Feijóo avala la ofensiva de Tellado contra el PNV pese a la incomodidad de otros dirigentes
El PP rompe puentes con el partido vasco mientras sectores populares discrepan del tono del portavoz parlamentario: “Sobran las hipérboles”
De forma sorpresiva, y mientras trata de agrietar la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez, el PP ha roto todos los puentes con el PNV. A pesar de que los nacionalistas vascos constituyen uno de los engranajes clave sobre los que se sustenta la inestable aritmética del PSOE, el PP ha decidido que su relación salte por los aires. Los desencuentros ya venían envenenando la interlocución entre el PP y el PNV desde la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, a la que los peneuvistas votaron en contra, pero de repente, sin una ganancia política clara, el PP ha roto la baraja ...
De forma sorpresiva, y mientras trata de agrietar la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez, el PP ha roto todos los puentes con el PNV. A pesar de que los nacionalistas vascos constituyen uno de los engranajes clave sobre los que se sustenta la inestable aritmética del PSOE, el PP ha decidido que su relación salte por los aires. Los desencuentros ya venían envenenando la interlocución entre el PP y el PNV desde la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, a la que los peneuvistas votaron en contra, pero de repente, sin una ganancia política clara, el PP ha roto la baraja con las críticas de su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, contra la cesión al partido vasco de la sede del Instituto Cervantes en París. El movimiento no había sido planificado, según fuentes de la dirección popular, sino que responde más bien al estilo propio de Tellado, que incomoda a otros dirigentes populares: algunos sectores del PP creen que convendría otro tono y subrayan que “sobraban las hipérboles” para tratar este asunto. Pero el mismo Feijóo que presumía de su buena relación con el lehendakari Iñigo Urkullu ha terminado avalando la ofensiva de su portavoz y ha zanjado que, mientras el PNV esté “sometido al sanchismo”, no hay nada de qué hablar.
El desencadenante fue la arremetida de Tellado contra el PNV y su portavoz parlamentario, Aitor Esteban, por el palacete de París que el Gobierno de Pedro Sánchez ha cedido al partido vasco y que pretendía aprobar en el decreto ómnibus que decayó este miércoles. La restitución del inmueble, adquirido en 1936 y después confiscado por la Gestapo y entregado al Estado español, era una vieja reclamación de los nacionalistas, que de hecho ya habían estudiado antes los Gobiernos del PP. José María Aznar llegó a negociarlo con el PNV, según reconoce una fuente popular del núcleo duro de su Gobierno. También lo hizo Mariano Rajoy, como ha asegurado recientemente Aitor Esteban. Pero pese a esos antecedentes, que Tellado negó rotundamente este pasado martes, el actual portavoz del PP lanzó una lluvia de cuchillos contra el PNV.
Tellado calificó de “miserable y asqueroso” ese acuerdo del Gobierno con los nacionalistas vascos. “Aitor Esteban no quería un tractor, quería un palacete en París”, criticó antes de tachar a los peneuvistas de “rentistas” y “aprovechateguis”.
La embestida indignó al portavoz del PNV en el Congreso, que estalló el miércoles con críticas personales a su homólogo del PP. “Me reafirmo en que el señor Tellado es un torpe. Y además, esto lo que me ha demostrado que es un maleducado”, se quejó Esteban. “Tampoco puedo esperar gran cosa, en cuanto a solidez ideológica, de alguien que comenzó en la izquierda nacionalista gallega y que está defendiendo posiciones absolutamente derechistas y neofascistas. Le recuerdo que este edificio fue incautado por la Gestapo y entregado a Franco”. Los choques entre populares y el PNV siguieron durante todo el día y, en el Pleno, la diputada del PNV Idoia Sagastizabal volvió a dirigirse a Tellado: “Es usted un sinvergüenza”.
Algunos dirigentes populares creen que Tellado se pasó de frenada y que podía haber cuestionado la cesión del palacete con otro tono, porque ahora la relación con el PNV “está rota”, como admiten en la dirección popular. “Lo del edificio del Cervantes es grave, pero no hacían falta hipérboles para criticarlo. Es cierto que el PNV se ha pasado de soberbio tratando al PP, pero aunque la puerta ahora está cerrada, siempre se puede volver a abrir”, analiza un integrante del núcleo duro. Fuentes de la dirección del PNV también relatan un clima gélido entre los dos partidos en el Parlamento. “No hay interlocución con el PP”, revelan en el grupo vasco. “En el PP están equivocados, porque creen que por criticarnos van a conseguir que nuestros votantes se vayan a ir al PP en Euskadi, cuando como mucho se irían a Bildu o a la abstención”.
Algunas fuentes del PP creen que Tellado lanzó el ataque furibundo contra el PNV “para ayudar al PP vasco”, que ha aprovechado el choque. El líder de los populares vascos, Javier de Andrés, desveló ayer que el PP está analizando jurídicamente si la entrega al PNV del palacete puede constituir un caso de financiación irregular de la formación nacionalista, y amenazó con llevarlo a los tribunales.
La ruptura con el PNV no había sido planificada por la dirección del PP, pero Feijóo la avaló ayer a todos los efectos, respaldando a Tellado. “El PNV es un satélite más del PSOE”, zanjó. “Cuando el PNV vuelva a ser un partido más que tenga criterio y que pueda pactar con unos o con otros en función del objetivo del pacto, podrá hablar con el PP. Ahora bien, mientras el PNV sea un socio estratégico en Euskadi y en Madrid del sanchismo, comprenderá que se debe exclusivamente al sanchismo y es imposible hablar con alguien que no quiere hablar”.
El líder del PP se ha cegado la vía de acuerdos con el PNV en un momento de debilidad del Gobierno del PSOE, que este miércoles sufrió una derrota importante en el Congreso sin poder convalidar el decreto ómnibus que revalorizaba las pensiones y extendía las ayudas al transporte público. El PP votó en contra porque la norma contenía la cesión del inmueble al PNV, aunque la formación nacionalista se ha apresurado después a aclarar que, aunque el decreto haya decaído, la transmisión jurídica del edificio ya se había culminado con éxito.