Los catalanes apuestan por el teletrabajo después del confinamiento
El 86,5% cree que las reuniones telemáticas se deberían mantener cuando pase la crisis sanitaria
Los catalanes consideran de manera mayoritaria que el teletrabajo debería mantenerse como un hábito laboral después del confinamiento. Una encuesta hecha pública este viernes por el Centro de Estudios de Opinión (CEO), dependiente de la Generalitat, revela la preferencia de buena parte de la población por cambiar los hábitos laborales, por considerar puede aumentar la conciliación familiar y el tiempo libre para los ciu...
Los catalanes consideran de manera mayoritaria que el teletrabajo debería mantenerse como un hábito laboral después del confinamiento. Una encuesta hecha pública este viernes por el Centro de Estudios de Opinión (CEO), dependiente de la Generalitat, revela la preferencia de buena parte de la población por cambiar los hábitos laborales, por considerar puede aumentar la conciliación familiar y el tiempo libre para los ciudadanos.
La encuesta se realizó entre el 4 y el 15 de mayo, con una muestra de 3.560 personas. El 59,8% asegura que no había realizado teletrabajo antes del confinamiento, el 31% en alguna ocasión y el 9,1% lo hacía habitualmente. Casi la mitad de los entrevistados (47,6%) confiesa que con el teletrabajo dedica las mismas horas laborales que antes, el 25,2% dice que menos y el 25,6%, que emplea más horas. Casi dos de cada tres (61,2%) afirma que el confinamiento ha servido para flexibilizar el horario laboral y cuando se pregunta en una escala del 1 al 10 si se organiza el horario de trabajo, la respuesta es del 7,3.
“¿Cree que cuando acabe el confinamiento, el trabajo a distancia pude ser una buena forma de organización del trabajo?”, se pregunta en otro momento. El 61,4% responde que sí, pero compaginándolo con el trabajo presencial, el 26,6% responde que sí y el 11,8% que no. Por sexos, las mujeres son un poco menos partidarias de esta opción: el 23,8% es partidaria de continuar con esta forma de trabajar y el 13,7 cree que no se debería mantener.
El 86,5% apuesta por mantener las reuniones telemáticas como “una herramienta más” cuando pase el confinamiento, aunque los hombres (89,1%) vuelven a ser más que las mujeres (83,7%). A la hora de valorar las ventajas del trabajo a distancia, la opinión más valorada es que evita los desplazamientos (8,94 en una escala de hasta 10), seguido de que permite tener una vida más sostenible (7,94) y conciliar mejor los horarios con las responsabilidades familiares (7,87).
En el ámbito doméstico, casi un tercio de los encuestados responde que el confinamiento ha cambiado el reparto de las tareas del hogar, sea mucho (4,4), bastante (11,2%) o poco (20,9%), y el 13% asegura que ese reparto no se ha hecho de manera igualitaria (20,6% cuando responden las mujeres).
Cuando se pregunta sobre los efectos que ha tenido el confinamiento en las relaciones familiares que conviven en el hogar, el 73,7% responde que no se han alterado, el 16,8% opina que han mejorado y el 7,6%, que han empeorado. En el ámbito concreto de la relación con la pareja, el 15,9% cree que ha mejorado y 5,2 que ha empeorado, aunque la cifra aumenta al 7,7% cuando responden las mujeres, mientras que en el caso de los hombres es del 2,9%. La inmensa mayoría de los encuestados (77,9%) cree que se mantiene igual.
Del mismo modo, el 27,4% opina que ha mejorado la relación con todos o alguno de los hijos y el 5,1%, que ha empeorado. La gran mayoría (65,6%) entiende que el confinamiento no ha cambiado nada.