El patrimonio de los diputados catalanes: piso, coche y deudas
Las declaraciones de bienes del Parlament catalán detallan las propiedades y créditos de los cargos electos
La fotografía que se repite con más frecuencia de los bienes de la mayoría de los diputados de la XIII legislatura del Parlament catalán, constituido el pasado 12 de marzo, es que la mayoría tienen un piso en propiedad con una hipoteca viva y un coche, según las declaraciones que presentaron el mes pasado y que muestra la página web del Parlament catalán. El nivel de endeudamiento respecto a la vivienda habitual es lo que más varía, así como los depósitos, inversiones y planes de pensiones.
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La fotografía que se repite con más frecuencia de los bienes de la mayoría de los diputados de la XIII legislatura del Parlament catalán, constituido el pasado 12 de marzo, es que la mayoría tienen un piso en propiedad con una hipoteca viva y un coche, según las declaraciones que presentaron el mes pasado y que muestra la página web del Parlament catalán. El nivel de endeudamiento respecto a la vivienda habitual es lo que más varía, así como los depósitos, inversiones y planes de pensiones.
La presidenta del Parlament, Laura Borràs, declaró ser propietaria al 50% de un piso que adquirió en 1996 por un valor catastral de 201.000 euros y un Toyota Yaris. Borràs, según su declaración, posee títulos de inversiones valoradas en algo más de 67.000 euros. Entre el resto de los miembros de la Mesa, el secretario segundo Jaume Alonso-Cuevillas (Junts per Catalunya) declaró ser propietario al 100% de tres viviendas -una de ellas por herencia- por valor conjunto de 626.000 euros con varios préstamos hipotecarios que suman 593.000 euros. Cuevillas es administrador único o solidario de varias sociedades profesionales y es titular de planes de pensiones por 213.000 euros. El abogado y diputado también ha declarado ser el titular de un amarre en el puerto del Estartit y dos motocicletas.
La vicepresidenta segunda de la mesa Eva Granados (PSC) es propietaria al 100% de un piso que adquirió en 2000 por un valor catastral de 148.000 euros, un plan de pensiones de 21.000 euros, un préstamo de algo más de 5.500 euros y un Seat Mii.
El jefe de filas socialista, Salvador Illa, es el propietario al 50% de un piso adquirido en 2005 por 217.000 euros con un préstamo hipotecario vivo de 6.600 euros, una plaza de aparcamiento valorada en 6.000 euros, un plan de pensiones de algo más de 48.000 euros y un Volkswagen Golf.
El líder de ERC, Pere Aragonès, declaró la propiedad al 100% de un piso con un valor catastral de 325.000 euros que adquirió en 2009. En el capítulo de deudas, Aragonès tiene un préstamo hipotecario de 104.000 euros, otro particular de 135.000 más un tercero para la compra de un coche (un Audi Q5) por 27.000 euros. El republicano tiene unos 20.000 euros en planes de pensiones. Su compañera de partido y vicepresidenta primera de la Mesa, Anna Caula, declara seis propiedades inmobiliarias -de las que es propietaria entre el 50% y el 100%- por un valor total de cerca de 540.000 euros y un préstamo personal de cerca de 19.000 euros. Caula posee valores y acciones y plan de pensiones por un total de 108.000 euros.
No todos los diputados declaran ser propietarios de bienes inmobiliarios, como por ejemplo Carlos Carrizosa (Ciudadanos) -que declaró acciones y un plan de pensiones por un total de 23.000 euros y un Lexus 200CTX- o Elsa Artadi (Junts) con una declaración que limita a depósitos bancarios de 145.000 euros.