Todos los teatros, cines y auditorios de Cataluña vuelven a bajar al 50% del aforo

Menos de un mes ha durado la alegría en casa de los programadores, promotores, gestores y dueños de cines, teatros y auditorios catalanes. Si el 21 de septiembre se aprobaba subir el aforo de estas salas del 50% al 70%, proporcionado un respiro a una situación maltrecha por el coronavirus, desde las 24 horas del viernes, con la entrada en vigor de las nuevas restricciones, se vuelve a bajar al 50% y todas las funciones tendrán qu...

Menos de un mes ha durado la alegría en casa de los programadores, promotores, gestores y dueños de cines, teatros y auditorios catalanes. Si el 21 de septiembre se aprobaba subir el aforo de estas salas del 50% al 70%, proporcionado un respiro a una situación maltrecha por el coronavirus, desde las 24 horas del viernes, con la entrada en vigor de las nuevas restricciones, se vuelve a bajar al 50% y todas las funciones tendrán que acabar a las 23 horas, generando, en muchos de los casos, problemas con la preventa y, sobre todo, caos.

De esta medida, según explicaron este miércoles desde la Generalitat, quedan excluidos los lugares en los que se puede controlar el flujo de visitantes, como los museos y las bibliotecas, que seguirán aplicando el 70% de su capacidad; algo que ratificaron desde el MNAC, mientras que desde el Icub defendieron la misma idea con respecto a la Bienal del Pensamiento, que se celebra, hasta el domingo, en espacios abiertos de la ciudad: “se mantendrá tal y como estaba previsto”, dijeron.

Con el 50% del aforo el teatro respira un poco por lo bajo porque no lo han metido en el mismo paquete de la restauración condenándolo al cierre. Pero el sector considera que con ese porcentaje su actividad es inviable dado que no es rentable. Así lo señaló la presidenta de la Asociación de Empresas de Teatro de Cataluña, Adetca, Isabel Vidal, que, no obstante, quiso lanzar el mensaje a la ciudadanía de que los teatros permanecen abiertos “y lo estarán siempre”, y son seguros. “Al menos se ha conseguido que haya un nuevo paradigma con la cultura y el teatro y no se planteen cierres totales”, reflexionó la presidenta de Adetca que espera que las medidas solo se apliquen durante 15 días.

Reunión con Cultura

El sector teatral se reunirá este jueves con Cultura para analizar las nuevas medidas. “Tenemos que ver cómo se afrontan estas fluctuaciones”, apuntó Vidal, que deplora que ya solo la noticia de las restricciones provoca contracción de la demanda y recalcó: “Con el 50% no podemos vivir”, informa Jacinto Antón.

El Gran Teatro del Liceu ya anunció cuando abrió la temporada que lo haría al 50% de su aforo (1.144 butacas) y estrictas medidas de seguridad. Por lo que la reducción del número de espectadores no le afecta. Si el cierre a las 23 horas. Ayer, después de conocer las medidas que están en marcha anunció que las funciones del Don Giovanni de Mozart la pausa pasará de los 30 minutos a los 20, equivalente al cambio técnico necesario. “El tiempo se acabará de ajustar con algunas adaptaciones de los recitavos que la dirección musical estudiará conjuntamente con la dirección de escena los próximos días”, añadieron en un comunicado.

El Festival de Cine de Sitges se celebra hasta el próximo domingo. Ayer, su director Àngel Sala aseguró tras conocer las nuevas medidas que entrarán vigor el viernes, que “no es fácil adoptarlas medidas cuando estás en marcha y las entradas se han vendido anticipadas”. Dijo que los servicios jurídicos estudian cómo adaptarse y que “la edición se acabará. Acabaremos, como dice Han Solo 'muy delgaditos’, pero acabaremos el festival, porque no se ha dicho que cierren los festivales ni los cines. Habrá que buscar la fórmula para cumplir, como mínimo, con la reducción del aforo”.

Desde el Departamento de Cultura aseguraron que, pese a la reducción, la cultura no se paraliza; que “trabajamos para que, en dos semanas, poder volver al 70% de los aforos”. Y recordaron que en septiembre se aprobó por el Govern la declaración de la Cultura como bien esencial que lo equipara a la sanidad, la educación y los servicios sociales que impide cerrar los centros culturales como ocurrió el pasado marzo con el fin de poder frenar la pandemia.