Sanz deja en el aire si atenderá la petición de Vox de entrar en el Ayuntamiento de Sevilla a cambio de aprobar los presupuestos
El nuevo alcalde de Sevilla responsabiliza a la herencia recibida de los escasos anuncios en sus primeros 100 días como regidor: “Estamos en la fase de los cuidados y la recuperación”
“Nos hemos encontrado con el detalle de que Sevilla es un paciente que necesita muchísimos cuidados y muchísima recuperación para que se pueda levantar de la cama. Y en esa fase estamos, en la fase de los cuidados y la recuperación, que requiere de un trabajo de excelencia y meticulosidad y ya llegará el momento de empezar a trabajar por los grandes proyectos”. Con este símil sanitario ha descrito José Luis Sanz, sus primeros 100 días como alcalde de la capital hispalense, en un encuentro organizado por la Cadena Ser. Un período un tanto gris y sin grandes resultados tangibles para el que el d...
“Nos hemos encontrado con el detalle de que Sevilla es un paciente que necesita muchísimos cuidados y muchísima recuperación para que se pueda levantar de la cama. Y en esa fase estamos, en la fase de los cuidados y la recuperación, que requiere de un trabajo de excelencia y meticulosidad y ya llegará el momento de empezar a trabajar por los grandes proyectos”. Con este símil sanitario ha descrito José Luis Sanz, sus primeros 100 días como alcalde de la capital hispalense, en un encuentro organizado por la Cadena Ser. Un período un tanto gris y sin grandes resultados tangibles para el que el dirigente popular ha insistido en responsabilizar a la herencia recibida por parte del anterior equipo de gobierno del PSOE.
“Durante mi campaña electoral dije que lo que mejor definía todo lo que pasaba en el Ayuntamiento era la palabra dejadez”, ha señalado Sanz, para hacer suya también la palabra con la que su predecesor y líder de la oposición, Antonio Muñoz, había descrito sus primeros meses al frente del consistorio hispalense: “Despropósito”. A partir de allí, el regidor popular ha hecho una enmienda a la totalidad sobre todo lo realizado por el anterior alcalde, desde la degradación del Teatro Lope de Vega, la conservación del arbolado de la ciudad, la suciedad, la turistificación, los problemas de la policía local e incluso la subida en la tarifa del agua, que el dirigente popular ha asegurado que se incrementará progresivamente en un 30%, hasta ahora uno de los anuncios de mayor impacto de su reciente mandato. “A mí me hubiera gustado no tener que plantear la subida de tarifas si los que han estado en estos últimos años hubieran hecho su trabajo y hubieran por lo menos actualizado las tarifas, que llevan congeladas desde 2013″, ha sostenido.
Con estos argumentos ha tratado de justificar las críticas por los vaivenes en materia cultural -primero con la marcha atrás en la celebración del Festival de Cine de Sevilla, que se quiso suspender por no haber espacios para acogerlo al coincidir con la gala de los Grammy, para luego rectificar y mantenerlo en un formato más reducido, aunque esta mañana, sin embargo, también ha responsabilizado a Muñoz de los problemas para la organización del certamen, el retraso en la programación de Lope de Vega o las calificaciones a la Feria del Libro, donde primero se dijo que era una feria de tercera y hoy que es de primera, pero que era el anterior Ayuntamiento el que no la consideraba económicamente como tal-; la crisis suscitada a raíz de la caída de las ramas de un ficus en una céntrica plaza de la ciudad -el incidente se produjo a primera hora de la mañana y no hirió a ningún vecino y pese a que el propio regidor reconoció que 48 horas antes del incidente se habían detectado problemas y no se tomaron medidas, en los últimos días, tal y como esta mañana ha hecho el propio Sanz se ha responsabilizado al anterior equipo de Gobierno de que desde 2018 tenían informes que recomendaban su tala o una poda radical-; la rectificación con los agentes de policía local -el alcalde ha aludido a la contratación de 60 agentes nuevos y al nombramiento de un jefe del cuerpo que lo conoce y que sabe cómo funciona la ciudad, pero no ha aludido a que, tras asegurar que iba a cumplir la sentencia que obligaba a cesar a 44 agentes por haber copiado en el examen de ingreso en el cuerpo, después reconoció que no se podía prescindir de ellos por cuestiones de seguridad-; o la estrategia en materia de limitación de pisos turísticos -pese a que Sanz se mostró favorable a topar su apertura en el casco histórico, se siguen otorgando licencias y esta mañana ha señalado que quien es competente en la materia es la Junta, que está ultimando una norma, después de haber impedido la puesta en marcha de la modificación del PGOU por el anterior gobierno municipal que imponía restricciones para el otorgamiento de esas licencias-.
Estos son ejemplos de la política del día a día. Pero en las próximas semanas, el nuevo alcalde va a tener que enfrentarse a la prueba de fuego de aprobar los nuevos presupuestos municipales para los que solo cuenta con el potencial apoyo de Vox. El partido de ultraderecha, muy molesto por entender que se les ninguneó en la investidura al no atender sus reclamaciones de entrar en el gobierno municipal, ha vuelto a deslizar que podría poner esa exigencia encima de la mesa como moneda de cambio. Esta mañana Sanz no ha sido contundente a la hora de negar un posible ejecutivo de coalición y se ha limitado a insistir en que los suyos serán unos “presupuestos sin ideología”, donde las fuerzas políticas se retratarán a la hora de apoyarlos o no.
En su intervención, Sanz también ha dejado claro que el Plan Respira para reducir emisiones y alcanzar el objetivo de la descarbonización en 2030 no se va a poner en marcha. “Antes que peatonalizar hay que mejorar la comunicación con transporte público al centro y crear aparcamientos”, ha señalado el regidor. Sí ha confirmado que la ordenanza para controlar las despedidas de soltero está casi lista -el borrador se conocerá esta misma semana- o que antes de 2024 se podrá pagar con tarjeta de crédito en los autobuses municipales.