Cascos se sentará en el banquillo el 7 de enero acusado de apropiación indebida por su propio partido

La Fiscalía pide para el exvicepresidente del Gobierno con el PP y fundador de Foro Asturias tres años y seis meses de cárcel

El fundador de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, rodeado de periodistas a su llegada en septiembre de 2020 al Juzgado de Instrucción Número 2 de Oviedo acusado por apropiación indebida.Alberto Morante (EFE)

El juicio contra el exvicepresidente del Gobierno con el PP y fundador de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, ya tiene fecha tras sucesivos aplazamientos por enfermedad del magistrado que lleva el caso. Será a partir del próximo 7 de enero en Oviedo y la Fiscalía pide para él tres años y seis meses de cárcel por un...

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El juicio contra el exvicepresidente del Gobierno con el PP y fundador de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, ya tiene fecha tras sucesivos aplazamientos por enfermedad del magistrado que lleva el caso. Será a partir del próximo 7 de enero en Oviedo y la Fiscalía pide para él tres años y seis meses de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida, en concreto, 181.648,92 euros con los que el político, presuntamente esquilmó las cuentas de la formación con gastos personales que nada tenían que ver con la actividad política: desde un psicotécnico para el carné de armas, hasta zapatos, bermudas, un hotel para su entonces suegro, pedidos de comida a domicilio, juegos de videoconsola, entradas para la Copa Davis, restaurantes en localidades de veraneo e incluso, como especifica el escrito de acusación de la fiscalía, “una cama completa compuesta por colchón, patas y canapé, así como chenilla, moqueta, tapicería y visillos”.

Tras 34 años de militancia en el PP, del que llegó a ser secretario general, Cascos abandonó la formación en 2011 al negarle Mariano Rajoy la candidatura a la presidencia del Principado. Fue entonces cuando el exvicepresidente del Gobierno con José María Aznar, decidió fundar un nuevo partido, Foro Asturias, que solo cuatro meses después de su nacimiento logró hacerse con la presidencia de la comunidad, aunque seis meses después de su llegada al Gobierno asturiano, Cascos adelantó las elecciones al ser incapaz de llegar a acuerdos para sacar adelante los Presupuestos. Como adelantó EL PAÍS en 2019, han sido los propios compañeros de Cascos los que le han llevado al banquillo tras realizar una auditoría que destapó los gastos personales que su fundador había pasado al partido.

El escrito de acusación de la Fiscalía recuerda que la oferta económica que el partido hizo a Álvarez-Cascos antes de su constitución incluía “una retribución a cambio de dedicación exclusiva” (su nómina ascendía hasta junio de 2019 a 5.087 euros al mes), “facilidades para el mantenimiento de su residencia en Madrid y para ejercitar el régimen de visitas con sus hijos (tenía un chófer a su disposición) y “capacidad decisoria en cuanto a la forma de ejercer la actividad política y libertad para ejecutar gastos económicos inherentes al partido”, pero “en ningún caso, gastos de carácter personal, de libre disposición sin sujeción a autorización del partido, ni gastos de comidas no relacionadas con la actividad política”.

En septiembre de 2020, tras ser admitida la querella de Foro Asturias, Cascos fue interrogado durante más de cuatro horas por la titular del juzgado de instrucción número dos de Oviedo, Simonet Quelle. En ese interrogatorio, alegó que había pactado con los impulsores de Foro su elevado sueldo y condiciones para mantener su nivel de vida. El exministro declaró que él no llevaba las cuentas y que todo se debía a una “guerra política” para hacerse con el control de la formación. Cuando se le expusieron algunos recibos y gastos aportados a la causa ―trayectos de AVE a Andalucía, facturas de zapatos...— aseguró que podía tratarse de “algún error”. En cuanto al chófer y los desplazamientos fuera de Asturias, Cascos argumentó que él trabajaba mucho “en el coche”. También respondió a preguntas sobre el alquiler de una sede para el partido en Madrid, de la que era a la vez arrendatario y arrendador. Cascos explicó que se firmó un contrato y que esa sede se utilizó. El local estaba a nombre de una sociedad familiar de la que formaba parte su entonces esposa, María Porto, y supuso un gasto al partido de 171. 000 euros, según la auditoría externa. A preguntas de este diario, el vicepresidente del Gobierno con José María Aznar afirmó entonces que cedió gratuitamente esa sede al partido en 2011 y 2012 y que después sí pagó un alquiler. Cascos admitió que quien cobraba ese arrendamiento era la empresa de su grupo “familiar”.

En el partido explican que no habían nombrado tesorero y que la utilización de sus recursos económicos se basaba en criterios de “confianza y de responsabilidad personal”, además de la fiscalización del Tribunal de Cuentas, “que se limitaba a aspectos de mayor envergadura y no analizaba el sistema de gastos”. Fue al encargar la auditoría cuando descubrieron el tipo de gastos que había pasado a la formación. “Se lo pagábamos todo”, lamentan fuentes de Foro Asturias.

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