La Comisión Europea investigará el permiso de la Junta de Andalucía a una balsa minera a 700 metros de un pueblo
El depósito albergará 15 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos junto a una pedanía de la localidad onubense de Cortegana
La Comisión Europea investigará la autorización de la Junta de Andalucía a la empresa minera Sandfire Matsa para levantar una balsa de residuos tóxicos mineros a solo 700 metros de una pedanía del municipio onubense de Cortegana. El enorme depósito ocupará 130 hectáreas con plantaciones de pinos y los vecinos han pedido amparo a la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo porque alertan de que los metales pesados de la balsa dañarán su salud, y esta ha derivado el caso a la Comisión Europea, que realizará una investigación preliminar.
La semana pasada el presidente de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, el polaco Bogdan Rzonca, confirmó por carta a la asociación de la pedanía, Valdelamusa Viva, que la Comisión Europea moverá ficha para examinar las autorizaciones del Ejecutivo andaluz (PP) que dieron vía libre a la ubicación tan próxima a la población. Además, Rzonca ha derivado el asunto a la Comisión de Medio Ambiente, Clima y Seguridad Alimentaria de la Cámara europea, según ha avanzado este jueves eldiario.es.
“Esperamos que la Unión Europea pare esta sinrazón. Matsa tiene previsto talar los más de 35.000 pinos en estas semanas y empezar ya con el proyecto. Hasta ahora el tema no se ha tratado ni en el Pleno del Ayuntamiento de Cortegana, ni en el Pleno de la Diputación Provincial, ni en el Parlamento de Andalucía. Hemos presentado más de 5.000 firmas ante la Junta y aún no hemos sido recibidos ni por el delegado provincial”, denuncian fuentes de la asociación vecinal que lucha contra la balsa y que reduce la distancia de la balsa a sus casas a solo 500 metros.
La Comisión Europea investigará si la balsa minera del proyecto de extracción gestionará bien sus residuos tóxicos y si puede contaminar las aguas superficiales al afectar al dominio público hidráulico por dos arroyos que atraviesan una zona de especial protección ambiental.
Los vecinos reclaman a la empresa minera otra ubicación más alejada de sus casas para la enorme balsa prevista, pero la compañía adquirió los terrenos hace años y estas tierras carecen de protección especial urbanística y medioambiental, subraya Mar Martín (PP), alcaldesa de Cortegana (4.800 habitantes). “Entiendo la sensibilidad de los vecinos, pero como Ayuntamiento no podemos negarnos a conceder a la minera la licencia urbanística”, alega la regidora. Cortegana está a 25 kilómetros de distancia de Valdelamusa.
La capacidad del depósito de lodos con metales pesados peligrosos como plomo, arsénico o talio casi triplica la de la balsa de Aznalcóllar (Sevilla), que vertió seis millones de metros cúbicos de lodos hace 26 años a las puertas de Doñana.
La Consejería de Industria dio el visto bueno final el pasado diciembre después de que la Sostenibilidad y Medio Ambiente concediera la autorización ambiental unificada el pasado verano. Este último Departamento de la Junta defiende que la tramitación del permiso ambiental ha contado con “total transparencia, dando respuesta a las alegaciones. No se ha desestimado ninguna objeción sin un análisis técnico fundamentado y las decisiones adoptadas se basan en criterios científicos y en la normativa vigente”. Los vecinos aseguran que las respuestas a sus alegaciones no son certeras: “El Gobierno regional no ha aceptado ninguna de las alegaciones procedentes de vecinos y organizaciones ecologistas”, reza la queja atendida por la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
Ecologistas en Acción presentó un recurso de alzada ante la Junta el pasado septiembre contra la autorización ambiental concedida, porque su ubicación prevista afectaría a un embalse cercano en caso de rotura. “Cualquier tipo de vertido desde esta nueva instalación provocaría la contaminación de las aguas del embalse del Tamujoso distante a 4 kilómetros de la futura instalación y siendo este embalse una reserva estratégica de agua potable, tal y como contempla el Plan de Sequía de la empresa pública Giahsa”.
A continuación, los conservacionistas incidían en que ante una hipotética rotura de la balsa, la Administración no ha hecho los deberes. “Dados los graves efectos para el medio y las propiedades aguas abajo que la rotura de una balsa de estas características provocaría (algo que desgraciadamente sabemos que ocurre) entendemos que es imprescindible un informe de Dirección General de Emergencias y Protección Civil para la redacción de cualquier dictamen al proyecto”.
La compañía Matsa (Minas de Aguas Teñidas SA) considera la balsa “fundamental” para poder continuar con su actividad minera extractiva, ya que el anterior depósito se construyó en 2009 y estará colmatado en marzo de 2026, según sus previsiones. La compañía australiana Sandfire Resources adquirió en 2022 Matsa, que explota tres minas en Huelva, por un importe de 1.585 millones de euros.