Ir al contenido

Los coches históricos vuelven al asfalto

El registro de vehículos clásicos se ha triplicado al año de aprobarse una nueva norma de Tráfico que agiliza y simplifica los trámites

El vehículo histórico ha sido uno de los grandes olvidados durante décadas. Los coches y motocicletas de 40, 50 o más años han permanecido abandonados, oxidándose en garajes y graneros o directamente saliendo a la exportación adquiridos por coleccionistas del extranjero porque los trámites para que pudieran circular eran demasiado costosos y complejos. Todo este panorama cambió hace un año, cuando se aprobó una nueva legislación que permitía convertir ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El vehículo histórico ha sido uno de los grandes olvidados durante décadas. Los coches y motocicletas de 40, 50 o más años han permanecido abandonados, oxidándose en garajes y graneros o directamente saliendo a la exportación adquiridos por coleccionistas del extranjero porque los trámites para que pudieran circular eran demasiado costosos y complejos. Todo este panorama cambió hace un año, cuando se aprobó una nueva legislación que permitía convertir estos automóviles en objetos de culto con mayores facilidades que con la anterior, con lo que se cumplía una de las principales demandas del sector. En tan solo un año se han triplicado los vehículos de esta categoría, al pasar de 44.000 a superar los 150.000. Los expertos piden la creación de un museo estatal del automóvil, como existe en la mayoría de los países europeos.

Para que estos coches siguieran rodando, la anterior norma exigía pasar muchos trámites, con los respectivos vistos buenos de organismos tan dispares como las administraciones autonómicas y los ministerios de Industria y del Interior, aparte de tener un precio bastante elevado. Según el jefe de la Unidad de Normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT), Francisco de las Alas-Pumariño, toda esta burocracia ejercía “un efecto disuasorio” en los propietarios y motivaba que este patrimonio se abandonara o se achatarrase. El nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, aprobado el 1 de octubre de 2024, simplifica todo el procedimiento. Los vehículos con matrícula española de 30 o más años y con la documentación en regla pueden pedir en línea el cambio en el permiso de circulación, con tan solo pagar 20,80 euros. Eso sí, se les requerirá que se hayan conservado las características originales de fabricación. “Por ejemplo, un Seat 600 con un motor eléctrico no podría ser considerado histórico”, explica De las Alas-Pumariño, que es dueño de un Mini de 1971.

En el caso de que los vehículos no estén matriculados en España o carezcan de la ITV o de la documentación, es necesario acudir a un servicio técnico de vehículos históricos acreditado para que certifique que el automóvil reúne todas las características originales: se pesan, se miden, se comprueba el chasis o el número de motor. Con ese informe positivo, ya se puede pasar la ITV y solicitar el permiso de circulación como histórico en la jefatura provincial de Tráfico correspondiente.

La normativa obliga a no hacer modificaciones y destinarlo a un uso ocasional, lo que supone no superar los 96 días de circulación al año. El director general de Tráfico, Pere Navarro, recuerda que se está produciendo un cambio de etapa en el automóvil con la llegada de los vehículos eléctricos y resulta necesario preservar todo ese patrimonio histórico, que hasta ahora ha estado viajando al extranjero. “Detrás de estos vehículos históricos hay una actividad económica creciente y nada despreciable que va de los talleres especializados de restauración, los recambios, las concentraciones, las exposiciones, los concursos y las excursiones de fin de semana que cada vez más forman parte de la oferta turística”, destaca Navarro.

Mayores y jóvenes

Al frente de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA), que agrupa a 450 clubes y más de 25.000 personas, está su presidente, Raúl Aranda, que niega que los automóviles históricos sea una actividad de personas mayores. Cada vez más son los jóvenes quienes se interesan por modelos que han conducido sus padres o sus abuelos, como los Simca, los Seat o los Renault. Por ejemplo, los clubes del Seat 124 son los que tienen más socios. “Muchos jubilados lo toman, por ejemplo, como su hobby, porque restaurar un coche lleva muchas horas y a veces resulta caro. Eso sí, hay muchos talleres colaborativos que ayudan en esta tarea”, afirma Aranda en conversación telefónica. El presidente de FEVA ve adecuado la restricción de uso: “En general, ningún aficionado lo va a usar más de 30 o 40 días al año. Son vehículos que consumen mucho y las averías o un simple golpe pueden provocar serios problemas. El recambio más barato puede salir por 500 euros de media en algunos casos. Además, en las grandes ciudades, como Madrid o Bilbao, hay cámaras con controles de matrículas”.

Aranda da algunos consejos a la hora de adquirir un vehículo antiguo. Recomienda ser cauteloso y dejarse asesorar por un experto o por integrantes de clubes del modelo que se quiere adquirir. “Es muy fácil confundirse. Lo que se busca es un sueño, pero puede convertirse en una pesadilla si se encuentra en mal estado o se ha preparado solo para la venta”.

Por tipo de vehículos ganan con diferencia los turismos (unos 92.000), seguidos de las motocicletas (27.000), los camiones (unos 10.000), ciclomotores (7.500), furgonetas (7.400) y autobuses (313), según datos de la DGT. Las cifras demuestran que España está muy lejos de otros países europeos: Reino Unido tiene 1,5 millones de vehículos históricos; Alemania, unos 600.000 y Francia, alrededor de 400.000. “Este tipo de automóvil está mucho más protegido fiscalmente en esos países. Si se traen de fuera, hay que pagar el impuesto de transmisiones patrimoniales [entre el 4% y el 10%, según la comunidad autónoma] y luego el 14% del de matriculación. Si es de fuera de la Unión Europea, el 21% de IVA. Y eso con la ironía de que lo recauda el Estado por estos conceptos es irrisorio”, critica Raúl Aranda.

Pese a todas estas trabas, es frecuente ver en cualquier punto de la geografía concentraciones de vehículos históricos que atraen a centenares de personas. Muchas se hacen fotografías con estos automóviles y mantienen animadas charlas con los propietarios para que les cuenten sus anécdotas: de quién fue, por dónde ha circulado o cuántos kilómetros tiene. De hecho, algunas localidades organizan estos actos de manera periódica para atraer a los turistas y potenciar la economía local, a los que se suman las diferentes actividades de los clubes repartidos por toda la geografía española.

Lo que es todavía una asignatura pendiente es la creación de un museo estatal del automóvil, como los que existen en Reino Unido o Francia. En el caso de Alemania, cada fabricante tiene su propio museo. En España, existen algunas colecciones privadas que exhiben sus vehículos, pero ninguna recoge todos los modelos. Un embrión de ese gran museo puede ser la exposición que ha realizado el Parque Móvil del Estado (PME),en su sede central de Madrid, en la calle de Cea Bermúdez, con motivo de los 90 años de su creación allá en época de la II República, el 29 de septiembre de 1935. En esta muestra, que ya ha finalizado, se han expuesto los vehículos que usaron los presidentes del Gobierno, desde Felipe González a Mariano Rajoy, y un Mercedes de los Reyes Juan Carlos I y Felipe VI, además de un Dodge 3700 GT similar al que llevaba a Adolfo Suárez o en el que murió asesinado por ETA Luis Carrero Blanco el 20 de diciembre de 1973. A ellos se unen dos Cadillac Fleetwood, un Fiat 1100 ―utilizado por la Policía en los años 40 del siglo pasado—, un Renault 4 de la Guardia Civil o un 600, entre otros. “Cuando empieza el Parque Móvil se utilizó a presos del ejército republicano. Se achatarraron los vehículos de la Guerra Civil, de forma que por cada cuatro coches salía uno nuevo. Como no había ni suministros ni recambios, se hacía aquí todo de nuevo, desde el chasis a las carrocerías”, explica el comisario de la exposición, Manuel Pons.

En la muestra se pueden ver el camión que se utilizaba para llevar el pescado desde A Coruña hasta Madrid para el dictador Francisco Franco, que fue decomisado a un extraperlista y modificado en el parque para que fuera isotermo, o la llamada moto de los ceses, utilizada por los mensajeros de la época para enviar las destituciones de los cargos públicos. Desde hace unos 15 años, el PME guarda al menos un vehículo de cada modelo utilizado con vistas a hacerse con una colección importante en el futuro. Antes, se desafectaban y se vendían o se subastaban.

Sobre la firma

Más información

Archivado En