Aragonès pide unidad al Govern y “evitar la polifonía” en la gestión de la covid
El vicepresidente anuncia que la Generalitat seguirá tomando las medidas necesarias “aunque sean impopulares”
El vicepresidente de la Generalitat en sustitución del presidente, Pere Aragonès, ha reclamado este miércoles en el Parlament que el Govern “evite la polifonía” en la gestión de la crisis sanitaria de la covid-19 para que no se vuelvan a producir mensajes contradictorios dirigidos a la sociedad.
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El vicepresidente de la Generalitat en sustitución del presidente, Pere Aragonès, ha reclamado este miércoles en el Parlament que el Govern “evite la polifonía” en la gestión de la crisis sanitaria de la covid-19 para que no se vuelvan a producir mensajes contradictorios dirigidos a la sociedad.
Sin citar ningún caso, Aragonès se refería así al episodio ocurrido el pasado 27 de octubre, cuando la consejera de Presidencia, Meritxell Budó, corrigió públicamente al de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, Chakir el Homrani, y afirmó que el teletrabajo es una recomendación y no una obligación porque la Generalitat no tiene competencias para hacerlo obligatorio.
Budó ha vuelto a insistir en esa idea y en su turno de intervención en el Parlament ha recogido el guante de Aragonès: “Hemos de explicar muy bien lo que podemos hacer y lo que no, porque no tenemos la competencias", ha insistido la portavoz, que se ha referido en diversas ocasiones a declaraciones efectuadas por Quim Torra.
En un discurso con un tono diferente a los realizados hasta ahora en el Parlament con motivo de la pandemia, Aragonès ha vuelto a evitar la autocrítica, pero ha trazado una radiografía más realista que en otras ocasiones sobre los efectos de la crisis sanitaria. Así, el vicepresidente ha anunciado que el Govern “tomará las medidas necesarias para frenar la pandemia, aunque sean difíciles e impopulares” y se ha marcado tres objetivos para los próximos días: reducir la ratio de transmisión inferior a menos de 1, que este miércoles se ha situado ya en 0,95; bajar de los mil nuevos contagios diarios (la última cifra es de 3.710) y que el número de camas de UCI ocupadas por enfermos de Covid no supere las 300.
“Empezamos a tener indicadores positivos de que los esfuerzos de las últimas semanas están dando sus frutos", ha insistido Aragonès, pero “necesitamos persistencia y paciencia, ha añadido. En otro momento ha prometido que el Govern “no esconderá ningún dato” y que “no usará ningún estado de alarma para recortar libertades”.
Los grupos de la oposición han realizado un discurso muy diferente para replicar la exposición de Aragonés. Así, Carlos Carrizosa (Ciudadanos) ha aprovechado la investigación judicial sobre presuntas irregularidades en la contratación pública del Govern para espetarle al vicepresidente de la Generalitat: “se le está poniendo cara de convergente”. El líder de la formación naranja considera que el Govern carece de toda credibilidad para gestionar la pandemia, porque están “bajo sospecha” por el caso que tramita el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona y que implican, entre otros, al exconsejero de la Generalitat de Esquerra Republicana Xavier Vendrell.
Muy diferente ha sido el tono empleado por el líder del PSC, Miquel Iceta. “Si usted se sale como gobierno mejor se saldrá la sociedad catalana. No nos dejamos llevar por el partidismo”, ha dicho, al tiempo que ha mostrado su apoyo a la gestión que se está haciendo de la segunda ola de la pandemia. Iceta ha defendido las restricciones aplicadas por el Ejecutivo catalán y ha aplaudido el modelo descentralizado del estado de alarma actual para que las comunidades tomen decisiones en la gestión de la pandemia. “Vicepresidente, queremos que nos sienta a su lado”, ha dicho con claridad Iceta, en lo que ha sonado como un guiño a Esquerra en un momento en el que los votos de sus diputados en Madrid serán decisivos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado.
En una línea parecida a la de Iceta, la líder de los comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, ha pedido al Govern “claridad y contundencia” en las medidas sanitarias, económicas y sociales y ha tendido la mano al Ejecutivo para conseguirlo. La diputada considera que Cataluña está en “un punto de inflexión donde el mínimo error nos puede llevar a un confinamiento domiciliario”. Minutos antes, Aragonès había asegurado que “nadie desea un confinamiento estricto”, sin descartar ni dejar entrever la solicitud de esta medida al Gobierno español.
Mucho más contundente ha sido la diputada de la CUP Natàlia Sànchez, quien ha acusado al Govern de haber “fracasado” en sus medidas para evitar la segunda ola de la pandemia del coronavirus, al haber actuado de forma “irresponsable”, “bicéfala” y “de espaldas a la clase trabajadora”. En su opinión, el Govern “no está articulando una respuesta de izquierdas”, aunque ha tendido la mano para “tejer mayorías en este Parlament y en la calle”.