“Hola, soy el obispo y necesito dinero”. Así comienza una estafa destinada a conventos de religiosas

Varios conventos de Jaén, Cáceres y Ávila sufren intentos de engaño suplantando la identidad del obispo. Unas monjas de Torredonjimeno pagaron 3.000 euros

Fachada del Obispado de Jaén. / OBISPADO DE JAÉN

―Hola, soy el obispo de Jaén y necesito dinero.

―Pero usted no es don Sebastián, tiene la voz muy ronca.

―Sí soy, por eso necesito el dinero, para operarme de la garganta.

Desconcertadas e incrédulas. Las monjas de hasta 15 conventos de la provincia de Jaén no daban crédito a la llamada telefónica recibida en los últimos días en la que una persona, haciéndose pasar por el obispo de Jaén, Sebastián Chica, les pedía que le transfirieran una cantidad económica para poder hacer frente a una intervención quirúrgica. Solo una congregación de religiosas de Torredonjimeno picó en ...

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―Hola, soy el obispo de Jaén y necesito dinero.

―Pero usted no es don Sebastián, tiene la voz muy ronca.

―Sí soy, por eso necesito el dinero, para operarme de la garganta.

Desconcertadas e incrédulas. Las monjas de hasta 15 conventos de la provincia de Jaén no daban crédito a la llamada telefónica recibida en los últimos días en la que una persona, haciéndose pasar por el obispo de Jaén, Sebastián Chica, les pedía que le transfirieran una cantidad económica para poder hacer frente a una intervención quirúrgica. Solo una congregación de religiosas de Torredonjimeno picó en el anzuelo y llegó a abonar 3.000 euros al estafador que se hizo pasar por el obispo.

La Guardia Civil está investigando la proliferación de estafas telefónicas a distintas comunidades religiosas de las provincias de Jaén, Cáceres y Ávila con un mismo modus operandi: “Se aprovechan de la buena voluntad de estas religiosas que saben que son muy receptivas hacia el obispo, que es su padre pastor”, explica José Antonio Sánchez, provicario de la Diócesis de Jaén.

Los investigadores, que no han dado aún con los autores del intento de fraude, han alertado de que los presuntos estafadores están utilizando mecanismos de inteligencia artificial con los que llegan a conseguir la imitación casi perfecta de la voz y, en el caso de vídeos, incluso del rostro y de los gestos de la persona suplantada.

En Jaén se han contabilizado hasta una quincena de intentos de estafa a diferentes congregaciones religiosas. La mayor parte de ellas evitaron el fraude porque, tras recibir la llamada del falso obispo, acudieron a la Diócesis de Jaén a contrastar la veracidad del mensaje recibido. Solo las hermanas Misioneras del Padre Nuestro de Torredonjimeno (Jaén) sucumbieron. En esta localidad próxima a la capital jiennense, los vecinos han mostrado su indignación por la estafa perpetrada contra unas religiosas con una larga tradición local. En cambio, en el mismo pueblo, las monjas dominicas del convento de la Piedad sí que advirtieron con rapidez el intento de estafa y colgaron el teléfono al suplantador del obispo.

La Diócesis de Jaén ha ordenado un pacto de silencio entre todos los conventos que recibieron la falsa suplantación del obispo. Sin embargo, una portavoz ha indicado que “la mayoría de las religiosas no podían hacer frente al pago que se les pedía”, al tiempo que confían en la investigación de la Guardia Civil para el esclarecimiento de los hechos.

Los intentos de estafa también se han producido en Extremadura, donde la Diócesis de Coria-Cáceres ha emitido un comunicado alertando a las comunidades religiosas. “Se trata de un fraude. El señor obispo [Jesús Pulido] nunca formula solicitudes de esta naturaleza”, indican. En Cáceres, donde también se han denunciado estos hechos, se pide a las víctimas potenciales que ante cualquier tipo de duda sobre la autenticidad de una solicitud, ya sea telefónica, por email o en redes sociales, se interrumpa la comunicación y se acuda a los cauces y canales oficiales de la Diócesis para verificar la información. “Desconfíen de números desconocidos o de aquellos que pidan actuar con excesiva urgencia”, apuntan.

Una estafa de larga duración

Con todo, estos ataques de suplantación se vienen denunciando desde hace ya algún tiempo, aunque con otras variantes en la estafa. El año pasado, tanto conventos, como trabajadores de la Diócesis y otras personas laicas en Ávila y en Girona recibieron correos electrónicos fraudulentos en los que una persona fingía ser el administrador diocesano o el mismo obispo para exigirles dinero.

En el caso del Obispado de Girona, las alertas saltaron cuando los correos llegaban con remitentes como reverendoffc@gmail.com o ministeruffi@aol.com que no se correspondían con el administrador diocesano de esa provincia. Según explicaron entonces desde la institución, primero se pedía al trabajador responder al correo electrónico y, una vez contestaban, se les hacía una propuesta para que compraran una tarjeta de iTunes-Apple para escanear posteriormente el código y enviarlo al mismo correo con una foto.

“Esto es lo que quiero que hagas por mí: estoy trabajando en incentivos y tenía como objetivo sorprender a algunos de nuestros diligentes empleados de toda la diócesis con vales. Quiero gestionarlo personalmente y tendría que mantenerse confidencial hasta que todos tengan los vales, ya que es una sorpresa. Necesito que obtengáis 20 cantidades de vale de iTunes/Apple de 100 euros por cada uno [un total de 2.000 euros]”, se pedía en uno de los correos enviados a religiosos de la Diócesis de Girona.

Con anterioridad, también se produjeron hechos similares en otras diócesis, como la de Barbastro (Huesca), donde recibieron llamadas de supuestos sacerdotes y un correo haciéndose pasar por el obispo, Ángel Pérez Pueyo; y en el Arzobispado de Madrid, donde fingieron ser el vicario general, Avelino Revilla. En Barbastro ocurrió a principios de diciembre de 2022 y, al conocer los hechos, el Obispado envió un comunicado alertando de la presunta estafa. En concreto, señalaban que, al menos dos congregaciones religiosas de la diócesis aragonesa habían recibido llamadas telefónicas de una o varias personas que se hacían pasar por sacerdotes o personal del obispado. En uno de los casos, el suplantador requirió con falsedades que se realizara un ingreso en una cuenta bancaria. Por otro lado, también se detectaron falsos correos electrónicos que utilizaban el nombre del máximo responsable diocesano.

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