La Generalitat denuncia una estafa de 35 millones en la compra de material sanitario
El pago fue paralizado por las entidades bancarias, al desconfiar del proveedor contratado, Basic Devices
El Govern ha presentado una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por una posible estafa al intentar adquirir batas de protección y mascarillas para el Instituto Catalán de la Salud (ICS) ante el déficit de material sanitario para combatir el coronavirus. La cuantía del contrato asciende a 35 millones de euros. El pago de ese importe se detuvo al advertir las entidades financieras implicadas en la transferencia que la empresa destinataria, Basic Devices, nunca antes había manej...
El Govern ha presentado una denuncia ante los Mossos d’Esquadra por una posible estafa al intentar adquirir batas de protección y mascarillas para el Instituto Catalán de la Salud (ICS) ante el déficit de material sanitario para combatir el coronavirus. La cuantía del contrato asciende a 35 millones de euros. El pago de ese importe se detuvo al advertir las entidades financieras implicadas en la transferencia que la empresa destinataria, Basic Devices, nunca antes había manejado ingresos tan altos y que no contaba con un historial conocido sobre operaciones de ese tipo. Fuentes de la Generalitat aseguran que se trabaja para conseguir garantías de que el material llegará. Mientras tanto, el dinero continúa congelado.
Fuentes del Govern explican que se buscan distintos proveedores para asegurar el material sanitario necesario para la red asistencial catalana y que uno de ellos es Basic Devices, que se presentó ante la Generalitat como un posible importador de productos chinos. Afirmaban ser capaces de cerrar un acuerdo por un importe de 60 millones de euros. Al final, esa cifra se redujo drásticamente, hasta los 35 millones de euros y 20 céntimos finales teniendo en cuenta el IVA. El pedido lo conformaban dos millones de máscaras de protección quirúrgicas a un precio unitario de un euro, otros dos millones de máscaras de protección a un precio de 2,95 euros y 1,5 millones de trajes de protección pagados a 20 euros.
Una de las singularidades de la empresa, sin embargo, era su demanda de que se hiciera un pago único por toda la cantidad para empezar a efectuar el pedido y que esa transferencia se ejecutara el mismo jueves por la noche. La imposibilidad de cerrar la transacción hizo que la transferencia se demorara hasta el viernes por la mañana, cuando empezó a torcerse la operación.
En los sistemas de seguridad de CaixaBank, la entidad desde la que se realizaba el pago, y de Banco Sabadell, la que lo debía recibir, se encendieron las luces rojas, según explicaron fuentes conocedoras del caso. En el historial de la compañía no figuraban antecedentes de movimientos de dinero de cuantías tan altas y, según pudo comprobar EL PAÍS, Basic Devices tampoco ha presentado en los últimos años ante el registro mercantil sus cuentas del ejercicio, como es preceptivo. Cuando se congeló la transacción, la empresa alegó también que habían adelantado el pago de cinco millones de euros, sin que facilitasen la empresa o empresas destinatarias de ese dinero o las cuentas en las que se ingresó, según esas mismas fuentes.
Las entidades, que ayer domingo declinaron hacer comentarios sobre operativas de clientes, se pusieron en contacto con la Generalitat para informarles de la anomalía del caso y advertirles de que se podía estar cometiendo una posible estafa. El dinero quedó retenido.
A partir de ahí, el Govern interpuso una denuncia ante los Mossos d’Esquadra, que han declinado hacer cualquier comentario, por el posible fraude. Fuentes de la Generalitat aseguraron que ese tipo de denuncias son habituales “por seguridad”, pero subrayaron que el contrato suscrito el jueves continúa vigente y se han pedido garantías al proveedor de que el dinero se destinará al fabricante y de que está garantizado el suministro.
Para ello este domingo se celebró una reunión entre ambas partes que se prolongó durante más de cinco horas. EL PAÍS trató de obtener una explicación de Roger Parellada, el interlocutor con la Generalitat de Basic Devices.
Falta de material
La falta de material de protección es una queja extendida entre los profesionales sanitarios catalanes, desde hospitales hasta la atención primaria. Una de las quejas más comunes en atención primaria, que atienden los casos más leves de personas afectadas por el coronavirus, pero igual de contagiosos, es tener que usar la misma mascarilla varios días seguidos.
También se ha derivado una batalla política por la gestión de la compra de esas mascarillas entre algunas comunidades autónomas y el Gobierno central. Este domingo el presidente de la Generalitat, Quim Torra, expresó su preocupación por si no llega suficiente material sanitario enviado por el ministerio de Sanidad. Este repartió durante el fin de semana 1.602.800 mascarillas entre las comunidades autónomas. Del total de las distribuidas desde el 10 de marzo (4.046.089), 513.393 han sido para Cataluña (el 12,69 % del total).
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