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El PP pide explicaciones a Robles por la renuncia a comprar el caza F-35 estadounidense

Los populares quieren saber qué alternativa hay para cubrir la baja prevista de los aviones Harrier de la Armada

El PP quiere que la ministra de Defensa, Margarita Robles, explique la decisión del Gobierno de renunciar a la compra del caza estadounidense F-35, adelantada este miércoles por EL PAÍS. El Grupo Popular ha registrado una solicitud de comparecencia de Robles en la Comisión de Defensa del Congreso para que informe sobre “la decisión y las motivaciones de prescindir de los aviones F-35 y las consecuencias que esto tendrá para las capacidades de defensa de la Armada española, así como las alternativas viables para suplir esta capacidad”.

Fuentes del Ministerio de Defensa han confirmado a Europa Press que el Gobierno ha descartado adquirir los F-35 estadounidenses y ha preferido apostar por alternativas europeas como el Eurofighter o el Futuro Sistema Aéreo de Combate (FCAS). Defensa formuló en su día una RFI (request for information o “petición de información”) no vinculante sobre el caza de Lockheed Martin y en los presupuestos de 2023 figuraba una primera partida de 6.250 millones de euros para adquirir el “avión sustituto del AV-8B y el C-15M 2ª fase” (es decir, los Harrier de la Armada y los últimos F-18 del Ejército del Aire). Incluso la publicación británica Janes, especializada en armamento, mencionó el año pasado un posible pedido de 50 unidades por parte de las Fuerzas Armadas españolas que otras fuentes redujeron a 36.

Sin embargo, esos planes han quedado definitivamente paralizados después de que el Gobierno aprobara en abril pasado el plan de seguridad y defensa, con una inversión de 10.471 millones para alcanzar el 2% del producto interior bruto (PIB) en gasto militar este mismo año. El propio plan indica que el 85% de estos fondos deben gastarse en Europa, lo que se considera incompatible con la compra del avión de combate estadounidense.

La renuncia a comprar el caza de Lockheed Martin hará que la Armada pierda su aviación embarcada, ya que en 2030 tiene previsto dar de baja los Harrier AV8B y el único aparato de despegue vertical que puede sustituirlo es precisamente el F-35B, la versión naval del F-35. Hasta que la Marina de guerra española se dote de un portaviones —para lo que ya se ha encargado al astillero público Navantia un estudio de viabilidad— solo podrán operar helicópteros desde el actual buque portaaeronaves Juan Carlos I. También el Ejército del Aire y del Espacio apostaba por el F-35 para sustituir a sus últimos F-18, aunque tiene más margen de plazo porque estos deberán ser sustituidos en 2035. La Fuerza Aérea busca un avión que le sirva de puente hasta que entre en servicio el FCAS, el proyecto desarrollado por Francia, Alemania y España, que no estará disponible hasta 2040 en el mejor de los casos.

El PP ha presentado también una batería de preguntas escritas con las que quieren saber “qué criterio técnico ha seguido el Gobierno para anunciar el bloqueo en la adquisición de cazas de combate estadounidenses F-35 Lightning II” o “qué alternativas a corto plazo se prevén para que la Armada pueda sustituir [a] los cazas Harrier Av8B”. Igualmente, quiere saber “cómo va a garantizar el despliegue aéreo naval de la Armada”, “qué horizonte temporal maneja para que España cuente con las capacidades ofertadas por el F-35” o si “se va a prolongar el uso de los actuales Harrier con más inversiones”. Esto último está descartado, ya que los países que aún utilizaban este modelo (Estados Unidos e Italia) lo están dando ya de baja, porque ya no habrá disponibilidad de repuestos y componentes. En su escrito, el PP insinúa que la decisión de renunciar al F-35 puede haber sido tomada bajo influencia del socio menor de la coalición de Gobierno, Sumar, pero no se pronuncia sobre si España debe comprar o no el caza estadounidense.

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