Una marcha antirracista en Girona acaba con desperfectos en un supermercado y un coche policial

Los Mossos d’Esquadra buscan a los autores de múltiples destrozos tras una concentración pacífica en el Ayuntamiento de Salt

Manifestantes en Salt ante un cordón policial.Adria Salido (GTRES)

Los Mossos d’Esquadra han abierto diligencias penales por los desperfectos causados por un grupo reducido en una manifestación antirracista entre Salt y Girona. La marcha, que empezó este lunes por la tarde en una concentración pacífica de 150 personas ante el Ayuntamiento de Salt, acabó con altercados que provocaron daños en un supermercado, un coche policial, un autobús y en un edificio judicial. La entidad responsable de la convocatoria, AfroVibes, ha emitido un comunicado en el que asegura que dio el acto por finalizado tras los parlamentos en la plaza del Ayuntamiento y se desmarca de los...

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Los Mossos d’Esquadra han abierto diligencias penales por los desperfectos causados por un grupo reducido en una manifestación antirracista entre Salt y Girona. La marcha, que empezó este lunes por la tarde en una concentración pacífica de 150 personas ante el Ayuntamiento de Salt, acabó con altercados que provocaron daños en un supermercado, un coche policial, un autobús y en un edificio judicial. La entidad responsable de la convocatoria, AfroVibes, ha emitido un comunicado en el que asegura que dio el acto por finalizado tras los parlamentos en la plaza del Ayuntamiento y se desmarca de los hechos posteriores provocados por las personas que la policía catalana está tratando de identificar. La marcha fue convocada a raíz de la muerte del ciudadano norteamericano George Floyd a manos de un policía.

Según la policía catalana, la concentración inicial empezó a las seis de la tarde. A medida que avanzó, tomó un cariz vandálico. Tras la lectura de un manifiesto, el número de concentrados subió hasta los 500 y se desplazaron hasta la comisaría conjunta de los Mossos y la Policía Local de Salt. Allí, uno de ellos lanzó una piedra contra una furgoneta del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de los Mossos. Con un paraguas, un grupo de manifestantes también dañó un coche particular y rompió el cristal de un autobús urbano. Los manifestantes, que llevaban carteles que mostraban su rechazo a la brutalidad policial y al racismo institucional, gritaban: “No puedo respirar”. Hacían referencia a las últimas palabras que pronunció Floyd antes de morir.

De camino a Girona, por el paseo de Olot, el grupo de jóvenes iba cometiendo actos vandálicos. Rompieron el cristal de una entidad bancaria y tiraron al suelo varios contenedores. Según fuentes de los Mossos, parte de los manifestantes intentaba pacificar la situación y arreglar desperfectos recogiendo contenedores, por ejemplo. Cuando llegaron a los juzgados de Girona también rompieron un cristal. A la altura de la avenida Tarradellas irrumpieron en un supermercado, lanzaron los productos de estantes al suelo y robaron algunas naranjas. También entraron en un restaurante y tiraron sillas y mesas por el suelo. A las diez de la noche el grupo se disolvió.

Los Mossos, que han abierto una investigación, están recopilando información y revisando las imágenes de cámaras de seguridad para intentar identificar a los autores de los daños causados e imputarles los delitos correspondientes.

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