Policías y bomberos que luchan contra los efectos de la dana denuncian falta de organización y medios de la Generalitat

Funcionarios que trabajan en la primera línea del desastre piden más material y se quejan de la tardanza con la que se ha movido el gobierno autonómico para afrontar la crisis

Miembros del Ejército de Tierra y bomberos forestales limpian las calles tras el paso de la dana, este lunes en Utiel (Valencia).Álvaro del Olmo (EFE)

La zona cero de la dana en Valencia sigue sumida en los trabajos de rescate de una de las peores catástrofes de la historia de España. Una tragedia de tal dimensión que ha necesitado de un despliegue de funcionarios públicos sin precedentes para colaborar en las labores de auxilio y recuperación de servicios básicos. Parte de ese contingente depende de la Generalitat Valenciana, contra la que cargan sindica...

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La zona cero de la dana en Valencia sigue sumida en los trabajos de rescate de una de las peores catástrofes de la historia de España. Una tragedia de tal dimensión que ha necesitado de un despliegue de funcionarios públicos sin precedentes para colaborar en las labores de auxilio y recuperación de servicios básicos. Parte de ese contingente depende de la Generalitat Valenciana, contra la que cargan sindicatos además de efectivos consultados, con denuncias de problemas de organización y falta de medios. “Necesitamos medios porque cuando la situación se desborda como ahora, no llegamos. Estamos al límite”, se queja Helios Martín de Vidales, delegado sindical de UGT en el Consorcio Provincial de Bomberos.

La Comunidad Valenciana cuenta con cerca de 1.250 bomberos. De este total, 500 corresponden al Consorcio de Bomberos de la provincia de Valencia. Este consorcio, que es el principal cuerpo de bomberos desplegado en las zonas más castigadas tras la catástrofe, depende en su mayoría de la Diputación provincial (también gobernada por el PP), que se encarga del 50% de su presupuesto. La Generalitat, con un 30%, y los municipios, con un 20%, pagan el resto. A estos efectivos hay que sumarles otros 900 bomberos forestales, el máximo que están a disposición en todo el territorio autonómico en los meses de verano, y los más de 400, según fuentes municipales, que están ubicados en las tres capitales de provincia.

Tania abraza a su cuñado tras recuperar algunas de sus pertenencias de su casa inundada, este martes en Paiporta.Associated Press/LaPresse (Associated Press/LaPresse)
Un muelle de la Albufera, con las aguas muy turbias por la dana, este martes.ÓSCAR CORRAL
Voluntarios y vecinos trabajan para despejar una calle de Paterna (Valencia), este martes.Manuel Bruque (EFE)
Coches apilados en una calle de Catarroja, este martes.Samuel Sánchez
Varas personas limpian los estragos de la dana, en Sedavi.Eduardo Manzana (Europa Press)
Decenas de vehículos amontonados en un descampado de Paiporta (Valencia), este martes.Manuel Bruque (EFE)
Un voluntario de Psicólogas y Psicólogos Sin Fronteras junto a una ciudadana en un instituto de la localidad valenciana de Sedaví convertido en un centro de Atención Ciudadana este martes. BIEL ALINO (EFE)
María Carmen, sentada a la puerta de de su casa, este martes en Paiporta.Emilio Morenatti (AP)
Una calle de Catarroja cubierta de barro.Samuel Sánchez
Miembros de la UME y de los bomberos trabajan este martes en la búsqueda de víctimas mortales a causa de las inundaciones de la Dana en el cauce del río Turia. J.J. GUILLÉN (EFE)
Un vecino retira sus pertenencias afectadas por la riada en Paiporta, este martes.Emilio Morenatti (AP)
Varios operarios inspeccionan la línea de tren a su paso por Catarroja (Valencia),este martes.Chema Moya (EFE)
Varios vecinos limpian el interior de una vivienda en Paiporta, el martes.Emilio Morenatti (AP)
Estragos ocasionados por la dana en Catarroja. Samuel Sánchez
Varias personas ayudan a limpiar una huerta en Valencia.Rober Solsona (Europa Press)
Cañas y resto de enseres en la playa de Pinedo, junto a la desembocadura del río Turia.rober solsona
Varios vecinos pasan por una vivienda afectada en Chiva (Valencia), este martes.Kike Taberner
Un cuadro cuelga cerca de la marca del nivel del agua en una zona afectada por las inundaciones en Paiporta (Valencia).Emilio Morenatti (AP)
Un hombre camina entre barro y enseres por una calle de Paiporta, este martes.Emilio Morenatti (AP)
Varias personas ayudan a limpiar los estragos ocasionados por la dana en el Teatro de L'Horta de Castellar (Valencia).Rober Solsona (Europa Press)
Una manguera drena agua de uno de los aparcamientos de las viviendas de Catarroja (Valencia), este martes.Chema Moya (EFE)
Agentes del Grupos de Especialistas en Actividades Subacuáticas salen del embarcadero de El Palmar, en Valencia, en busca de desaparecidos en la Albufera, este martes. Biel Aliño (EFE)
Calles llenas de barro y montones de escombros y vehículos en Paiporta, este martes.Manuel Ausloos (REUTERS)
Dos monjas caminan por las calles de Catarroja (Valencia), este martes. Chema Moya (EFE)
Mangueras sacan agua del interior del aparcamiento subterráneo del centro comercial MN4 de la localidad valenciana de Alfafar, este martes. Manuel Bruque (EFE)
Vecinos esperan el transporte público en una calle de Paiporta.Emilio Morenatti (AP)
Unos maniquís en el barro de una calle de Catarroja, este martes.Chema Moya (EFE)
Comercios dañados por la dana en Chiva (Valencia), este martes.Kike Taberner
Vehículo marcado con una X, inspeccionados y sin víctimas, en Catarroja, este martes.Chema Moya (EFE)
Atasco de la V-30, este martes, en Valencia.Matias Chiofalo (Europa Press)
CUn hombre camina junto a los coches apilados en Catarroja.Chema Moya (EFE)
Soldados del Escuadrón de Paracaidista buscan desaparecidos en Barranco del Poyo, este martes.Associated Press/LaPresse (APN)
Vecinos limpian las calles junto a varios coches apilados en Catarroja (Valencia, este martes.Chema Moya (EFE)
Un vehículo del Ejército en las inmediaciones de la Feria de Valencia, este martes.Jorge Gil (Europa Press)

Martín de Vidales es uno de esos bomberos valencianos que estos días han cambiado sus rutinas diarias para centrarse ahora en la retirada de escombros, limpieza y búsqueda de los desaparecidos. “Bomberos, los justos; materiales, los justos, y todo ello con la excusa de que somos un gasto”, añade este profesional, que afirma que el 100% de la plantilla con la que cuenta la provincia ha estado trabajando en jornadas maratonianas de hasta 24 horas. La Diputación valenciana asegura ser consciente de la situación que denuncian los bomberos del consorcio, pero argumentan que llevan “solo un año de Gobierno”. En ese tiempo, aseguran, han cambiado la flota de vehículos y trabajado en mejorar las condiciones de la plantilla en la que había muchos interinos.

Respecto a la policía, los problemas denunciados son distintos. Cerca de 10.000 agentes locales se reparten entre los 268 municipios de la provincia de Valencia, según fuentes próximas a la Generalitat. Si se pregunta a policías locales que trabajan actualmente en las zonas más afectadas por la dana, las quejas van por otro lado: el de la organización. Un representante de la policía local valenciana que ha pedido no ser identificado señala que durante varios días la organización de los efectivos se llevó a cabo gracias a la interlocución entre los distintos ayuntamientos y jefes de policía locales. No fue hasta el pasado sábado cuando Emilio Argüeso, director de la Agencia Valenciana de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, firmó la resolución para aprobar la coordinación de los distintos cuerpos de policía locales de todo el territorio nacional.

“Eso es tardísimo”, se queja esta fuente. “En esa resolución ni siquiera se especifica dónde va cada uno. Incluso ahora hay personas movilizadas con problemas de alojamiento”, relata este policía local. Argüeso es una de las figuras clave en esta crisis por la tardanza del departamento que dirige en lanzar el aviso a la población durante la dana y porque no se puso al frente de la gestión de la tragedia hasta el día siguiente. Según admite él mismo en Twitter, Argüeso tomó los mandos de la situación el miércoles a las 11 de la mañana, sin especificar qué hizo el martes.

“El sábado por la noche llegaban camiones que no sabían ni siquiera dónde debían ir. En la anterior gran dana [que afectó a Alicante y a Valencia en 2019], contábamos con un centro de coordinación para policías locales que demostró ser muy útil en ese momento”, recuerda este policía valenciano. El organismo al que se refiere, llamado en su momento Cempol, dependiente de la Consejería de Justicia, se disolvió en 2021 por los impagos a sus trabajadores durante 15 meses, momento en el que gobernaba la Generalitat el PSOE junto a Compromís.

La Generalitat afirma que hay dos pabellones habilitados y dos hoteles para alojar a los policías locales. “Lo único que puede pasar es que están llegando agentes para ayudar sin avisar y hasta que entran en los cuadrantes puede haber un pequeño lapso de tiempo. En cualquier caso, hoy hay 530 policías locales operativos y organizados”, matizan desde la Consejería de Justicia e Interior de la comunidad.

Otra fuente, un voluntario del cuerpo de policía de Mérida (Extremadura), que llegó el domingo a Valencia, reafirma la versión de su compañero y admite que ha habido problemas de alojamiento para algunos de los agentes voluntarios que han llegado a la provincia. “Esto va para largo y hay que ir escalonando el tema de los voluntarios que van llegando”, indica. Otro policía, en este caso el mosso d’esquadra Albert Palacio, portavoz de la asociación policial Copland, una organización nacional con especial peso de policías catalanes, relata que “el caos es absoluto”.

“El jueves, cuando llegamos a Paiporta [uno de los municipios más golpeados por la dana] limpiamos y habilitamos el auditorio que había quedado destrozado para que fuese un punto de ayuda a las víctimas. Vino gente del ayuntamiento a decirnos que ya había un centro de ayuda, pero estaba a dos kilómetros de distancia. No hicimos caso y ahora ese auditorio es el centro neurálgico de la gestión de ayuda a los damnificados”, relata Palacio. “Cada municipio ha cogido las riendas de la situación y lo ha hecho como ha podido. La gestión es nefasta”, añade.

En Paiporta la situación sigue siendo especialmente complicada. El sargento primero de la UME (Unidad Militar de Emergencia) de Zaragoza, Abraham Padrós, señala que “faltan camiones para cargar y trasladar los escombros”. La UME, que ha defendido con claridad que es la Generalitat Valenciana la que tiene que autorizarle a entrar en las zonas afectadas, tiene desplegado en Paiporta un contingente de 150 unidades. “Nuestra principal labor es despejar las vías de comunicación para que más efectivos puedan llegar a la zona”, indica Padrós, informa Luis Velasco.

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