Un ballenato picudo se cuela entre los bañistas de la playa onubense de La Antilla
El cetáceo, que suele ser inofensivo, nadó cerca de la orilla sin mostrar intención de interactuar o atacar a los turistas
Un ballenato picudo se ha colado esta semana hasta la orilla de la playa de La Antilla en Lepe (Huelva) para sorpresa de los bañistas, que han visto cómo nadaba entre varios grupos sin que interactuara con ellos durante escasos minutos. Otros vecinos han grabado desde la arena la escena con el cetáceo como protagonista, mientras los bañistas nadaban o manejaban lanchas hinchables o tablas de paddle surf. El ballenato picudo de Cuvier, que oscila entre los seis y siete metros de longitud, no mostró en ningún momento violencia ni mu...
Un ballenato picudo se ha colado esta semana hasta la orilla de la playa de La Antilla en Lepe (Huelva) para sorpresa de los bañistas, que han visto cómo nadaba entre varios grupos sin que interactuara con ellos durante escasos minutos. Otros vecinos han grabado desde la arena la escena con el cetáceo como protagonista, mientras los bañistas nadaban o manejaban lanchas hinchables o tablas de paddle surf. El ballenato picudo de Cuvier, que oscila entre los seis y siete metros de longitud, no mostró en ningún momento violencia ni muestras de atacar a los bañistas.
El vídeo se ha hecho viral mientras los curiosos gritaban desde la orilla, aunque no ha habido momentos de pánico. Ante la confusión creada por si se trataba de una orca, la Policía Local de Lepe ha aclarado con cierta sorna que el animal es “inofensivo” y estaba “desorientado”. “No se trata de un tiburón ni vais a ver tampoco por la orilla a Steven Spielberg con su cámara (…) tampoco se trata de una orca. Quien nos ha visitado parece ser un ejemplar de ballenato picudo de Cuvier, ostenta el récord de ser la especie que nada más profundo pero es muy sensible a los sónar. Posiblemente esté desorientada y casi a punto de quedar varada”, ha precisado el Cuerpo de Seguridad en sus redes sociales.
La alarma y sorpresa de los bañistas ante el cetáceo se explica por los ataques de orcas a embarcaciones, que se han multiplicado en los últimos años en el Estrecho de Gibraltar, a unos 200 kilómetros de La Antilla. Para prevenir estos ataques, Portugal ha prohibido esta semana a las embarcaciones turísticas y pesqueras acercarse a los grupos de orcas. Desde 2020 el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) ha registrado “interacciones” entre orcas y embarcaciones, sobre todo veleros, y ha matizado en un comunicado: “A pesar de no conocerse todavía la razón de este comportamiento reciente y repetitivo con las embarcaciones, se sabe que las interacciones iniciales, conducidas por un reducido grupo de orcas juveniles, son actualmente realizadas por un conjunto más amplio de animales”, informa Efe.