Maguy Marin ofrece en el Mercat un solo sobre la “no identidad”
La coreógrafa abre la temporada en la Casa de la Danza
La temporada del Mercat de les Flors-Casa de la Danza arranca este viernes, tras la cancelación de la actuación del Cullberg Ballet por la covid, con una inquietante pieza de Maguy Marin titulada Singspiele. La pieza, que se repite mañana sábado, la ha creado la coreógrafa francesa de origen español juntamente con David Mamobouch, que es quien la baila, y Benjami...
La temporada del Mercat de les Flors-Casa de la Danza arranca este viernes, tras la cancelación de la actuación del Cullberg Ballet por la covid, con una inquietante pieza de Maguy Marin titulada Singspiele. La pieza, que se repite mañana sábado, la ha creado la coreógrafa francesa de origen español juntamente con David Mamobouch, que es quien la baila, y Benjamin Lebreton, su escenógrafo habitual. Se trata de un solo sobre la “no identidad” inspirado en una cita de Robert Antelme sobre la necesidad de todo ser humano de ser reconocido. Antelme escritor y miembro de la Resistencia francesa, marido de Marguerite Duras, fue deportado a los campos de concentración nazis de Buchenwald y Dachau y escribió sobre la deportación, en la que murió su hermana.
Los admiradores de la apasionante y turbadora obra coreográfica de Maguy Marin recordarán títulos como MayB, convertida en una pieza de culto, Umwet, Babel Babel y Calambre, esta última interpretada y creada por un joven Antonio Canales. Todas ellas se pudieron ver y aplaudir en nuestra ciudad. Esta extraordinaria mujer, obsesiva y atormentada para quién lo difícil es un reto constante, empezó su carrera estudiando danza clásica en París con Nina Vyroubova, posteriormente entró a formar parte del Ballet de Estrasburgo donde bailó roles del repertorio clásico como en los ballets Coppélia y El lago de los cisnes.
Su vida cambió totalmente cuando viajó a Bruselas y estudió en la escuela de Maurice Béjart, Mudra, pasando posteriormente a formar parte de la inolvidable compañía del coreógrafo marsellés, el Ballet del Siglo XX, donde permaneció durante tres años. Más tarde formó su propio grupo de danza contemporánea y empezó su ascendente y fructífera carrera como creadora de danza contemporánea.
“El miedo siempre está latente en mis coreografías”, dice Marin en una entrevista telefónica. “Ahora mis miedos son otros, la pandemia nos ha llevado a una situación que jamás hubiéramos imaginado, el mundo de la cultura es un gran perjudicado y me siento inquieta por lo que vivimos y nos espera”.
La coreógrafa siempre ha afirmado tener miedo a muchas cosas y que le es difícil explicar ese miedo que siempre está latente en sus obras. Ha reflexionado que la razón de este miedo se remonta a su infancia, marcada por el sufrimiento de sus padres, que tuvieron que abandonar su país, España.
Singspiele “es un solo que habla de las personas que luchan por encontrar su lugar en una sociedad cada vez más anodina y que no reconoce al individuo”, continúa la coreógrafa que afirma: “Las minorías han dejado de preocuparme porque ahora cada ser humano es una minoría”.
Maguy Marin, después de dirigir el Centro Coreográfico de Créteil, dirigió el Centro Coreográfico Nacional de Rillieux-la-Pape, donde realizó un intenso trabajo social acercando la danza a colectivos desfavorecidos. Posteriormente, su compañía se intaló en Sainte-Foy-Lès-Lyon, donde puso en marcha un nuevo proyecto: Ramdam, un centro de arte que en la actualidad desarrolla una destacada actividad artística.