Los flamencos le cogen el gusto al Delta del Ebro

Más de 4.300 parejas se reproducen en el humedal, un récord histórico que casi triplica la media desde 1992

Una colonia de flamencos en el Delta de l’Ebre. En vídeo, las imágenes tomadas por dron de las 4.303 parejas de flamencos. Vídeo: PARC NATURAL DELTA DE L’EBRE

El Delta del Ebro vive días de tráfico intenso. Tras los meses de confinamiento y las restricciones de movilidad por el coronavirus, el humedal se ha convertido en un punto de atracción para numerosos visitantes, ansiosos de ambiente puro y de grandes espacios al aire libre. El interés por el Delta no es solo humano. Los flamencos han escogido asentarse entre las 7.000 hectáreas de agua y tierra que separan el Fangar de la Punta de la Banya.

Según el censo realizado por los técnicos del ...

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El Delta del Ebro vive días de tráfico intenso. Tras los meses de confinamiento y las restricciones de movilidad por el coronavirus, el humedal se ha convertido en un punto de atracción para numerosos visitantes, ansiosos de ambiente puro y de grandes espacios al aire libre. El interés por el Delta no es solo humano. Los flamencos han escogido asentarse entre las 7.000 hectáreas de agua y tierra que separan el Fangar de la Punta de la Banya.

Según el censo realizado por los técnicos del parque natural, este año se han contabilizado 4.303 parejas reproductoras, 1.300 más que las que se avistaron el año pasado. La cifra es un récord histórico, muy por encima de la media, 1.523 parejas, registrada desde que en 1992 el ave rosada se estableció en las salinas de la Trinidad. “La clave es que aquí encuentran la tranquilidad que necesitan para criar”, indica Toni Corcó, responsable del censo de aves en el parque natural. Cuenta que, pese a que las condiciones naturales de la marisma permanecen estables desde hace años, el flamenco no empezó a mostrar interés por criar en el Delta hasta que se protegieron específicamente algunos espacios y se prohibió el paso de personas. Las restricciones, valora Corcó, han evitado que el alud de visitantes que ha recibido la zona tras levantarse el estado de alarma haya interferido en la cría de flamencos.

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Tanto se les ha querido proteger que, este año, por primera vez el censo se ha hecho a partir de imágenes tomadas con un dron, en lugar de usar el helicóptero. Corcó recuerda cuando, hace casi 30 años, el parque pagó la novatada al dispersarse una colonia entera de flamencos por culpa de un hidroavión que volaba a baja altura.

El parque valora que parte del buen acomodo que encuentra el flamenco en el Delta del Ebro tiene que ver con las medidas que se han tomado para ahuyentar a depredadores potenciales, caso de los zorros (Vulpes vulpes) y la gaviota patiamarilla (Larus michahellis). Según recoge el censo de este año, las 4.300 parejas han propiciado el nacimiento de 3.260 polluelos. Corcó justifica el desfase entre parejas y número de crías en el hecho de que no todas las puestas logran sobrevivir. Los flamencos hembra comparten la responsabilidad de la incubación con los machos. “Ponen un solo huevo y le dedican todo el esmero”, señala Corcó, que cifra en 30 años la media de vida de estas aves.

El censo contabiliza las parejas que se reproducen, pero en el Delta del Ebro hay hasta 12.000 ejemplares individuales, contando los alevines y los adultos que no se reproducen. El flamenco es una de las especies más emblemáticas del parque natural del Delta. Es el único lugar de Cataluña donde se reproduce y uno de los pocos puntos del Mediterráneo donde lo hace de manera regular.

Sin anillamiento

Los técnicos del parque han anillado en los últimos años 4.370 ejemplares de flamenco, lo que ha permitido hacerles un seguimiento y observarlos en un total de 14 países, como por ejemplo Francia (36% de las observaciones), otros lugares de España (21%) e Italia (19%), aunque también se les ha seguido la pista en destinos más lejanos como por ejemplo Mauritania, Senegal, Montenegro y Turquía.

El anillamiento de flamencos es una actividad científica que requiere la participación de unas 250 personas, entre técnicos y voluntarios. Este año, por la covid, en el Delta no se ha realizado.

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