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Dos cargos del PSOE de Madrid aseguran que no fue el fiscal general quien les envió el texto del correo de la pareja de Ayuso

Sánchez Acera asegura que recibió el documento de un periodista cuya identidad no recuerda

Juan Lobato, este miércoles a su llegada al Tribunal Supremo.Foto: Pablo Monge

Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera, ex altos cargos del PSOE de Madrid, han asegurado este miércoles que no recibieron del fiscal general del Estado el escrito del abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, ...

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Juan Lobato y Pilar Sánchez Acera, ex altos cargos del PSOE de Madrid, han asegurado este miércoles que no recibieron del fiscal general del Estado el escrito del abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, de cuya filtración se acusa a Álvaro García Ortiz. El exlíder del PSOE madrileño y la que fuera su responsable de política institucional, que en ese momento era también alto cargo de La Moncloa, han declarado como testigos en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo, en el que las acusaciones pretendían demostrar que fue García Ortiz quien hizo llegar el correo al Gobierno y el PSOE. Pero Sánchez Acera, que fue quien envió un pantallazo del documento a Lobato, ha asegurado que esa imagen no le llegó de nadie de La Moncloa ni de la Fiscalía, sino de un periodista.

La relación de Lobato y Sánchez Acera con el proceso abierto contra García Ortiz tiene su origen en noviembre de 2024, cuando el entonces líder del PSOE de Madrid registró ante notario un intercambio de mensajes que había mantenido con su compañera de partido la mañana del 14 de marzo, horas después de que se filtrara el correo en el que el abogado del empresario Alberto González Amador admitía la comisión de dos delitos fiscales. Los whatsapps que Lobato, ahora senador, llevó a una notaría demostraban que Sánchez Acera le reenvió un pantallazo con el texto de ese mail a primera hora de la mañana, cuando el contenido del correo ya había sido difundido por varios medios, pero todavía no se había reproducido la imagen. La decisión del entonces líder de los socialistas madrileños de elevar a público esa conversación provocó un terremoto en el PSOE regional que acabó con su dimisión.

La posibilidad de extender a La Moncloa la investigación por revelación de secretos abierta contra el fiscal general del Estado estuvo meses sobre la mesa del instructor del caso, el magistrado Ángel Hurtado. El juez intentó explorar esa vía desde que supo del registro ante notario de los mensajes de Lobato, al que citó como testigo el mismo día que el Abc publicó esa información. Tras la declaración de este, el juez citó a Sánchez Acera, a la que se planteó imputar, aunque finalmente descartó esta posibilidad. Sin embargo, en el relato de hechos del auto por el que procesó al fiscal general, el juez sostuvo que el fiscal general actuó “a raíz de indicaciones recibidas de Presidencia del Gobierno”. Pero Hurtado no explicó en qué datos apoyaba esa teoría y la Sala de Apelaciones le enmendó y eliminó esta afirmación de los hechos por los que se juzga a García Ortiz.

No obstante, el tribunal ha admitido la petición de las acusaciones de citar a Lobato y Sánchez acera en el juicio, por si revelaban que fue García Ortiz quien les hizo llegar el documento con el contenido del mail. Aunque la acusación particular, ejercida por la pareja de Ayuso, ha intentado recuperar la tesis de que el fiscal actuó por orden de Moncloa y ha centrado eso gran parte del interrogatorio. El presidente del tribunal, Andrés Martínez Arrieta, le ha llamado la atención en varias ocasiones por detenerse en ese “contexto”. “Esa parte de la causa fue descartada por la Sala de Apelación”, ha recordado, aunque el letrado ha seguido adelante con las preguntas que llevaba planteadas sin salirse de su tesis.

La acusación ha tratado también de encontrar un resquicio en las respuestas de los dos testigos que permitiera apuntar a que fue el fiscal general quien había facilitado ese documento al PSOE y al Gobierno (Sánchez Acera era entonces alto cargo de Presidencia) como parte de una operación de Estado para atacar a Isabel Díaz Ayuso a través de los problemas judiciales de su pareja. Pero las respuestas de Lobato y Sánchez Acera tampoco les han servido para plantear al tribunal esa posibilidad.

El exlíder del PSOE regional ha asegurado que nunca recibió “instrucciones” u “órdenes” de La Moncloa, más allá de que había coordinación para los mensajes políticos que se querían lanzar en temas de alcance nacional. “Recibía recomendaciones y consejos, no instrucciones ni órdenes”, ha recalcado. Lobato, que exhibió ese documento en un pleno de La Asamblea de Madrid de esa mañana, ha enmarcado esa actuación en una estrategia habitual en política. “Evidentemente, era el tema del día”, ha señalado en referencia a que hacía menos de 48 horas que se conocía la denuncia de la Fiscalía a la pareja de Ayuso por fraude fiscal y menos de 12 desde que se había revelado que su abogado buscaba un pacto de conformidad.

En los mensajes intercambiados el 14 de marco de 2024, Lobato preguntaba a su compañera de partido cómo había obtenido el documento y le alertaba de que pareciera que se lo había pasado la Fiscalía, a lo que ella respondió “está en los medios”. Interrogado por ello, el exlíder del PSOE de Madrid ha señalado que esa afirmación no se debió a que sospechara del ministerio público, sino a una cuestión de “prudencia”. Lobato ha asegurado que no conocía la procedencia de la imagen, mientras que Sánchez Acera ha sostenido que le llegó de un periodista, pero que no recuerda de quién y no puede saberlo porque cambió de terminal de teléfono tras salir de La Moncloa, en septiembre de 2024, y, en el proceso, se eliminó todo el contenido del anterior dispositivo.

Sánchez Acera, quien ha recalcado que nunca tuvo acceso al mail cuya filtración se investiga sino a otro documento con el mismo contenido pero distinto formato, ha defendido su actuación aquel día como parte de la labor de control del Gobierno madrileño. “Lo que pretendo ea que lobato que es líder PSOE de Madrid en la pregunta [parlamentaria] que hace a la presidenta le pueda decir claramente que el día anterior realizó una manipulación de la información y estaba retorciendo la realidad”, ha señalado y ha recordado que Ayuso había dado una rueda de prensa “en calidad de presidenta” en la que dijo que los problemas con la justicia de su pareja se debían a “una persecución”. “Creo que Lobato tiene la obligación de decir si la presidenta ha mentido”, ha apuntado

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