Desmantelada una plantación de marihuana en un parque nacional de Málaga que se regaba con agua captada ilegalmente
El cultivo se ubicaba en una zona de difícil acceso donde había 6.500 plantas y la infraestructura necesaria para su procesamiento
Ubicado al norte de Marbella, Istán es un pequeño municipio con apenas 1.500 habitantes. Está rodeado de naturaleza y vive, sobre todo, del turismo. El montañoso terreno que le rodea, incluido en el Parque Nacional Sierra de las Nieves, apenas permite el cultivo de aguacates y algarrobos. También marihuana, según ha conseguido destapar la G...
Ubicado al norte de Marbella, Istán es un pequeño municipio con apenas 1.500 habitantes. Está rodeado de naturaleza y vive, sobre todo, del turismo. El montañoso terreno que le rodea, incluido en el Parque Nacional Sierra de las Nieves, apenas permite el cultivo de aguacates y algarrobos. También marihuana, según ha conseguido destapar la Guardia Civil en una operación —denominada Balatí— en la que se ha desmantelado una plantación que incluía un sistema de riego que extraía agua de río Verde de forma ilegal. Su cauce, un poco más abajo, se convierte en el embalse de La Concepción, pilar básico del suministro en la Costa del Sol. Una persona ha sido detenida.
Los agentes tuvieron conocimiento a finales de pasado verano de la existencia de un cultivo de marihuana en una zona de difícil acceso en pleno Parque Nacional. En octubre, los agentes localizaron el lugar. Era un área de más de 5.000 metros cuadrados a la que solo se podía llegar caminando y de una manera compleja atravesando “numerosos senderos escarpados y cortafuegos”, según ha informado la Guardia Civil. Los investigadores también descubrieron que los responsables de la plantación habían construido una balsa de 6.000 litros de capacidad para regar las plantas. Lo hacían mediante una toma ilegal de agua del cauce del río Verde.
La finca estaba dividida en dos áreas. A un lado, la zona dedicada al cultivo, donde había varias hileras de plantas. Al otro, el espacio donde se procesaban. Es decir, tras su maduración, las cortaban y las tendían para su secado en una estructura fabricada de manera artesanal con cuerdas y madera, que estaba cubierta con lonas para evitar la entrada de agua. Una vez secas, extraían los cogollos. El recinto estaba protegido por una persona, un ciudadano de nacionalidad rumana que contaba con una pistola y munición, quien fue finalmente detenido por la Guardia Civil. Se le imputa un delito contra la salud pública y otro de tenencia ilícita de armas. Tras su puesta a disposición judicial, se decretó su ingreso en prisión.
En el espacio cultivado se contaron hasta 6.500 ejemplares de marihuana —posteriormente destruidas— y fue desmantelado con numerosos problemas debido a las dificultades para llegar hasta el lugar. De hecho, para hacerlo se requirió la participación de helicóptero del Servicio Aéreo de la Guardia Civil y del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), así como de un grupo de bomberos forestales especialistas del dispositivo Infoca. Fueron ellos quienes hicieron limpieza de la zona “debido al elevado peligro de incendio forestal debido a los materiales inflamables que se encontraban en plantación”, concluye la Guardia Civil.
En la provincia de Málaga, otras zonas protegidas como Sierra Bermeja o el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Alhama y Almijara han sido también protagonistas de operaciones policiales contra el cultivo de cannabis. Según fuentes del instituto armado, las zonas rurales se han convertido en las favoritas de las organizaciones que se dedican al tráfico de marihuana. Sobre todo zonas boscosas de árboles jóvenes que puedan ser talados fácilmente para esconder ahí la plantación. Igualmente, como en este caso, eligen espacios cercanos a ríos o arroyos para obtener la indispensable fuente de riego.