Salou colocará semáforos en la playa para controlar el aforo
Una red de videosensores medirá el grado de aglomeración y activará las alertas luminosas
Salou ha decidido implantar un sistema de videosensores en sus playas para medir el volumen de personas que hay en la arena y, cuando se alcance el límite de capacidad, se activará una luz roja en la ristra de semáforos que se colgarán en el paseo marítimo. “Es necesario hacer un uso racional del espacio”, ha manifestado el alcalde, Pere Granados, al dar detalles de un mecanismo de control, “pionero”, ha dicho, que tendrá un coste superior a los 100.000 euros y que se montará con previsión de permanencia, para sacarle utilidad inc...
Salou ha decidido implantar un sistema de videosensores en sus playas para medir el volumen de personas que hay en la arena y, cuando se alcance el límite de capacidad, se activará una luz roja en la ristra de semáforos que se colgarán en el paseo marítimo. “Es necesario hacer un uso racional del espacio”, ha manifestado el alcalde, Pere Granados, al dar detalles de un mecanismo de control, “pionero”, ha dicho, que tendrá un coste superior a los 100.000 euros y que se montará con previsión de permanencia, para sacarle utilidad incluso cuando puedan ser eliminadas las restricciones que impone la covid-19. “Hemos optado por comprarlo, no por alquilarlo”, indica el alcalde.
Se instalarán 18 semáforos en las playas de Ponent, Llevant, Capellans y Platja Llarga, las más concurridas del municipio. Solo en las dos primeras, el Ayuntamiento calcula una capacidad de 13.000 personas, respetando las nuevas normas de distancia social. ¿Cuánta gente entraba antes? El Consistorio lo desconoce, pero las imágenes de saturación de la arena eran habituales cada verano y esto es, precisamente, lo que se quiere evitar. “Es fundamental que se mantenga la distancia de dos metros”, insiste Granados.
La instalación de los sensores corre a cargo de la empresa tecnológica Abast. David Albalate, su responsable de Data Center, matiza que, pese a que el sistema se estructura en torno a un mecanismo de cámaras, no quedará registrada ninguna imagen de los bañistas. "No se ataca la intimidad de las personas", coinciden desde el ayuntamiento. Los video sensores que controlan el tráfico en la arena envían "metadatos" a un ordenador central que, tras hacer los cálculos por metro cuadrado, avisa si se está llegando al tope. El estado de cada playa será consultable mediante web y app para que los bañistas sepan cual es la mejor opción donde ir a plantar la sombrilla.
El sistema, testado este viernes en la playa de Llevant con figurantes, se fundamenta en la continua recogida de datos y en un sistema de aprendizaje continuo, "deep learning", que le permite detectar cuando una parcela de playa se acerca a la zona roja. El baremo que se estipula es que en cada área de 400 metros de arena puedan coincidir 100 personas.
David Albalate afirma que, mediante el reconocimiento de las formas, la herramienta es capaz incluso de discriminar si lo que está tendido en la arena es una mochila o si la acumulación de personas en una zona es real o circunstancial porque, por ejemplo, coinciden varios bañistas paseando.
Pere Granados manifiesta que, en principio, en las playas de Salou habrá libertad horaria y que se han descartado opciones como la de segmentar a los bañistas por edad, "somos un destino de turismo familiar, no vamos a partir a las familias". El alcalde apunta que el sistema de semáforos no sustituye la vigilancia del aforo de las playas por parte de la policía municipal y de las brigadas de socorristas y advierte que, quién no respete las limitaciones, "recibirá una multa".
Salou es el principal destino turístico de la costa de Tarragona y el año pasado registró más de ocho millones de pernoctaciones,