Un Nadal de récord con 1.044 originales, pero sin cena de gala

La pandemia trastoca el histórico premio literario, que se falla hoy, junto al Pla, sin público

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Ana Merino (a la izquierda) y Laia Aguilar, en la entrega de los premios Nadal y Josep Pla de 2020.Carles Ribas

Desde su primera edición el 6 de enero de 1945 en el histórico Café Suizo de La Rambla de Barcelona, el premio Nadal de novela se ha concedido en el transcurso de una velada literaria, a partir de 1958 ya desde el Hotel Ritz, hoy Palace, donde se sigue celebrando. Y, claro, siempre con su correspondiente cena (crema de alcachofa, lenguado, becada y peras a la cardinal en el ágape inaugural). Pero, por vez primera en la historia del galardón decano de las letras en castellano, no será así esta no...

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Desde su primera edición el 6 de enero de 1945 en el histórico Café Suizo de La Rambla de Barcelona, el premio Nadal de novela se ha concedido en el transcurso de una velada literaria, a partir de 1958 ya desde el Hotel Ritz, hoy Palace, donde se sigue celebrando. Y, claro, siempre con su correspondiente cena (crema de alcachofa, lenguado, becada y peras a la cardinal en el ágape inaugural). Pero, por vez primera en la historia del galardón decano de las letras en castellano, no será así esta noche por las restricciones sanitarias que impone la pandemia, que impiden una cena multitudinaria, una de las señas de identidad del Nadal, paradigma y escaparate de la vida social barcelonesa en los años 50 y 60.

La ausencia de cena no es la única mutación que la covid-19 ha generado en esta edición el premio que convoca la editorial Destino (Grupo Planeta): también como novedad, los originales podían presentarse, excepcionalmente, por correo electrónico. El resultado ha sido que las obras aspirantes han batido todos los récords, registrándose 1.044 participantes, el triple que en la edición del año pasado (351). En 1945, compitieron 27: el último que llegó, el de una desconocida y jovencísima (23 años) Carmen Laforet, hizo historia con Nada.

La misma situación se ha reproducido en el premio Josep Pla de prosa en catalán, que ha acogido, en la que es ya la 53ª convocatoria de un galardón que se añadió en 1968 al Nadal, 60 originales. La cifra representa un incremento de poco más de un tercio con relación a las 38 de 2020.

Pseudónimos, por carta

Las bases especificaban este año que los autores podían enviar por correo electrónico su original, con formato PDF o Word, amén de sus datos personales. En el caso que quisieran hacerlo bajo pseudónimo debían hacer llegar paralelamente, por correo postal, los datos reales que se ocultaban bajo la camuflada atribución.

El formato de este año (un acto informativo reducido a la prensa) evitará que se produzcan incidentes presenciales durante la gala como el que protagonizó en 2019 Manuel Valls, entonces candidato a la alcaldía de Barcelona apoyado por Ciudadanos. Valls se levantó ostensiblemente momentos antes de que concluyera el acto y lo hicieran el resto de autoridades de la sala y, al pasar al lado de la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera, le espetó: “¿Pero cómo permites eso?”. Así concluyó su estentórea disconformidad por “la demagogia” del discurso que el escritor Marc Artigau realizo tras ser proclamado ganador del Pla, donde hizo referencia a los políticos catalanes presos.

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El año pasado se alzó con los premios un ticket femenino, el cuarto de la historia en el galardón: Ana Merino, con El mapa de los afectos, y Laia Aguilar, con Pluja d’estels.

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