Barcelona pone freno al exceso de velocidad e instalará 47 radares
El Consistorio colocará dispositivos en el interior de la ciudad y en las rondas
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado esta mañana que luchará contra el exceso de velocidad con una medida sin precedentes: la instalación de 44 radares fijos y tres de tramo. Los radares de tramo son aquellos que leen las matrículas en un punto y otro y permiten así controlar la velocidad media a la que ha circulado el vehículo. Hasta hoy, y desde hace solo 10 años, la capital catalana con...
El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado esta mañana que luchará contra el exceso de velocidad con una medida sin precedentes: la instalación de 44 radares fijos y tres de tramo. Los radares de tramo son aquellos que leen las matrículas en un punto y otro y permiten así controlar la velocidad media a la que ha circulado el vehículo. Hasta hoy, y desde hace solo 10 años, la capital catalana contaba con una decena de radares de punto -situados en los accesos de la ciudad, en las rondas y en el túnel de Badal- y un radar de tramo en la ronda de Dalt.
La concejal de Movilidad, Rosa Alarcón, ha destacado este lunes que el objetivo marcado por el Consistorio es llegar a cero muertos y cero heridos lo antes posible y ha denunciado que, pese a que en 2020 se han reducido los accidentes —debido a la obligación de confinamiento—, se han incrementado las denuncias de exceso de velocidad, que han pasado de 347.173 en 2019 a 604.104. Alarcón también ha destacado que en la actualidad el 65% de las calles de la ciudad tiene una limitación de 30 kilómetros y la pretensión es llegar al 75% de las calles antes de fin de año.
Alarcón asegura que no hay un afán recaudatorio en la colocación de estos dispositivos y que la medida responde a los objetivos marcados por el Plan de Movilidad Urbana (PMU) 2024 y el Plan Local de Seguridad Viaria de Barcelona 2019-2022. Los nuevos radares se instalarán en puntos considerados de riesgo para la seguridad viaria. Estos puntos los ha fijado un grupo de trabajo integrado por la Dirección de Movilidad del Ayuntamiento y la Guardia Urbana de Barcelona.
El director de los servicios de movilidad, Adrià Gomila, ha informado que este marzo entrará en funcionamiento un radar de tramo en los dos sentidos de circulación del túnel de la Rovira. “Se trata del segundo radar de estas características que se instala en la ciudad, ya que el primero se colocó en 2016 en la ronda de Dalt”, destaca. También se instalará, antes del verano, un radar de tramo que controle los dos sentidos del túnel de Badal entre la plaza Cerdà y la Diagonal y otro de las mismas características en la ronda del Litoral entre la Barceloneta y Miramar, que no entrará en funcionamiento hasta 2022.
En cuanto a los radares de punto, Gomila ha destacado la instalación de 32 dispositivos dentro de la ciudad donde se ha detectado un aumento de las infracciones por exceso de velocidad y un incremento del riesgo de siniestro viario.
Las ubicaciones de estos radares serán:
Pau Claris, a la altura de plaza Urquinaona; Aragó entre Urgell y Casanovas; Diagonal, a la altura de Roger de Flor; Paral·lel, a la altura de Palaudàries; Gran Via, a la altura de Química; Gran Via, a la altura de Sant Roc/Sant Germà; Carrer A, a la altura del número 2, en el polígono de la Zona Franca; Diagonal, a partir de plaza Pius XII / Palau Pedralbes; túnel de la ronda del General Mitre, a la altura de la salida de la calle de Can Ràbia; Diagonal, a la altura de Numància; Balmes, a la altura de General Mitre; General Mitre, a la altura de Ganduxer; paseo de la Bonanova, a la altura de Anglí; Isaac Newton, a la altura de Císter; JV Foix, a la altura de Ramon Miquel i Planes; avenida Vallvidrera, junto a la estación de Peu del Funicular; Anglí, a la altura de Hort de la Vila; Travessera de Dalt, a la altura de Verdi; avenida Estatut, a la altura de Jorge Manrique; Piferrer, a la altura de Alella; paseo Fabra i Puig, a la altura de Canigó; Santander, a la altura de Cànem; Felip II, a la altura de Múrcia; Ferran Junoy, a la altura de Sao Paulo; avenida Meridiana, a la altura de Sant Antoni Maria Claret; Aragó, a la altura de Corunya; avenida Litoral, a la altura de Arquitecte Sert; Gran Via, a la altura de Selva de Mar; avenida Litoral, entre Llacuna y Jaume Vicens Vives; Rocafort con Sepúlveda; Carrer de Sants, a la altura de Espanya Industrial, i paseo de la Bonanova, a la altura de Iradier.
El director de los servicios de movilidad también ha destacado que en el marco del programa municipal Protegemos las Escuelas también se implantarán medidas para reducir la velocidad en los entornos escolares. Entre ellas destacan la instalación de 12 radares que controlarán que no se exceda la velocidad de 30 kilómetros hora en estos puntos:
- Numància junto a las escuelas Ítaca y Anglesola.
- Aragó en las escuelas Lestonnac y Escolàpies Llúria.
- Mallorca junto a la escuela Dominiques.
- Mallorca en la escuela Dovella.
- Travessera de Gràcia junto a la escuela Infant Jesús.
- Indústria en la escuela Miralletes y el instituto Moisès Broggi.
- Sant Antoni Maria Claret en la escuela Antoni Balmanya.
- Balmes junto a la Escola Pia.
- Balmes en la escuela Poeta Foix.
- Entença junto a las escuelas Xirinacs y Entença.
- Sardenya en la escuela de Les Aigües.
- Consell de Cent en el centro educativo López Vicuña.
Además, también se colocarán los llamados “radares pedagógicos”, un tipo de radar móvil que consiste en unos paneles electrónicos que muestran a los conductores a qué velocidad circulan y les alertan cuando exceden la velocidad y no sancionan. El objetivo es concienciar a los conductores.
Gomila ha destacado que cada uno de los radares de punto costarán al Ayuntamiento 30.000 euros, mientras que los de tramo tienen un precio de 250.000 euros.