Las librerías catalanas ‘recuperan’ su condición de esenciales y abrirán los fines de semana
Las tiendas de más de 400 metros cuadrados, cerradas desde principios de enero, facturan casi el 60% de las ventas del sector
Las librerías ya son de verdad esenciales y no sólo sobre el papel. La Generalitat, tras equipararlas con los centros culturales, ha anunciado que podrán volver a abrir los fines de semana, tras cinco consecutivos con las persianas bajadas. La noticia es aún más satisfactoria para las que sobrepasan los 400 metros cuadrados, que permanecieron cerradas todos los días sin posibilidad de maniobra alguna, porque podrán abrir ya el lunes. El anuncio ...
Las librerías ya son de verdad esenciales y no sólo sobre el papel. La Generalitat, tras equipararlas con los centros culturales, ha anunciado que podrán volver a abrir los fines de semana, tras cinco consecutivos con las persianas bajadas. La noticia es aún más satisfactoria para las que sobrepasan los 400 metros cuadrados, que permanecieron cerradas todos los días sin posibilidad de maniobra alguna, porque podrán abrir ya el lunes. El anuncio permite respirar al sector del libro en Cataluña: según estimaciones aún no oficiales, enero se ha saldado con malas cifras en buena parte porque los sábados es uno de los días de más venta y porque las tiendas de mayor superficie concentran casi un 60% de la facturación.
”Veremos la letra pequeña cuando se publique la resolución, pero lo importante es que se ha impuesto el sentido común y se ha entendido que las librerías son comercios esenciales”, ha asegurado a este diario Patrici Tixis, presidente de la Cambra del Llibre de Catalunya, que agrupa a toda la cadena del libro. El comentario lleva carga tácita: alude a que la propia Generalitat declaró el pasado 22 de septiembre el libro como “bien esencial”, decisión que quedó en papel mojado con las medidas sanitarias restrictivas de principios de enero, cuando no se incluyeron a las librerías entre los comercios esenciales a los que se permitía seguir abiertos. El Govern deslizó que había sido un error administrativo, pero nunca se corrigió y las librerías han estado cerradas cuatro fines de semana de enero y aún deberá ser así el próximo; las de más de 400 metros cuadrados no pudieron abrir ningún día. Lo harán ya el lunes.
Comerse un libro
“Se cometió un doble error: no excluirlas del cierre y luego, no rectificar; si el libro es esencial, se ha de poder comprar igual que el pan o las lechugas. El problema ha sido si nos creemos la naturaleza esencial del libro o no y eso es lo que hemos intentado hacer ver a la Generalitat con reuniones al más alto nivel”, puntualiza Tixis.
El sector mantendrá el acto de protesta del sábado en la Fábrica Lehmann de Barcelona (17 horas) con los presidentes de los gremios que conforman la Cambra del Llibre y una nutrida representación de libreros, donde se leerá un manifiesto en favor del libro y se devorarán ejemplares de un volumen comestible. “Nos reuniremos para celebrar que dejen volver a abrir las librerías, para quejarnos de que nos las hayan hecho cerrar estas semanas y para exigir que no nos lo vuelvan a hacer”, han asegurado los organizadores.
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