Alvise saca pecho ante PP y Vox y reúne a miles de seguidores pese a sus imputaciones judiciales
El eurodiputado nombra a su abogado número dos de Se Acabó la Fiesta y anuncia que se presentará a las elecciones
Como en la liturgia de algunas sectas religiosas o en algunas ceremonias castrenses, el mitin de presentación de Se Acabó la Fiesta (SALF) como partido político ha terminado este domingo con los asistentes jurando, a voz en grito y de pie, cumplir los compromisos que enumeraba su líder, Alvise Pérez. Entre otros, mantenerse movilizados hasta las próximas elecciones generales, a las que el eurodiputado ha anunciado que se presentará como candidato. Previamente, ha tomado juramente público de lealtad a los miembros de su Ejecutiva. No era un acto superfluo: Diego Solier y Nora Junco, los otros dos eurodiputados que obtuvieron escaño en lista que Alvise encabezaba, le han abandonado y se han querellado contra él por instar a su linchamiento a través de las redes sociales y revelar datos personales. Es una de las cuatro causas que tiene abiertas en el Tribunal Supremo.
Alvise ha elegido el Palacio de Vistalegre, en el barrio madrileño de Carabanchel, para la puesta de largo del nuevo partido –hasta ahora, una agrupación electoral-, el mismo escenario donde Podemos y Vox tuvieron su bautismo multitudinario en 2014 y 2018 respectivamente. El activista ultra no ha conseguido llenar la antigua plaza de toros –con un aforo de 10.000 espectadores— pero sí el ruedo y parte de los graderíos. En total, unas 4.000 personas (más de 5.000, según los organizadores) que, para poder asistir, tuvieron que adelantar 15 euros –en teoría devueltos luego— y facilitar datos personales como el DNI o el número de tarjeta de crédito. Todo un acto de fe en una persona que está acusada de fraude.
Alvise niega que financiara su campaña electoral para las europeas con los 100.000 euros que le entregó un empresario, pero admite que recibió esa cantidad en dinero negro, supuestamente a cambio de promocionar entre sus seguidores un negocio fraudulento de criptomonedas. Ni ese reconocimiento ni las cuatro causas que tiene abiertas en el Tribunal Supremo –entre otras, por difundir un falso positivo de la covid del entonces ministro de Sanidad Salvador Illa—parecen haber hecho mella en sus admiradores.
“Hoy con Alvise conoceréis la verdad y la verdad os liberará”, ha anunciado la presentadora del acto antes de darle paso. En vez de subir directamente al escenario, como los demás oradores, el líder ha cruzado todo el coso a los acordes de la música mientras era agasajado y aclamado por los asistentes. Sus propuestas no se han diferenciado demasiado de las habituales de Vox e incluso el PP, aunque, siguiendo el consejo de Groucho Marx, les ha añadido ‘dos huevos duros’.
Así, ha prometido rebajar cinco puntos del IRPF por cada hijo –Vox propone cuatro— y acometer “la mayor deportación masiva de inmigrantes de la historia reciente de España”, mediante una campaña de localización, detención y deportación de los residentes irregulares financiada con los 4.000 millones que se dedican a la cooperación al desarrollo. Se ha presentado como una versión española del presidente salvadoreño Nayib Bukele, quien ha alquilado los centros penitenciarios de su país a Trump para que encierre a inmigrantes irregulares, y ha desenterrado su promesa de construir una “macrocárcel” en la que los presos no tengan “piscinas, gimnasios ni privilegios”. En la misma línea de mano dura, ha propuesto reformar el Código Penal para que se pueda embargar el patrimonio de los familiares de los condenados por corrupción y estos no disfruten de ningún permiso carcelario hasta que devuelvan todo lo robado. Uno de los momentos más celebrados por el auditorio ha sido cuando un imitador se ha hecho pasar por el exministro José Luis Ábalos y ha sido detenido por supuestos policías.
Aunque el público ha coreado repetidamente insultos contra el presidente del Gobierno, los oradores se han esforzado por aclarar que SALF no va en contra un partido determinado sino del “corrupto sistema partitocrático” en su conjunto. El expolicía Adrián Yacar, presentado como experto en Inteligencia Artificial, ha asegurado que “el fraude electoral existe, aunque nos quieran hacer creer que son casos aislados” y ha anunciado un programa informático, denominado Ecrutinia.2, con el que SALF pretende hacer un recuento paralelo de los votos en las próximas elecciones generales.
Paradójicamente, mientras arroja dudas sobre la limpieza del sistema electoral español, que ningún otro partido cuestiona, SALF ha mostrado escasa transparencia sobre sus propias elecciones internas: aunque se ha anunciado que Alvise había sido elegido presidente dela nueva formación con el 98,16% de los votos, no se ha informado de cuántos afiliados le han votado.
Tras haber sido criticado por no cumplir su promesa de sortear su sueldo íntegro de eurodiputado –suspendió la rifa con el pretexto de la dana al inicio de la legislatura-, Alvise ha escenificado la entrega de un cheque de 50.000 euros a la fundación de huérfanos de la Policía Nacional y ha prometido repetir la operación próximamente con la Guardia Civil.
El líder de SALF ha evitado criticar directamente al PP o Vox. Según él mismo confesó al empresario Álvaro Romillo, implicado en el fraude de las criptomonedas, su objetivo es obtener los escaños imprescindibles para completar una mayoría de derechas con Feijóo y Abascal. Para eso necesita que las causas que tiene abiertas en el Supremo no lleven a su inhabilitación. De momento, ha nombrado secretario general y número dos del partido a su propio abogado, Luis de las Heras Vives.