Un In-Edit desde el salón de casa

El festival In-Edit de la llamada nueva normalidad ya está aquí. En su mayoría de edad, su décimo octava edición, el certamen barcelonés de documentales musicales se reinventa completamente adaptándose a los tiempos que corren, remodelando toda su oferta sin variar su contenido habitual. A partir del 29 de octubre y hasta el 8 de noviembre In-Edit da un salto desde las salas de cine tradicionales al salón de casa o al ordenador de cada usuario y rompe también las barreras geográficas de su programación en Barcelona y Madrid proponiendo una of...

El festival In-Edit de la llamada nueva normalidad ya está aquí. En su mayoría de edad, su décimo octava edición, el certamen barcelonés de documentales musicales se reinventa completamente adaptándose a los tiempos que corren, remodelando toda su oferta sin variar su contenido habitual. A partir del 29 de octubre y hasta el 8 de noviembre In-Edit da un salto desde las salas de cine tradicionales al salón de casa o al ordenador de cada usuario y rompe también las barreras geográficas de su programación en Barcelona y Madrid proponiendo una oferta global a cualquier usuario de Internet sin importar el lugar en que resida.

Uri Altell, el fundador y nuevo director, explicó que este año la totalidad de la programación será exclusivamente online. En ediciones anteriores ya estaba presente la posibilidad del visionado online aunque de forma reducida y siempre secundaria a la proyección en salas. “Delante de la incertidumbre del panorama, incluso en este momento no sabemos si en octubre podrán estar los cines abiertos, tuvimos que tomar una decisión drástica”, explicó Luis Hidalgo, director artístico de In-Edit. “Hemos nacido para estar en salas de cine, es uno de los atractivos del certamen, y la idea es volver a ellas pero si no es posible seguiremos con los medios que tengamos a mano en cada momento”.

En ediciones anteriores el certamen había trabajado con Filmin pero ahora ha creado su propia plataforma In-Edit.tv con vocación de funcionar durante todo el año, no solo durante los días de festival.

A pesar de esta variante el certamen mantiene todas sus secciones habituales programando en esta ocasión cincuenta obras inéditas en España entre las que destaca un homenaje a la directora francesa Marie Losier de la que se ofrecerá el visionado de dos largometrajes sobre el artista trangénero Genesis P-Orridge y el músico electrónico alemán Felix Kubin y varios cortometrajes.

Profundizando en el lema de que “el mundo se explica a través de la música” la propuesta de In-Edit reafirma el carácter social del certamen con propuestas de la lucha anti racial o el papel de la mujer. “Seguimos reivindicando el carácter social del festival”, prosigue Hidalgo. “En el mundo del documental musical cada vez hay más voces reivindicativas que, desde la música, cuestionan lo que sucede a su alrededor”.

En ese aspecto destaca la película británica que clausurará el certamen Sisters with Transistors de Lisa Rovner que, con narración de Laurie Anderson, habla del importante papel de las pioneras de la música electrónica como Suzanne Ciani o Pauline Oliveros.

Entre la abultada oferta, y como en años anteriores, prácticamente todos los estilos musicales están presentes. Así, por ejemplo, en el denominado Panorama nacional conviven un documental sobre Agapito Marazuela, histórico dulzainista segoviano, con el juicio por el fallecimiento de una joven de Tarragona en la fatídica estampida ocurrida en el festival berlinés Love Parade de 2010, una exaltación del kitsch como estilo de vida o un repaso a las chirigotas de carnaval gaditano.

Los Rolling Stones son el grupo más representado con tres películas dedicadas respectivamente a Bill Wyman, Brian Jones y Ronnie Wood. Otros visionados altamente recomendables serían Sarajevo: State in Time sobre la actuación de Laibach en esa ciudad en pleno sitio de 1995, White Riot narrando la historia del movimiento británico Rock Against Racism, It’s Yours sobre la relación íntima entre el hip hop e Internet o Dead Soul’s Vacation sobre la escena underground de Tbilisi, capital de Georgia.

El precio de cada visionado costará entre 3 y 4,5 euros teniendo en cuenta que algunos documentales tienen un número limitado de visionados que se indica en la ficha correspondiente. Como en años anteriores se ofertan diversos packs que reducen el costo, incluido un abono a todo el festival por 45 euros.