementó durante todo el período estudiado, sobre todo en grandes ciudades como Madrid con 15 decesos; Barcelona con cinco, y Bilbao también con cinco.

Carlos Pérez García-Pando, jefe del grupo de Composición Atmosférica del BSC-CNS, aclara que esto ocurre porque “pese a las pequeñas reducciones medias durante el período analizado, hubo un aumento de los niveles de ozono en las ciudades más pobladas”, especialmente Barcelona y Madrid.

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