Javier Hidalgo (Air Europa) al PP: “¡Es falso que he estado huido! ¿Dónde está el trato de favor?”
El exdirector ejecutivo de Globalia acude a la comisión de investigación sobre las mascarillas y no ha contestado a ninguna pregunta
Hay mañanas extrañas en el Senado. Mientras dos japoneses fotografían a otro en las escaleras blancas de la primera planta, Javier Hidalgo, el que fuera director ejecutivo de Globalia (Air Europa), en busca y captura por el PP desde hace meses, se ha metido las manos en los bolsillos de su traje negro ceñido, con camisa blanca impoluta y primeros botones desabrochados, y ha acudido a una comisión de investigación acompañado de su abogado. Si los japoneses disfrutaban de las jornadas abiertas de la institución, Hidalgo, con el ro...
Hay mañanas extrañas en el Senado. Mientras dos japoneses fotografían a otro en las escaleras blancas de la primera planta, Javier Hidalgo, el que fuera director ejecutivo de Globalia (Air Europa), en busca y captura por el PP desde hace meses, se ha metido las manos en los bolsillos de su traje negro ceñido, con camisa blanca impoluta y primeros botones desabrochados, y ha acudido a una comisión de investigación acompañado de su abogado. Si los japoneses disfrutaban de las jornadas abiertas de la institución, Hidalgo, con el rostro serio y una pose un tanto taurina a la hora de pisar el parqué de la sala, se preparaba para leer un comunicado de hartazgo y hastío contra el PP.
Hidalgo está cansado. Dice que ha tomado un vuelo de 16 horas —sin precisar de dónde– solo para venir al Senado, donde ha sido reclamado hace 48 horas por la mayoría absoluta de los populares para dar explicaciones sobre los vínculos de su antigua empresa y Víctor de Aldama, el empresario investigado en la trama del exministro socialista José Luis Ábalos y su principal asesor, Koldo García. Hidalgo se ha sentado en la esquina izquierda de la mesa de madera. Ha colocado dos enormes cajas azules llenas de contratos de Air Europa para sus señorías, y ha dado los buenos días. Paloma Gómez, de Vox, ha sido la primera en preguntar:
—Voy a comenzar por el empresario Barrabés. ¿Qué relación tiene con Globalia?
Pero Hidalgo tenía preparada otra respuesta: “Buenos días, señorías. He cogido un vuelo de 16 horas y voy a explicar todos los hechos y, si no se me permite hablar, me voy a acoger a mi derecho a no declarar”. De pronto, la confusión ha tomado la sala. Nadie había prohibido tal cosa. La senadora de Vox, ante el murmullo de sus compañeros, ha mirado de nuevo a Hidalgo y le ha contestado:
—Si puede hablar, claro que sí. ¿No, señor presidente?
El presidente popular Eloy Suárez ha ejercido de árbitro ante semejante guirigay:
—A usted se le permite hablar, señor Hidalgo.
E Hidalgo ha hablado —más bien leído en un Ipad negro, con una pegatina de un coche escarabajo estampado con la palabra malibú— un comunicado. “Señorías, comparezco voluntariamente, habiendo sido citado hace dos días en Los Ángeles (Estados Unidos) sin que se haya cumplido el plazo mínimo legal de tres días. ¡Es falso que estado huido! Siempre he estado disponible y localizable. El 15 de marzo de 2024 se remitió una carta de Globalia a dirigentes del grupo popular, entre ellos a su presidente [Alberto Núñez Feijóo] sobre las circunstancias que nos ocupan, sin haber obtenido respuesta hasta ahora”.
Hidalgo, muy molesto por los comentarios del PP desde hace meses sobre este asunto, ha dicho que el rescate del Gobierno de Pedro Sánchez a la aerolínea Air Europa durante la pandemia fue, en realidad, un préstamo. “¡Fue una de las últimas compañías aéreas rescatadas en Europa!”, ha dicho. “Como muestra del trato desfavorable, Iberia recibió un préstamo de 1.000 millones de euros en un mes y medio, ¡eso sí fue rapidez, y con unas condiciones infinitamente mejores que Air Europa!”.
Hidalgo ha ido con todo. “¡Es falso que haya comido con Pedro Sánchez, salvo una vez con más empresarios!”. “¡Es falso que manifestara no haberme reunido con la señora Begoña Gómez!”. “¡Es falso que afirmase en mi declaración como testigo que no conocía al exministro José Luis Ábalos ni a Koldo García, como han publicado diversos medios!”.
Ha explicado que su relación con Aldama es un contrato para el cobro de una deuda con Venezuela en 2019, que no se llevó a cabo. “¡Es falso que Globalia participara en un contrato con Correos, como dicen ustedes!”. “¿Dónde está el trato de favor? No lo entiendo. Estos tipos de bulos o no sé ni cómo llamarlo. Después de todo lo que hemos sufrido y todo lo que hemos tenido que sacar adelante, que se haga este tipo de acusaciones y este tipo de ataques mediáticos por haber sacado adelante una compañía con 35.000 empleados, me entristece bastante. Me acojo a mi derecho a no contestar. Muchas gracias”. La bancada del PP, atónita, ha pedido entonces la palabra:
—Una cuestión de orden, presidente.
—¿Cuál es?
—No ha hecho una declaración, se ha dirigido a estos senadores.
—Ya lo he entendido.
El presidente ha tomado el timón y le ha dicho a Hidalgo que le ha “sorprendido” la declaración. “Su abogado me ha dicho que no iba a declarar, pero por otros motivos”. Hidalgo se ha callado. El presidente ha dado paso a la senadora de Vox, de nuevo:
—Señor Hidalgo, no hemos dicho bulos. Yo vengo de buen rollo.
La sesión se ha difuminado por completo. La senadora ha lanzado cuestiones al aire, como si ensayara una obra de teatro. “¿Podría explicar el origen de la deuda con Venezuela?, ¿tenía relación con Nicolás Maduro?, ¿se ha reunido con Begoña Gómez?, ¿Quién gestionó el rescate?”. Un diputado del PP ha resoplado ante la tesitura de la comparecencia. Ha dado tiempo, por ejemplo, a que un senador popular atendiera también una llamada telefónica entre pregunta y pregunta.
Tras la senadora de Vox, ha tomado el turno la portavoz socialista María del Lirio Martín, que ha recordado el paso de Hidalgo por la Audiencia Nacional el pasado septiembre, cuando fue citado como testigo en la causa del caso Koldo-Ábalos y negó el pago de comisiones. Martín, más que preguntar a Hidalgo, ha utilizado su intervención para hacer una especie de mitin parlamentario. Al término, ha tomado la palabra Juan José Sanz, del PP, que ha comenzado con un proverbio chino dirigido a los socialistas:
–Cuando el dedo señala a la luna, siempre hay un necio que mira el dedo.
Sanz ha criticado que Hidalgo no conteste a nada. Pero, por si acaso, le ha preguntado:
—Señor Hidalgo, ¿se encuentra usted bien?
—Perfectamente.
Y el senador popular ha ido con todo: “¿Cuándo fue consciente de que estaba con una organización criminal?”. El exjefe de Globalia ha guardado silencio. En su defensa ha salido un senador socialista, que ha soltado: “Vaya falta de respeto”. Sanz, sin embargo, ha continuado con preguntas al aire: “¿Conoce a Víctor de Aldama?, ¿desde cuándo?, ¿habían hecho negocios juntos?, ¿y a Koldo?, ¿a Begoña Gómez?”. Así, 20 minutos. Al terminar, Sanz ha dicho que “está bastante acreditado” que el Gobierno de España es un gobierno presuntamente corrupto. El presidente de la comisión ha tomado la palabra. Le ha preguntado a Hidalgo si esas cajas azules se iban a quedar para la comisión. Hidalgo esta vez sí ha contestado:
–Correcto.