Un agente de Mossos, tras un desahucio: “Nos hemos quedado solos y hemos sufrido las consecuencias”

Tres desahucios simultáneos en el barrio de El Raval de Barcelona degeneraron este jueves en un conflicto interno en los Mossos d’Esquadra por la falta de apoyo de los antidisturbios (Brimo), especialistas en orden público, a los agentes que fueron a los domicilios, del área de recursos operativos (ARRO). Recibieron pedradas y lanzamiento de pintura, pero la intervención de la Brigada Móvil (Brimo), que estaba en las inmediaciones, no fue autorizada por los mandos del cuerpo.

La cúpula de los Mossos ...

Tres desahucios simultáneos en el barrio de El Raval de Barcelona degeneraron este jueves en un conflicto interno en los Mossos d’Esquadra por la falta de apoyo de los antidisturbios (Brimo), especialistas en orden público, a los agentes que fueron a los domicilios, del área de recursos operativos (ARRO). Recibieron pedradas y lanzamiento de pintura, pero la intervención de la Brigada Móvil (Brimo), que estaba en las inmediaciones, no fue autorizada por los mandos del cuerpo.

La cúpula de los Mossos ha limitado la acción de la Brimo en los desahucios de personas vulnerables, al considerar que no es su función, que circunscribe a ocupaciones por motivos políticos o de organizaciones criminales, donde se prevén desórdenes públicos. De los tres desahucios de este jueves, dos se suspendieron y el tercero se paró gracias a un acuerdo.

“No hay justificación. Nos hemos quedado solos y hemos sufrido las consecuencias”, condenaron fuentes del área regional de recursos operativos (ARRO), sobre la dificultad que se encontraron sobre todo en uno de los desahucios en La Rambla, donde se concentraron más de un centenar de personas. Fuentes policiales aseguran que la Brigada Móvil (Brimo) se acercó a la zona, pero que finalmente recibieron órdenes de retirarse.

“Denunciamos que se cargue toda la responsabilidad de los desahucios en los efectivos de la ARRO”, lamentó ayer el sindicato mayoritario de Mossos, Sap-Fepol. “Lo que no puede ser es que una vez ahí, nos retiremos porque las imágenes duelen a la vista. A nosotros sí que nos duele, y exigimos que no se vuelva a repetir. Si alguien no aguanta la presión, que no nos ordene que vayamos”, insistió el portavoz de Sap-Fepol, Toni Castejón, en referencia a las declaraciones del consejero del Interior, Miquel Sàmper, en diversos medios donde manifestó que le “dolía a la vista” ver a mossos golpeando a manifestantes que querían impedir un desahucio de personas vulnerables. “Estamos absolutamente solos”, concluyó el sindicato, que repitió que los desahucios no es una “responsabilidad” de la policía.

Sàmper criticó ayer los lanzamientos de pintura y piedras que sufrieron los policías. “Es inaceptable”, aseguró en declaraciones a Efe, y recordó que obedecen órdenes judiciales. Sàmper ha censurado públicamente que los Mossos tengan que intervenir en los desahucios sociales. Y ha señalado la descoordinación que a su juicio existe entre los ayuntamientos, la justicia y la policía. La administración local “tiene una obligación legal de proporcionar una vivienda a esa persona”, dijo en TV3, donde pidió que se cambiasen los protocolos.

Solo en Barcelona, se producen entre 25 y 30 desahucios al día. La policía participa cuando la comitiva judicial les requiere porque ya han intentado un lanzamiento antes y se han encontrado impedimentos. Eso se traduce en seis desahucios al día en los que intervienen los Mossos, de todo tipo de inmuebles.

En actuaciones como las de ayer en El Raval, la policía catalana se encontró con pocos efectivos, según fuentes policiales, para poder dar una respuesta a la demanda judicial. De ahí, indican esas mismas fuentes, la indignación de los agentes de la ARRO, que consideran que siempre acaban haciendo el trabajo más ingrato, sin que ayer les auxiliasen los antidisturbios.