Detenido un presunto yihadista altamente radicalizado en Barcelona acusado de preparar un ataque terrorista

La Guardia Civil asegura que el hombre se saltaba el confinamiento en “búsqueda de objetivos”

Barcelona -
Agentes de la Guardia Civil se llevan al hombre detenido presuntamente por yihadismo.Gianluca Battista




“Estamos bien”, asegura la joven que vive en el Entresuelo 2ª de la calle de Josep Anselm Clavé de Barcelona. Media hora antes, a las 11.45 de la mañana, la Guardia Civil se ha llevado detenido a quien era, aparentemente, su compañero de piso, al que acusa de preparar un ataque terrorista de corte yihadista. “No puedo hablar”, se excusa la mujer, antes de cerrar la puerta de la vivienda. De fondo, se oye a el murmullo de una televisión y otra voz fe...

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“Estamos bien”, asegura la joven que vive en el Entresuelo 2ª de la calle de Josep Anselm Clavé de Barcelona. Media hora antes, a las 11.45 de la mañana, la Guardia Civil se ha llevado detenido a quien era, aparentemente, su compañero de piso, al que acusa de preparar un ataque terrorista de corte yihadista. “No puedo hablar”, se excusa la mujer, antes de cerrar la puerta de la vivienda. De fondo, se oye a el murmullo de una televisión y otra voz femenina, que le habla mientras despacha a la periodista.

Solo cuatro horas antes, la Guardia Civil irrumpió en el domicilio, armas en mano, para detener a un hombre de origen marroquí al que acusan de haberse radicalizado intensamente durante la declaración del estado de alarma y prepararse para atacar, siguiendo las indicaciones del Estado Islámico. El detenido “presentaba una voluntad de llevar a cabo una acción terrorista, desconociéndose la concreción de la misma”, explica el instituto armado en una nota de prensa.

Los investigadores aseguran que el hombre se había saltado de manera "habitual y sin justificación” la orden de confinamiento “bajo importantes medidas de seguridad, augurándose una posible búsqueda de objetivos”. Fuentes policiales afirman que observaron al sospechoso visitar un centro comercial de Premià de Mar, en la costa barcelonesa.

El detenido era un seguidor de Estado Islámico desde hace al menos cuatro años, pero hasta el estado de alarma vivía bajo “una apariencia de discreción, tanto en el plano físico como el virtual, en ningún caso lo identificaban como un actor crítico”. Con el confinamiento, activó “de manera altamente llamativa y preocupante”, según la Guardia Civil, su proceso de radicalización.

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“Ese piso estaba ocupado desde 2017″, explica el concejal del Ciudadanos en el Ayuntamiento de Barcelona Paco Sierra, que vive en el mismo inmueble. “En 2018 les echaron y en 2019 llegaron otras personas”, añade. Otro vecino cuenta que la joven que actualmente vive en él, la que ha cerrado la puerta para no hablar con los medios, entró después de pagar a unas de esas redes que facilitan de manera ilegal la ocupación de pisos vacíos.

La expectación por el arresto, en el corazón de Barcelona, hizo que diversas personas se agolpasen tras el cordón policial de la Guardia Civil, que tras registrar la casa, se llevó al hombre a sus dependencias policiales. Está previsto que el próximo lunes pase a disposición del juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que ha dirigido la investigación de manera conjunta con la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) marroquí y con participación del FBI.

Los investigadores atribuyen la acción que supuestamente planeaba el detenido a un seguimiento de las directrices de Estado Islámico que pide que “los actores solitarios, asentados en terreno occidental, se movilicen y realicen ataques en sus lugares de residencias”. El sospechoso también hacía llamamientos en sus redes sociales, "totalmente influido por la propaganda y los postulados” de Estado Islámico, añade la nota de prensa, “habiendo incluso jurado fidelidad a dicha organización terrorista” por lo que se le considera “una amenaza real para la seguridad”.



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