Feijóo se moviliza contra el cierre de la central nuclear de Almaraz
El líder del PP se implica en la campaña de la presidenta de Extremadura para que no se desmantele la instalación cacereña en noviembre de 2027. El PP aspira también a tejer alianzas con Junts en la política pronuclear
El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo se posiciona como pronuclear en el debate sobre la transición energética en el que están inmersos los países occidentales. Los populares ya propusieron en el programa electoral de las últimas elecciones generales de 2023 la extensión de la vida útil de las cinco centrales nucleares españolas. Ahora, el PP empieza a movilizarse para intentar frenar el calendario de ...
El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo se posiciona como pronuclear en el debate sobre la transición energética en el que están inmersos los países occidentales. Los populares ya propusieron en el programa electoral de las últimas elecciones generales de 2023 la extensión de la vida útil de las cinco centrales nucleares españolas. Ahora, el PP empieza a movilizarse para intentar frenar el calendario de cierre, que comienza con la central cacereña de Almaraz el 1 de noviembre de 2027. Feijóo se ha desplazado este jueves a Cáceres para respaldar a la presidenta de Extremadura, la popular María Guardiola, que reclama al Gobierno que paralice sus planes de desmantelamiento de la instalación nuclear extremeña. “La central de Almaraz es una central fiable y segura”, ha defendido Feijóo en una comparecencia junto a Guardiola. “Sí a la prórroga del funcionamiento de la central, no al desmantelamiento de la central nuclear de Almaraz”, ha defendido con vehemencia, además de confirmar la participación del PP en la protesta contra el cierre el próximo sábado.
El líder del PP argumenta su defensa de la energía nuclear, que ahora cubre el 20% de la electricidad que se consume en el país, en que es una tecnología “verde” según la Comisión Europea. Y en que otros gobiernos occidentales están prorrogando la vida de sus centrales, como Francia (que el país más nuclearizado de la UE) o Estados Unidos, citando el caso de Pensilvania, donde la central Three Mile Island volverá a funcionar en 2028, pese a que en 1979 una fusión parcial de su reactor causó el peor accidente nuclear de la historia de EE UU.
Feijóo defiende que las centrales españolas son seguras y deben prorrogar su vida útil. No hacerlo “supone un incremento del precio de la energía y una deslocalización de la industria”, sostiene. “Si no tenemos energía barata y accesible y cercana, no vamos a poder conseguir industrias que consuman energía de forma intensa”, ha razonado el líder del PP junto a Guardiola, que había insistido antes en pedir de forma específica que se paralice el cierre de Almaraz. La presidenta extremeña reclama que, teniendo en cuenta que el Gobierno catalán del socialista Salvador Illa sí está a favor del cierre de las nucleares, el calendario de desmantelamiento comience por las instalaciones catalanas.
“La sostenibilidad ambiental ha de ser equilibrada con el crecimiento económico, la creación de empleo y la industria”, ha argumentado Feijóo, que ya había cuestionado las políticas de transición ecológica del Gobierno de Pedro Sánchez. En su programa electoral de 2023, el PP se comprometía a “proponer, con el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear, la extensión de la vida útil de las centrales nucleares existentes en nuestro país, en el marco de la normativa europea”. El calendario de cierre nuclear lo acordaron el Ejecutivo y las eléctricas propietarias de las centrales —Iberdrola, Endesa y Naturgy— hace seis años. Las compañías llevan tiempo diciendo que las cuentas no les salen y que, para seguir operando más allá de lo previsto, necesitarían ese respaldo que les garantice recuperar las inversiones para mantener activas esas instalaciones.
El PP aspira también a tejer alianzas políticas en el ámbito de los pronucleares, donde se encuentran la mayoría de partidos conservadores, incluidos los catalanes. Ahí entra Junts en la ecuación. Los populares pretenden atraer al partido de Carles Puigdemont en el Congreso al respaldo de su iniciativa para frenar el calendario de cierre de las centrales, registrada en diciembre, ya que Junts comparte su criterio sobre las instalaciones catalanas. Después de haber pactado con los independentistas el fin de la prórroga de los impuestos a las energéticas a finales del año pasado, el PP confía en suscribir nuevos acuerdos con Junts para romper la mayoría parlamentaria al Gobierno a lo largo de este año. Y la política pronuclear puede ser un terreno fértil para lograrlo.