Cae en Marbella el líder de un grupo que estafaba a organizaciones criminales con criptomonedas

El hombre, neerlandés y de 24 años, había acumulado un patrimonio superior a los 20 millones de euros timando a personas de toda Europa, entre ellos narcotraficantes

Fotografía del símbolo bitcoin en la plaza San Bartolomé, el 11 de julio de 2024 en Ilopango (El Salvador)Rodrigo Sura (EFE)

Se mudaba cada semana. Elegía viviendas vacacionales de lujo en Marbella, con piscina, sauna o gimnasio, en las que residía prácticamente con lo puesto. Y desde allí dirigía un negocio de estafas relacionado con activos virtuales que le permitió amasar una fortuna de 20 millones de euros. Con 24 años y nacido en Países Bajos, la Policía Nacional lo ha detenido en la ciudad malagueña como responsable de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y crimen organizado. También ha sido arrestada su madre y la pareja de esta en Países Bajos, donde el hombre ya ha sido extraditado y enviado a prisión. Entre los timados hay personas residentes en toda Europa, entre ellas líderes de organizaciones criminales asentadas en la Costa del Sol que buscaban blanquear el dinero ilícito obtenido con el tráfico de drogas. “Es un lobo que atacaba a los lobos. Si lo llegan a pillar, no lo cuenta”, explican fuentes de la investigación.

Hacía seis meses que la Unidad de Cibercrimen de la Policía Nacional andaba tras él. Habían recibido información de la Nationale Politie neerlandesa, que le investigaba por cometer grandes estafas relacionadas con criptomonedas y había detectado su traslado a la Costa del Sol. Según explicaban, el objetivo era tanto ocultarse como blanquear el dinero que había obtenido de manera fraudulenta, “además de tener la oportunidad de disfrutar del dinero obtenido en un entorno seguro y con buen clima”, subrayan las mismas fuentes. Los agentes lo consiguieron localizar, para después realizar un seguimiento sobre su actividad.

Lo primero que detectaron es que el individuo alquilaba villas de lujo por una o dos semanas y que, transcurrido ese tiempo, volvía a buscar otro lugar. Se movía de manera continua para intentar ponérselo más complicado a los cuerpos de seguridad. Mientras, contaba con un piso de seguridad, un inmueble sencillo y perfil bajo que sí estaba a su nombre. Allí guardaba dinero en metálico, así como ropa limpia tanto para él como para sus compinches “por si la situación se complicaba”, añaden las mismas fuentes. Mientras, seguía con su actividad ilícita —que llegaba a ofertar a través de redes sociales y servicios de mensajería— y que realizaba de manera coordinada con sus familiares.

Las víctimas contactaban con él con el objetivo de convertir sus activos virtuales en moneda corriente. El procedimiento era siempre el mismo: le hacían una transferencia en criptomonedas y él lo resolvía de manera satisfactoria al convertirlo en euros o dólares. Se ganaba su confianza poco a poco. La primera operación era siempre una cantidad pequeña, que iba creciendo en las siguientes. Hasta que cuando la transferencia ya tenía un valor importante, él desaparecía. Se quedaba con los activos virtuales y, así, iba haciendo crecer su patrimonio. Sus víctimas solo habían tenido contacto con él de manera telemática, así que no sabían dar con él. Son personas afincadas en distintos países de Europa, como España. De hecho, también estafó a líderes de organizaciones criminales asentadas en la Costa Sol que buscaban blanquear el dinero conseguido a través del narcotráfico. “Los delincuentes también estaban buscándolo”, relata otro agente policial.

“Más patrimonio”

“Con el tiempo ya conocíamos cómo trabajaba y sus movimientos, así que cuando la operación [denominada Geld] lo requirió, finalmente fuimos a por él”, explican fuentes del caso. Fue el pasado 17 de septiembre cuando lo arrestaron en una villa de lujo que había alquilado en Marbella. Era un inmueble en Nueva Andalucía con 300 metros cuadrados, dos piscinas, gimnasio y hasta una habitación del pánico. Allí había varios relojes de alta gama, efectos de lujo y 16.000 euros en efectivo. Los agentes también encontraron información que les permitió acceder a sus criptomonedas, que entonces alcanzaban un valor de 13 millones de euros y que ahora, cuando se ha hecho pública la información, ha aumentado a 20 millones. “No descartamos que tenga más patrimonio”, subrayan las mismas fuentes, que añaden que esta es la mayor aprehensión de activos virtuales en España y una de las más grandes de Europa.

Después se registró su vivienda en Mijas y, de manera paralela, la policía holandesa hizo lo propio con el domicilio de la madre y su pareja en Países Bajos. Allí encontraron una caja fuerte con 238.000 euros en efectivo y relojes valorados en 600.000 euros, además documentación y teléfonos móviles, así como joyas y ropas valoradas en medio millón de euros. Tras su detención, el hombre ha sido extraditado a su país, donde la autoridad judicial le ha enviado a prisión provisional. Está acusado de los delitos de estafa, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.


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