Las enfermeras de la foto
Ocho meses después, ya tienen a sus bebés y son conscientes de que la pandemia lo ha sacudido todo
Unidas en un grupo de WhatsApp llamado Epidemia de embarazos. Felices por su maternidad. Luciendo sus barrigas, con los uniformes blancos abiertos. Y, sobre todo, ajenas a lo que vendría después. Siete enfermeras posaban en octubre del año pasado para la cámara con la feliz coincidencia de su embarazo, todas trabajando en el mismo servicio, Neonatología de Vall d’Hebron de Barcelona, el más grande de esta especialidad en España. Esa imagen, que se volvió viral en las redes sociales, fue una anécdota. O quizás algo más. Ocho meses después, ya tienen a sus bebés y son conscientes de que l...
Unidas en un grupo de WhatsApp llamado Epidemia de embarazos. Felices por su maternidad. Luciendo sus barrigas, con los uniformes blancos abiertos. Y, sobre todo, ajenas a lo que vendría después. Siete enfermeras posaban en octubre del año pasado para la cámara con la feliz coincidencia de su embarazo, todas trabajando en el mismo servicio, Neonatología de Vall d’Hebron de Barcelona, el más grande de esta especialidad en España. Esa imagen, que se volvió viral en las redes sociales, fue una anécdota. O quizás algo más. Ocho meses después, ya tienen a sus bebés y son conscientes de que la pandemia lo ha sacudido todo. Ellas son las siete enfermeras embarazadas de la foto.
“En nuestra unidad hay varios turnos de trabajo y fue una compañera de día, Maribel, que se encargó de unirnos a todas en un whats y hacer la famosa foto para regalar al jefe del servicio, Félix Castillo... y así empezó todo. Ahora queda pendiente hacer la foto post”. Así recuerda Anna Gros ese día. El doctor posaba con Sandra Cristóbal (37 años), Marta Moreno (41), Pili Cortés (31), Cristina Jiménez (35), Elena Balagué (47), Silvia Muñoz (33) y Gros (38) con un mensaje en las redes sociales en el que explicaba: “Tenemos la solución para incrementar la natalidad. La han dado las enfermeras y auxiliares del Servicio de Neonatos de Vall d’Hebron”. No sale en la foto, pero había una octava embarazada: Amalia García. La historia del brote corrió como la pólvora y la periodista Ana Macpherson escribió un reportaje en La Vanguardia.
En conversación telefónica esta misma semana, el médico recordaba el momento: “Me alegro mucho cuando alguien está embarazado, porque soy el jefe de Neonatología. Cuando me dijeron los nombres pensé, ¿qué ha pasado?, y con la natalidad bajo mínimos… Ostras, dije, quiero una foto con todas vosotras… Ya he visto a todos los bebés y están muy bien”.
A Anna Gros le tocó parir en pleno pico de la pandemia. El 14 de abril nacía su hija Isona, curiosamente el mismo día que había nacido su hija mayor, Ivet. Ese día se trasladó en coche al hospital para que le pusieran las correas, pero se quedó. Rompió aguas. “No sabíamos cómo iba a ir todo, y me tocaba dar a luz en el hospital referente para embarazadas positivas en covid... teníamos miedo, pero confiaba plenamente en los profesionales y en que iría todo bien. Así fue. Por suerte, fue un parto rápido y a las seis horas me pude ir a casa a celebrar el cumpleaños de mi otra hija”.
Su fecha también coincidía con el momento álgido del temido virus, pero Laia, la hija de Sandra Cristóbal, se adelantó. El embarazo retiró a Sandra de la primera línea, pero era imposible no pensar qué estaría pasando en el hospital. “Nuestras compañeras nos han transmitido que han pasado momentos de mucha tensión, incertidumbre, miedo y sensación de descontrol. Ha habido cambios de horarios de un día para otro, no han podido disfrutar de sus días de descanso después de guardias de 12 horas y la preocupación de volver a casa y poder contagiar a sus hijos, maridos, padres, abuelos, les ha originado momentos de angustia importante”. Y añade: “Muchas compañeras enfermeras neonatales y pediatras neonatólogos pasaron a formar parte de los equipos covid y se marcharon durante semanas a las UCI de adultos para hacer frente a la pandemia con la dificultad que esto supone: no es lo mismo trabajar con un paciente que pesa 500 gramos que con uno que pesa ¡100 kilos!”. Sandra ya tiene fecha para volver al trabajo: el 15 de septiembre.
Y, pese a los miedos, siempre hay una parte positiva. Así lo cree Elena Balagué, que con este tiempo extra ha tenido la oportunidad de conocer bien a su hija y “también poder tener al papá con nosotras todo el tiempo, de no haber sido por el confinamiento no habría sido posible”. Elena, Anna y Sandra coinciden: la profesión está infravalorada. Y pese a los aplausos y los agradecimientos de estos días de pandemia, ellas creen que luego las cosas se olvidan. “Siempre se valora la función del médico y enfermería es como un pin que estás ahí, pero realmente quien está continuamente con el paciente eres tú”, explica Sandra. En España hay 182.000 enfermeras, 30.000 de ellas en atención primaria y 146.000 en hospitales. España es, con diferencia, el país del mundo con más profesionales sanitarios contagiados por coronavirus, según los datos oficiales disponibles. Estas cifras, según la Organización Médica Colegial (OMC), son el resultado de la ausencia de “las imprescindibles medidas de seguridad” que deberían haber “preservado la salud de los profesionales”. El sindicato Satse estima que “entre el 60% y 65% de los afectados es personal de enfermería”.
Félix Castillo ha vivido el virus desde dentro el hospital, en la falda de Collserola. Con energía, sin dudarlo, me repite el mensaje que quiere transmitir: “No somos héroes, en absoluto; los héroes son los pacientes, las embarazadas con covid que hemos tratado. Con esta crisis ha quedado claro la necesidad de tener una sanidad fuerte con capacidad de adaptarse. Trabajamos porque nos gusta nuestra profesión y nos gusta hacerlo, pero ha quedado patente que necesitamos herramientas”. Vall d’Hebron atendió 2.721 nacimientos en 2019; 900 requirieron hospitalización. Un total de 323 bebés fueron a término, 468 bebés fueron de menos de 37 semanas, 112 pesaron menos de un kilo y medio y niños de menos de 26 semanas (extremadamente prematuros) fueron un total de 31 en 2019. El hospital vuelve estos días progresivamente a su propia normalidad, que no es la nueva normalidad. El neonatólogo reconoce que hay cosas que han llegado con el virus para quedarse como determinadas visitas telemáticas, las mascarillas y los lavados intensivos de manos. Tras el verano, ellas, las enfermeras de la foto volverán a sus puestos.