Los planes de la UE y la OTAN implican para España hasta 6.000 millones más de gasto militar cada año
La Comisión Europea plantea subir el presupuesto de defensa en 1,5 puntos del PIB en cuatro años y la Alianza Atlántica superar el 3%
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha eludido hasta ahora concretar cuál será el ritmo de crecimiento del gasto militar de España en los próximos años, y solo ha señalado que el objetivo del 2% del PIB (Producto Interior Bruto), que había comprometido para 2029, se adelantará para antes de esa fecha. Sin embargo, los planes que preparan la UE y la OTAN sí que dan más pistas sobre cuál es el esfuerzo que debe realizar Eur...
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha eludido hasta ahora concretar cuál será el ritmo de crecimiento del gasto militar de España en los próximos años, y solo ha señalado que el objetivo del 2% del PIB (Producto Interior Bruto), que había comprometido para 2029, se adelantará para antes de esa fecha. Sin embargo, los planes que preparan la UE y la OTAN sí que dan más pistas sobre cuál es el esfuerzo que debe realizar Europa para conseguir la llamada “autonomía estratégica”; es decir, la capacidad de defenderse por sí misma sin depender de un paraguas de Washington cada vez más incierto. Estos esfuerzos pueden implicar para España hasta 6.000 millones más de gasto militar al año.
En su comparecencia de este miércoles ante la Eurocámara, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ofreció algunos detalles sobre su plan Rearmar Europa, con el que pretende movilizar 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años, para que la UE en su conjunto pase de un gasto militar ligeramente por debajo del 2% de su PIB a algo más del 3%. De esta cantidad, unos 650.000 millones deberían salir de los Presupuestos nacionales, lo que supone que los Veintisiete tendrían que “sumar un 1,5% del PIB a sus [respectivos] presupuestos de defensa”, señaló la presidenta del Ejecutivo comunitario.
Aunque se trata de un promedio, el hecho de que España esté a la cola del gasto en defensa (1,28% del PIB, según las estimaciones de la OTAN para 2024), hace difícil que pueda reclamar un menor esfuerzo que el resto de socios de la UE. Para cumplir con el objetivo señalado por la Comisión Europea, España debería incrementar su gasto militar, que alcanzó los 19.723 millones el pasado año, en otros 22.500 millones hasta 2029, lo que supone un aumento superior a los 5.600 millones anuales durante cuatro ejercicios. Y esta cantidad debe incrementarse cada año con el crecimiento del PIB en euros. Según la Comisión Europea, este aumento del gasto militar no contaría para cumplir con los objetivos de déficit público. De esta forma, los países no podrían ser sancionados si superan por esta causa el 3% del PIB de déficit, umbral a partir del cual se empieza a aplicar los procesos de disciplina presupuestaria europea.
Los restantes 150.000 millones del plan Rearmar Europa saldrán, según los planes de la Comisión, de un nuevo instrumento financiero denominado SAFE (”seguro” en inglés, y siglas en ese idioma de “Acción por la Seguridad de Europa”), que concederá créditos para financiar compras de sistemas europeos, plurianuales y multinacionales, centrados en aquellas capacidades en las que la defensa europea tiene más carencias. España ha pedido que parte de este dinero sean transferencias comunitarias a fondo perdido, pero el Ejecutivo europeo aún no ha hecho suya la propuesta. En cambio, Sánchez ha rechazado expresamente destinar a gasto militar parte de los fondos de cohesión, como ha ofrecido Von der Leyen a los países que se benefician de ellos. Además, contarán con los créditos del Banco Europeo de Inversiones (BEI), aunque estos no se dirigen a los gobiernos sino a las empresas.
Mayor aún es la presión para aumentar el gasto militar por parte de la OTAN. En la cumbre de Gales de 2014 se fijó un objetivo del 2% del PIB que se tenía que alcanzar en el plazo de una década. España está aún lejos de cumplir este compromiso. El Gobierno alega que lo que se aprobó en Gales era una mera recomendación, mientras que el compromiso en firme lo selló Sánchez con el entonces presidente estadounidense, Joe Biden, en la cumbre aliada de Madrid, en 2022, con quien fijó para España el horizonte de 2029. Sin embargo, todos estos objetivos han quedado ya desfasados, pues la Alianza Atlántica tiene previsto revisarlos en su cumbre de La Haya (Países Bajos), el próximo mes de junio, la primera tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha adelantado que el nuevo objetivo de gasto militar estará por encima del 3% del PIB, lo que supondrá para España algo más de 1,5 puntos sobre el 1,3% actual. Y la Comisión ha dado también la indicación de aumentarlo en media en Europa un 1,5% del PIB, lo que haría que en el caso de España se llevase hasta el entorno del 2,8% del PIB. Es decir, tanto la Comisión Europea como la OTAN pedirán que el presupuesto español de defensa crezca entre 5.000 y 6.000 millones anuales, actualizados cada año con el PIB.