Podemos admite que Monedero siguió en el chat de la dirección tras las denuncias

Podemos ha admitido este lunes que Juan Carlos Monedero siguió en el chat del Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el órgano de dirección ampliado del partido, después de saber en septiembre de 2023 de las denuncias por violencia sexual en su contra. La Sexta publicó el viernes capturas de pantalla de una conversación de diciembre de ese año en la que el cofundador del partido intervenía. Podemos...

Podemos ha admitido este lunes que Juan Carlos Monedero siguió en el chat del Consejo Ciudadano Estatal (CCE), el órgano de dirección ampliado del partido, después de saber en septiembre de 2023 de las denuncias por violencia sexual en su contra. La Sexta publicó el viernes capturas de pantalla de una conversación de diciembre de ese año en la que el cofundador del partido intervenía. Podemos alegó ya el jueves que “apartó” a Monedero de la actividad de la organización en cuanto supieron de las acusaciones. El profesor de Ciencias Políticas de la Complutense —centro que tiene abierta otra investigación por acoso— no era miembro del CCE, y por tanto no tenía voto, pero participaba en sus reuniones y en el canal de comunicación como invitado. “No había una resolución que lo suspendiese de militancia”, ha reconocido en rueda de prensa el secretario de Organización del partido, Pablo Fernández, para justificar que siguiese en ese chat entonces. El dirigente ha asegurado que Monedero ya no está en ese foro y ha relacionado su salida del grupo con las “filtraciones de ese chat”, que ha calificado de “preocupantes”, sin aclarar la fecha de expulsión (que finalmente sí ha sido posible), ni si se debió a la publicación de las conversaciones el viernes pasado.

En su comparecencia de este lunes, el también coportavoz ha mantenido los argumentos esgrimidos estos días por la secretaria general, Ione Belarra, y la número dos, Irene Montero, y ha defendido que si el partido no hizo su propia investigación interna tras las denuncias fue para “garantizar” y “respetar” “la confidencialidad, el anonimato y la discreción que piden las denunciantes”, que es a ellas a las que correspondía dar ese paso y optaron por no continuar con el proceso.

Fernández ha sostenido que la decisión de apartarlo tenía como objeto “garantizar que Podemos es un lugar seguro”, pero más allá de no convocarle a los actos, al no existir esa resolución, no podían impedirle acudir a ellos. “Prohibir cuando no hay una resolución de Garantías, no podemos prohibir”, ha reconocido. Al no continuar el procedimiento, tampoco era posible suspenderlo de militancia, ya que es la Comisión de Garantías la que tiene potestad para hacerlo, ha insistido. El coportavoz ha afirmado que la decisión de no convocarlo la tomó la dirección, aunque no ha concretado ni qué miembros ni en qué órgano.

El escándalo estalló el jueves pasado, cuando el partido reconoció haber tenido conocimiento de sendas denuncias por violencia sexual contra Monedero en septiembre de 2023 y explicó que, desde ese momento, decidió retirarlo de las actividades de la formación. Sin embargo, las pesquisas no siguieron adelante porque, justifican, las víctimas nunca contestaron al correo electrónico en el que la Comisión de Garantías, órgano encargado de llevar a cabo la investigación, les pedía más datos. Algunos mensajes afectuosos en redes, así como las conversaciones del chat del CCE o el hecho de que siguiera emitiendo su programa en Canal Red, la televisión de Pablo Iglesias, hasta enero de 2024, han arrojado algunas dudas sobre el relato expuesto y la contundencia con la que actuó la Ejecutiva de Podemos.

El responsable de Organización ha mantenido que la actuación del partido demuestra “un triunfo del feminismo, que lo está cambiando todo”. “Nosotros, con las víctimas y las denunciantes, siempre. El ‘Hermana, yo sí te creo’ sí que nos lo creemos (...) Condenamos los actos que denuncian y las creemos”, ha tratado de zanajar a preguntas de los periodistas.

Díaz reconoce el daño

Preguntada por las acusaciones contra Monedero en un acto en Madrid, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha admitido a primera hora de este lunes que el caso “hace muchísimo daño”. “La violencia machista es transversal, no va de partidos”, ha respondido sin entrar en más detalles. El viernes, la líder de Sumar en el Gobierno se solidarizó con las denunciantes y pidió que se investigase todo lo que fuera “menester”.

“A nosotros nos preocupan las víctimas, tenemos que mostrarle todo nuestro apoyo y en Sumar nunca vamos a utilizar estos casos de forma partidista”, ha señalado el portavoz de la formación, Ernest Urtasun. Pese a los dardos de Belarra contra Sumar al defender la semana pasada que actuaron “cuando nadie miraba” y no “por presión mediática” (además de deslizar que la formación de Díaz despidió a Íñigo Errejón “con honores”), el ministro ha reivindicado de nuevo un acuerdo de unidad con todas las fuerzas que concurrieron juntas en las generales de 2023: “Seguimos firmemente convencidos de que la mejor manera para presentarnos a las elecciones fue el éxito del 23-J. Tenemos una extrema derecha en el 20% en Alemania y es el momento de la responsabilidad”.