Las intensas lluvias vuelven a dejar sin agua potable a cuatro municipios de Girona

La mancomunidad de Foixà, Rupià, Parlavà y Ultramort, en el Baix Empordà, ha vuelto a quedar sin agua potable tres meses después de que lo estuviera más de una semana por los efectos del temporal Gloria. Las intensas lluvias han vuelto a inundar el principal pozo de abastecimiento y desde este miércoles a las ocho de la tarde dejaron de tener agua para beber. A pesar de que se ha habilitado una fuente de agua alternativa, del pozo viejo, esta supera los límites permitidos de nitratos. Mientras ...

La mancomunidad de Foixà, Rupià, Parlavà y Ultramort, en el Baix Empordà, ha vuelto a quedar sin agua potable tres meses después de que lo estuviera más de una semana por los efectos del temporal Gloria. Las intensas lluvias han vuelto a inundar el principal pozo de abastecimiento y desde este miércoles a las ocho de la tarde dejaron de tener agua para beber. A pesar de que se ha habilitado una fuente de agua alternativa, del pozo viejo, esta supera los límites permitidos de nitratos. Mientras los técnicos de Sorea intentan reparar la avería, en Consejo Comarcal reparte a desde este jueves a mediodía 3.000 litros de agua embotellada y tiene previsto racionar otros 6.000 mañana.

Las fuertes lluvias registradas durante el Gloria y el posterior desbordamiento del río Ter, dejaron totalmente inutilizada la captación de agua de esta mancomunidad, con unos 2.500 vecinos. Debido a la inundación, el pozo que la abastece dejó de funcionar tras sufrir graves daños en las instalaciones. Como solución provisional, los días 23 y 24 de enero, se suministró agua con camiones cisterna. El 28 de enero técnicos de Sorea pusieron en marcha el pozo inundado, pero todavía se tardó para que el agua, que salía turbia, pudiera ingerirse.

Apenas tres meses después, la situación se ha repetido. A media tarde de este miércoles los alcaldes de los municipios afectados advirtieron a sus vecinos de que durante la madrugada el pozo había dejado de funcionar por inundación y que aunque el agua que salía en aquellos momentos era potable, dejaría de serlo a las ocho de la tarde, cuando se empezaría a bombear agua del pozo viejo. Les recomendaba acopiarse de toda el agua posible antes de ese momento.

En esta ocasión, existe la circunstancia agravante de que debido al estado de alarma no se puede permitir que los vecinos salgan a la calle a hacer colas para coger el agua de las cubas, que además tampoco han sido desinfectadas. Por ello el Consejo Comarcal del Baix Empordà, a quien ha recurrido la mancomunidad, ha gestionado la adquisición de miles de litros de agua embotellada. Según ha explicado el presidente del Consejo Comarcal del Baix Empordà, Joan Loureiro, sobre las 12 estaba prevista la llegada de un tráiler gestionado por Cruz Roja con 2.600 litros de agua embotellada y de otros 400 regalados por la cadena de supermercados Bon Preu. Para este viernes esperan conseguir otros 6.000 litros de agua de diversos distribuidores. Con esto cuentan pasar el fin de semana y cruzan los dedos para el lunes, ya que “es una muy buena noticia que el nivel del agua ha bajado rápido” sostiene Loureiro.

Desde Sorea informan que los técnicos han podido acceder al pozo y ponerlo en marcha, pero contiene agua sucia, por lo que lo han dejado en funcionamiento para que el agua se vaya renovando. “Aunque esperamos que esté en una semana no podemos comprometernos porque hace falta esperar unos días para ver la calidad del agua del acuífero”, indican. En los consistorios existe cierta molestia porque se suponía que la boca del pozo ya debía haber sido elevada un metro y medio para tener más margen y que no se volviera a inundar con facilidad. Además las obras de reparo de la mota de Foixà también debían haber acabado. De nuevo el coronavirus entorpeció estos trabajos que, ya iban tarde, y no se pudieron finalizar antes de este nuevo episodio de tormentas.